Tegucigalpa | EFE.-
El pico de contagios por COVID-19 en Honduras llegará probablemente a principios de junio, aseguró este miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que señaló además que el distanciamiento social es la mejor forma de prevenir la enfermedad.
«Establecer el pico de contagio es muy difícil, nadie lo puede hacer realmente, pero según la mayoría de los cálculos que se ha hecho está hablando de principios o mediados de junio», dijo la representantes de la OPS en Honduras, Piedad Huerta, en una entrevista con Efe en Tegucigalpa.
Datos del estatal Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Honduras indican que hasta este martes el país había reportado 510 casos confirmados y 46 fallecimientos.
Piedad destacó que Honduras ha tomado «una gran cantidad» de medidas preventivas para tratar de mantener «la curva más aplanada» del COVID-19, es decir, que el país «no tenga una explosión de casos».
«Entre mejor funcionen esas medidas de mantener la curva(de contagios) aplanada, se proyecta más largo plazo la posibilidad de que tengamos un pico explosivo», enfatizó.
El país centroamericano ha aplicado medidas de distanciamiento social para frenar la propagación de coronavirus, cuyos primeros tres casos positivos en Honduras se registraron el 11 de marzo.
Las autoridades también decretaron a mediados de marzo un toque de queda que se cumple a medias, ya que la población puede salir a abastecerse de alimentos, medicamentos, combustibles y hacer gestiones en el sistema financiero entre las 07:00 y 17:00 horas locales (de las 13:00 a las 23:00 GMT), conforme al último dígito del carné de identidad de cada ciudadano.
Para ingresar a los supermercados, farmacias, bancos y gasolineras, la ciudadanía debe utilizar mascarilla, evitar aglomeraciones y debe mantener una distancia de seguridad de al menos un metro para evitar el contagio.
QUEDARSE EN CASA, LA MEJOR MEDIDA
Huerta indicó que la mejor manera de evitar un aumento de casos de la enfermedad es quedándose en casa, por lo que considera necesario extender el periodo del distanciamiento social.
«Salir del confinamiento de golpe será catastrófico para Honduras y cualquier otro país», subrayó la especialista, quien dijo estar «convencida» de que las medidas «enérgicas» establecidas por el Gobierno han permitido que el país tenga una «situación menos grave» en relación a los casos de coronavirus.
Suspender el distanciamiento social, añadió, sería «echar por tierra todo el trabajo que se ha hecho y que ha sido de un enorme sacrificio para todos, pero especialmente para la gente más pobre y la que vive en una situación más precaria».
Las medidas preventivas tienen un impacto «difícil» para una gran parte de los 9,3 millones de hondureños, por lo que Huerta no recomienda que de «un día para otro se abra y todo mundo saliera a la calle».
SISTEMA SANITARIO DÉBIL, PRINCIPAL RETO DE HONDURAS
Destacó que fortalecer el servicio de Salud es uno de los principales retos de Honduras frente a la pandemia de coronavirus, cuyos principales síntomas son fiebre, cansancio y tos.
Los servicios sanitarios de Honduras «son débiles» y, además, «no alcanzan a cubrir a toda la población de una manera adecuada, ya que tiene pocos hospitales con capacidad de tener capas de cuidados intensivos», explicó.
Fortalecer el sistema sanitario requiere «tiempo, compras, capacitación, instalación», por lo que la extensión del distanciamiento social es vital para «salvar vidas», enfatizó Huerta.
«Si todos estuviéramos en la calle al mismo tiempo definitivamente los servicios de salud no aguantarían de ninguna manera una explosión de casos graves o severos en los hospitales», afirmó.
Los próximos días serán de «sacrificios para todos», las empresas que están cerradas, los trabajadores, los empleados informales, pero insistió en que la medida de confinamiento «es necesaria para salvar vidas», añadió la especialista de la OPS.
Para evitar es muy importante que «seamos consciente que hay muchos sacrificios que hacer, tomar medidas, buscar alternativas de todos los sectores para ayudar a las personas más necesitadas, es un trabajo multisectorial», enfatizó.
Los casos de COVID-19 confirmados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) alcanzaron hoy la cifra de 2,47 millones, con más de 80,000 infecciones diagnosticadas en las últimas 24 horas, y las mueres superan las 169.000.