Montevideo | EFE.-
Uruguay afronta las horas previas al relevo presidencial entre el actual mandatario, Tabaré Vázquez, del Frente Amplio (FA, izquierda), y el electo, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN, centroderecha), quien ganó las elecciones en noviembre pasado.
Después de una despedida masiva y entre lágrimas celebrada anoche en el popular barrio montevideano de La Teja, Vázquez afronta este sábado la última jornada de su segundo mandato presidencial (2015-2020), en la que, entre otras actividades, mantendrá un encuentro con el rey de España, Felipe VI.
El monarca español es la primera autoridad internacional de cuantas asistirán a la toma de posesión del nuevo mandatario, que tendrá lugar mañana, 1 de marzo, en llegar al país suramericano, después de que el vuelo de la Fuerza Aérea Española aterrizase anoche en el aeropuerto de Carrasco, en las afueras de Montevideo.
120 DELEGACIONES INTERNACIONALES
La representación española, que se completó este sábado con la llegada de la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, es una de las 120 delegaciones que acudirán a la ceremonia de traspaso presidencial este domingo, si bien solo habrá seis jefes de Estado.
Además del rey español, viajarán a Montevideo este domingo el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; el de Chile, Sebastián Piñera; el de Colombia, Iván Duque; el de Paraguay, Mario Abdo Benítez; y el de Bangladés, Abdul Hamid.
Sin duda, la gran ausencia será la del nuevo mandatario argentino, Alberto Fernández, a cuya toma de posesión acudieron Vázquez y Lacalle Pou en lo que se interpretó como un gesto de normalidad en la transición política uruguaya.
El presidente del país vecino argumentó que este domingo afronta la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, lo que provocó que el deseado encuentro entre Bolsonaro y Fernández, los mandatarios de los dos gigantes suramericanos, debiera aplazarse.
Tampoco estarán los grandes líderes de la izquierda latinoamericana, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Cuba, Miguel Díaz Canel; y Nicaragua, Daniel Ortega. En este caso su ausencia se debe al deseo expreso de las nuevas autoridades uruguayas de que no participaran de la ceremonia.
Un gran foco de atención será la llegada del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en plena campaña para su reelección.
El uruguayo, quien fuera canciller en el Gobierno de José Mujica (2010-2015), viaja a su país enfrentado a su antigua formación política, el Frente Amplio, por su postura en la crisis venezolana y apoyado expresamente en su gestión por Lacalle y el próximo canciller, Ernesto Talvi.
La vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell; el de Ecuador, Otto Sonnenhoizner; los cancilleres de México, Marcelo Ebrard; y de Argentina, Felipe Solá; la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan; y varios representantes de otros Gobiernos de todo el mundo acudirán a la ceremonia de este domingo.
UN JURAMENTO PARLAMENTARIO Y LA BANDA PRESIDENCIAL
Los actos de toma de posesión de Lacalle Pou como nuevo presidente darán comienzo a las 14.00 hora local (19.00 GMT) de este domingo, con un juramento ante la Asamblea General (Cámaras de Diputados y Senadores) en el Palacio Legislativo. Este lo efectuará ante Mujica como senador más votado de la lista más votada en las elecciones celebradas en octubre.
Posteriormente, él y la que será su vicepresidenta, Beatriz Argimón, desfilarán por la avenida Libertador antes de alcanzar la Plaza Independencia, donde el actual mandatario, Tabaré Vázquez, entregará la banda presidencial a Lacalle Pou.
Dicho desfile estará acompañado por unos 1.500 jinetes llegados de distintos puntos del país bajo el lema «La Voz del Campo», un movimiento autoconvocado para celebrar el triunfo en las urnas y su posterior asunción como mandatario del líder nacionalista.
Una vez concluya el relevo presidencial y, tras la firma de los ministros designados como nuevos miembros del gabinete 2020-2025, las delegaciones internacionales cruzarán al Palacio Artigas, donde saludarán personalmente al ya nuevo jefe de Estado de Uruguay.
La tranquilidad domina las calles de Montevideo, si bien en las últimas horas se han reforzado las medidas de seguridad en sitios públicos, especialmente visibles en los lugares de alojamiento o de posible concentración de las autoridades invitadas.