Volver la mirada a los territorios rurales para apalancar procesos de desarrollo sostenible: encuentro de líderes organizado por el IICA concluye con llamado a gobiernos y sociedades

Líderes rurales de todas las regiones del continente americano participaron en intensas jornadas de diálogos e intercambio de experiencias realizadas dentro del denominado Primer Encuentro de Líderes de la Ruralidad de las Américas.
San José, (IICA).-

En el encuentro los y las líderes tuvieron amplios espacios para exponer sobre su entorno cotidiano y encontrar elementos compartidos entre sí.

En la sede central del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en Costa Rica, más de 40 Líderes de la Ruralidad de las Américas compartieron sus experiencias en un encuentro realizado del 16 al 20 de abril y que incluyó diversas giras de campo, momentos durante los cuales estas personas, reconocidas por el IICA por su aporte invaluable a la seguridad alimentaria y la protección ambiental en el hemisferio, fueron parte de intensos diálogos sobre desarrollo sostenible, financiamiento, conectividad rural y cooperativismo, entre otros temas planteados.

En el encuentro, donde coincidieron con autoridades y especialistas técnicos del Instituto y representantes del sector privado, los y las líderes tuvieron amplios espacios para exponer sobre su entorno cotidiano y encontrar elementos compartidos entre sí. Con base en esos intercambios, surge la siguiente declaración.

Sede Central del IICA, San José, Costa Rica, 24 de abril de 2024

PRIMER ENCUENTRO DE LÍDERES DE LA RURALIDAD DE LAS AMÉRICAS
“Fortaleciendo la ruralidad a través de la producción sustentable, resiliente e inclusiva”
Declaración de los Líderes de la Ruralidad de las Américas

1. En un mundo en el que la seguridad alimentaria, nutricional y climática son una preocupación creciente, y en el que las formas de producción deben ser cada vez más sustentables e inclusivas, resulta imperativo reconocer y valorar la decisiva contribución de la ruralidad en su conjunto, sus líderes y comunidades, que destinan conocimientos, recursos y esfuerzos a garantizar una adecuada oferta de alimentos producidos en armonía con la naturaleza, desempeñando un papel fundamental en la construcción de sociedades más seguras, equitativas y resilientes.

2. En todo lugar, líderes y comunidades trabajan incansablemente para identificar y abordar las barreras que impiden el acceso a suministros saludables en entornos rurales, organizando programas de educación alimentaria, estableciendo huertos comunitarios, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles, impulsando actividades educativas, revalorizando cultivos nativos y colaborando con organizaciones locales e internacionales para desarrollar soluciones innovadoras y sostenibles.

3. El 1er Encuentro de Líderes de la Ruralidad de las Américas reunió a 29 mujeres y 21 hombres de 21 países de las Américas, reconocidos con el premio “Alma de la Ruralidad” instituido por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), y se celebró en la sede de este organismo a invitación de su Director General.

4. En este marco los y las líderes hemos refrendado nuestro compromiso y responsabilidad de seguir siendo garantes de la seguridad alimentaria y nutricional, promotores del desarrollo sustentable y guardianes de la biodiversidad del planeta, procurando compartir experiencias exitosas y construyendo redes que eleven el potencial productivo y el bienestar rural en los países de las Américas.

5. Este grupo representa a todas esas personas que producen, plantan, cosechan, crean, innovan, enseñan y unen a sus comunidades, y cuya impronta está presente en cada alimento que se consume, en cada parcela de tierra productiva y por lo tanto es preciso visibilizar su trabajo.

6. A través de compartir nuestros relatos e historias de vida construimos, a partir de la diversidad, que es una de las fortalezas de nuestra región, una visión común de futuro para la ruralidad de las Américas, haciendo a la agricultura parte de la solución a los desafíos de la agenda global, como el cambio climático y la seguridad alimentaria y demandando a los gobiernos políticas públicas que sean pro-naturaleza, pro-agricultura y pro-productores.

7. Expresamos la voluntad de compartir experiencias exitosas de innovación y las buenas prácticas de agricultura sustentable, particularmente las que mejoran las condiciones de vida en nuestras comunidades; así como la disposición de trabajar con los diferentes actores que participan en el sector agropecuario y rural para reducir las brechas de desarrollo.

