San Salvador | EFE.-
La Fiscalía General de la República (FGR) de El Salvador presentó este viernes el dictamen de acusación contra catorce agentes de elite de la Policía ante un juzgado contra la violencia machista por el feminicidio de una compañera del cuerpo de seguridad en 2017, informó el órgano Judicial.
La fuente precisó que la corte de instrucción para una Vida Libre de Violencia y Discriminación contra las Mujeres deberá establecer la fecha para realizar la audiencia preliminar contra los uniformados, acusados de feminicidio agravado e incumplimiento de deberes en perjuicio de la agente Carla Ayala.
Precisó que el Ministerio Público presentó un documento de 166 folios con la acusación y otro con 2.220 con «más prueba documental, testimonial y pericial».
El 29 de diciembre de 2017, tras una «fiesta navideña», Ayala fue herida de bala por el agente del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) Juan Josué Castillo, quien luego huyó hasta el oriente salvadoreño llevándose a la lesionada.
La FGR confirmó el 11 de septiembre de 2018 que un cuerpo localizado unos días antes en una fosa en un terreno rural, que pertenece a un familiar de Castillo, era el de Ayala.
La institución autorizó la entrega del cuerpo de la víctima a sus familiares el 20 de septiembre, tras concluir un «estudio antropológico» y «peritajes médico-forenses».
Este crimen llevó a las autoridades disolver la referida unidad elite y a lanzar el 14 de febrero de 2018 la Unidad Táctica Especializada Policial (UTEP), conocidos como «Jaguares».
Según el director de la Policía, Howard Cotto, cada miembro del UTEP está «comprometido» con el «respeto a los derechos humanos, con enfoque de género», dado que es la primera vez que los cuerpos de elite salvadoreños incluyen a mujeres entre sus filas.
Cotto anunció en la referida fecha que la Policía realizaría una serie de reformas, entre las que se encuentran la creación de la Unidad de Salud Mental, tras recibir varias críticas por la poca atención psicológica que reciben los agentes.
Según un informe de Amnistía Internacional, los altos niveles de violencia y de feminicidios hacen de El Salvador uno de los países «más peligrosos» del mundo para las mujeres.