Buenos Aires, (IICA).-
Los ministros de Agricultura de los países que integran el Consejo Agropecuario del Sur (CAS) pidieron a la Unión Europea (UE) que postergue la implementación del Reglamento 1115/2023 sobre deforestación, prevista para el próximo 30 de diciembre.
Su entrada en vigencia sin una discusión más amplia –advirtieron- puede impactar negativamente en el comercio agroalimentario y afectar particularmente a los pequeños y medianos productores de los países de la región.
Los ministros expresaron a la Comisión Europea la disposición de los países del Cono Sur de las Américas a trabajar en forma conjunta y entablar un diálogo real y efectivo, a través de una declaración firmada durante la XLVII reunión ordinaria del CAS, foro de consulta y coordinación de acciones regionales en temas de política agropecuaria con más de 20 años de trayectoria.
El CAS está integrado por los ministros de Agricultura de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y su secretaría técnica está a cargo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
La reunión se desarrolló en Buenos Aires, en el predio donde se desarrolla la Exposición Rural –tradicional muestra del agro argentino- con la participación de Sergio Iraeta, Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y presidente pro tempore del CAS; Esteban Valenzuela, Ministro de Agricultura de Chile; Fernando Mattos, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay; Cleber Soares, Secretario de Innovación, Desarrollo Rural y Riego del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil; César Duarte, Director de Coordinación y Administración de Proyectos del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay; y Víctor Hugo Hilari, Director de Producción, Pecuaria, Acuicultura y Pesca de Bolivia.
También tomaron parte del encuentro Gabriel Delgado y Rodrigo Saldías, quienes ejercen la secretaría técnica y administrativa del CAS en nombre del IICA; y Fernando Camargo, Representante del IICA en Argentina.
Incremento del proteccionismo
“El crecimiento de las regulaciones al comercio agroalimentario marca un incremento del proteccionismo. Son temas que trascienden las fronteras nacionales y requieren un abordaje regional. Estamos plenamente convencidos de que nuestros sistemas de producción están llamados a ser parte de la solución a los desafíos que enfrenta la humanidad”, dijo Iraeta, quien hizo su presentación como presidente pro tempore del CAS y subrayó el valor del papel que viene cumpliendo el foro como coordinador de políticas entre distintos países.
El ministro Valenzuela enfatizó la necesidad de una mayor discusión del Reglamento 1115 de la UE, que exige que aquellos que vendan productos primarios a países del continente certifiquen que la producción no se haya realizado en territorios deforestados luego de 2020. “Tenemos que ser claros en la necesidad de enfocarnos en el diálogo y en los acuerdos que es lo que importa. Hace falta un trabajo colaborativo”, afirmó.
Mattos, por su lado, advirtió que los países del CAS juegan un rol fundamental para el futuro de un mundo que busca asegurar la provisión de alimentos. “Los desafíos productivos dependen mucho de la investigación y la innovación y eso es lo que hay que poner en primer plano”, consideró.
Hilari aseguró que para Bolivia “el cuidado de la madre tierra es fundamental” y manifestó que es necesario discutir el Reglamento sobre Deforestación, teniendo en cuenta el escaso tiempo que queda para su entrada en vigencia.
González también señaló que Paraguay “está muy atento a la aplicación del Reglamento” y que su entrada en vigencia debe ser postergada.
Cleber Soares expresó también el rechazo de Brasil al Reglamento de la UE y manifestó que su país hubiera esperado un clima de discusión y cooperación con la UE durante la discusión de la norma.
En la declaración firmada por los ministros, estos advirtieron que la complejidad y los costos de los mecanismos del Reglamento sobre Deforestación podrían excluir a los pequeños productores de las cadenas de valor.
También señalaron que la clasificación de riesgo de deforestación y degradación forestal de países que prevé realizar la Comisión Europea podría ser incompatible con las obligaciones asumidas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los países del CAS son líderes en la adaptación de buenas prácticas y tecnologías para mejorar la sostenibilidad de la producción agropecuaria y siempre han planteado que no existen soluciones únicas para los problemas globales y que debe fortalecerse el multilateralismo y la cooperación internacional, sostuvieron los ministros.
Riesgos de uso de antimicrobianos
Los ministros del CAS llamaron la atención, además, sobre la necesidad de adoptar un enfoque científico para el uso de medicamentos antimicrobianos en la producción animal, con el objetivo de proteger la salud humana. Firmaron una declaración en ese sentido, en la que alentaron a los países a perfeccionar los sistemas de control de su uso y advirtieron que la resistencia antimicrobiana es una amenaza para la salud pública mundial que debe abordarse con cooperación internacional
Un tercer pronunciamiento del CAS durante el encuentro de Buenos Aires señaló que las decisiones sobre límites máximos de residuos de plaguicidas en los alimentos deben adoptarse con base en evidencia científica sólida y de acuerdo con los compromisos asumidos en la OMC.
“Las medidas sanitarias y fitosanitarias no deben constituir barreras innecesarias al comercio”, afirmaron. “El uso de plaguicidas agrícolas –agregaron- es una herramienta necesaria y relevante para garantizar la seguridad alimentaria en los países del CAS y el mundo, asegurando la cadena de suministro de alimentos a un costo aceptable y evitando distorsiones del mercado”.
En la reunión los ministros escucharon una presentación sobre los avances de la plataforma de ganadería sostenible que, con el trabajo conjunto del IICA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), está trabajándose en forma coordinada para los países del CAS. “Es vital que los países del CAS desarrollemos factores de emisión de gases de efecto invernadero propios de la ganadería, con base científica”, dijo el viceministro brasileño Cleber Soares.
Representantes del sector privado también fueron parte de la reunión, con la intervención de directivos de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) y la Confederación de Organizaciones de Productores Familiares del Mercosur (COPROFAM).