8. Entre los diferentes temas que abordamos sobresale el que se refiere al ambiente y los efectos del cambio climático. Reafirmamos que la agricultura es parte de la solución y coincidimos en el desafío que representan la degradación de los suelos de uso agrícola y la gestión del agua, temas en los que varias de las experiencias compartidas se presentan como alternativas para superar tal desafío, entre ellas el desarrollo de la bioeconomía, la economía circular y los bioinsumos.

9. Otro tema de la mayor relevancia se refiere a la equidad de género, por lo que hicimos un llamado urgente al empoderamiento económico de las mujeres de las comunidades rurales, y a visibilizar su importancia en las actividades agropecuarias y el desarrollo rural, cambiando el paradigma sobre los roles de hombres y mujeres en el campo. Propusimos articular las distintas experiencias para crear una agenda regional en este tema y que las mujeres sean protagonistas de la propia transformación.

10. También destacamos el tema de mantener o reincorporar a los y las jóvenes en el campo, a partir de brindarles opciones reales de desarrollo, fomentando y aprovechando su espíritu innovador y emprendedor, con la implementación de tecnologías y el fortalecimiento de la educación y la enseñanza, asegurando el relevo generacional en los territorios.

11. Coincidimos en que una de las oportunidades más importantes para una mejor agricultura y ruralidad es la incorporación de tecnologías digitales; sin embargo, es urgente superar el reto de la conectividad rural donde solamente 4 de 10 personas tienen conectividad. En este sentido es preciso democratizar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, fortaleciendo tanto las políticas públicas, como los vínculos con el sector privado. También señalamos que es necesaria la adaptación de innovaciones tecnológicas a realidades locales a fin de cambiar la manera de producir y hacerla más eficiente.

12. Subrayamos que estas iniciativas y emprendimientos requieren de financiamiento para mantenerlos y expandirlos. En este tema es muy valioso el aporte que pueden hacer instituciones como el FIDA o la CAF, en particular con fondos dirigidos a comunidades rurales.

13. Destacamos que estas iniciativas deben tener rentabilidad para generar ingresos y arraigo en las comunidades, lo que a su vez exige planificación y la incorporación de valor agregado.

14. Reconocemos la pertinencia de impulsar el cooperativismo y otras formas de asociatividad, como una vía de detonar el potencial de la agricultura familiar. De esta manera se reducen riesgos para el pequeño productor, garantizándole progresar en la escala económica, al tiempo que facilita su competitividad y su consecuente incorporación al mercado.

15. Hacemos un llamado a autoridades del sector agropecuario, sector público y sector privado, sociedad civil y parlamentos a observar con atención y contribuir a las actividades que acontecen en las áreas rurales de las Américas y a reforzar su trabajo para el bienestar de las comunidades.

16. Solicitamos al IICA que continúe con su contribución para que las comunidades rurales, a través de sus líderes, sean escuchadas y que los intereses de las personas que viven y producen en las áreas rurales sean contemplados; así mismo, que los y las líderes cuenten con la colaboración técnica del Instituto y sus aliados para que puedan favorecer su actividad productiva, en un marco de sostenibilidad.

17. Propusimos desarrollar y consolidar una “Red de líderes rurales de las Américas” en la que el IICA pueda asumir la Secretaría de dicha red. Se hace indispensable generar un ámbito de vinculación y coordinación para que las experiencias destacadas puedan ser difundidas, aprovechadas y aplicadas en realidades comunes. En tal sentido, hacemos nuestra y respaldamos el conjunto de acciones hemisféricas propuestas por el Director General al término del encuentro (ver aquí).

18. El grupo agradeció al IICA y a su Director General por su iniciativa para reconocer a las y los líderes de la ruralidad de las Américas y por su compromiso de trabajar para que ese reconocimiento facilite vinculaciones con organismos oficiales, de la sociedad civil y del sector privado para la obtención de apoyo para sus causas.

19. Los resultados de este encuentro deben hacerse del conocimiento de los órganos de gobierno del IICA, integrados por los ministros y secretarios de Agricultura de los 34 países de las Américas miembros del Instituto, para que con su apoyo se generen y amplíen los espacios de interacción entre los líderes de la ruralidad, a fin de considerar sus propuestas y sugerencias en la elaboración de políticas públicas.

20. Solo trabajando juntos podremos construir un futuro en el que la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental sea una realidad para todos los habitantes de América y el mundo, especialmente en los ambientes rurales donde su preservación es esencial para el bienestar de las generaciones presentes y futuras.

¡Juntos podemos hacer esto!

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