Manuel Otero, Director General del IICA, nuevo miembro de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de Argentina

El Director General del IICA, Manuel Otero, será académico correspondiente en Costa Rica, donde se encuentra la Sede Central del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural. La designación fue otorgada en manos del presidente de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de Argentina, Jorge Errecalde.
Buenos Aires, (IICA.-

El Director General del Instituto de Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, fue incorporado a la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de Argentina por su visión de la política agropecuaria continental.

La incorporación se realizó en una sesión pública extraordinaria encabezada por el presidente de la Academia, Jorge Errecalde, en la sede de la institución, en la ciudad de Buenos Aires, donde Otero ofreció luego una conferencia con el tema “Desafíos de los Sistemas Agroalimentarios en el Siglo XXI”. El Director General del IICA será académico correspondiente en Costa Rica, donde se encuentra la Sede Central del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural.

El nuevo miembro de la Academia fue presentado por el ex Secretario de Agricultura y Ganadería de Argentina Lucio Reca y por el médico veterinario Carlos José Van Gelderen, ambos con una extensa trayectoria de contribuciones en materia de políticas públicas y construcción de institucionalidad agropecuaria.

Las Academias Nacionales están dedicadas a cobijar, promover y facilitar el desarrollo de las ciencias y las artes. La Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de Argentina tiene más de 100 años de historia: fue creada por el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a través de una resolución del 16 de octubre de 1909. Sus miembros cumplen actividades intelectuales vinculadas con sus respectivas especialidades científicas y con relación a los problemas de interés para la comunidad nacional e internacional.

El ex Secretario de Agricultura y Ganadería de Argentina, Lucio Reca; el médico veterinario Carlos José Van Gelderen; el presidente de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria de Argentina, Jorge Errecalde; y el Director General del IICA, Manuel Otero.

“Nuestro país enfrenta una vez más una crisis política, económica y social. Las Academias deben actuar como faros en sus áreas de competencia para aportar propuestas de soluciones creativas en las áreas críticas”, dijo Errecalde al anunciar la incorporación de Otero, de quien dijo que “viene a aportar a la Academia una amplia visión de la problemática agropecuaria americana, fundamental para seguir integrando a nuestro país en el contexto internacional”.

Van Gelderen hizo un repaso por la carrera profesional de Otero, quien es médico veterinario de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y es máster en Producción Animal del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y en Desarrollo Rural de la Universidad de Londres. Ha sido Agregado Agrícola en la Embajada Argentina en Estados Unidos, Vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y fue elegido Director General del IICA en 2017, para el período 2018-2022 y reelecto en 2021, para el período 2022-2026.

Van Gelderen rescató especialmente la tarea de Otero al frente del IICA, en la movilización y la búsqueda de consensos entre los países de las Américas, de cara a grandes foros de debate internacional, como la Cumbre de Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas en 2021 y la Conferencia de Cambio Climático (COP 27), de Egipto, en 2022.

Reca señaló que Otero se convirtió en un referente en la política agrícola americana. “Siempre tuvo el compromiso de difundir los beneficios del libre comercio agrícola y de la cooperación en el área agroindustrial. Y también tuvo la capacidad de diálogo como cualidad destacada. Por eso no sorprende su actuación profesional”, señaló.

El nuevo escenario global

En su exposición, Otero valoró que los nombres más respetados de la profesión han pasado por la Academia, a la que vinculó al más alto nivel de excelencia profesional.

“Luego de un largo período – afirmó- en el que la agricultura y la alimentación estuvieron mayormente asociadas al debate sobre la pobreza y la búsqueda de caminos para eliminar la pobreza rural, irrumpió la pandemia, se intensificó al mismo tiempo la frecuencia de eventos climáticos extremos y, por si todo esto fuera poco, se desencadenó hace 14 meses la trágica invasión de Rusia a Ucrania. Este nuevo escenario evidenció crudamente la fragilidad y visión fragmentada de muchos componentes de nuestra agricultura y de la seguridad alimentaria. Y simultáneamente puso a la agricultura nuevamente al tope de los temas de la agenda internacional, como había ocurrido antes a finales de la Segunda Guerra Mundial”.

El Director General del IICA hizo un repaso por las transformaciones que se han producido desde entonces y que cambiaron el papel de la agricultura en la sociedad.

“La magnitud de estas transformaciones queda clara cuando se analiza cómo ha cambiado la participación de la agricultura primaria en el consumo de alimentos entre 1950 y nuestros días. Según  datos de los Estados Unidos – la única serie larga disponible– pasó de más del 40% a sólo  14,3% en 2019”, explicó.

Otero afirmó que así, en la esfera internacional, se planteó la necesidad de promover una  discusión más sistémica sobre la alimentación, al punto de que en septiembre de 2021 el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres,  convocó a una Cumbre  mundial sobre  sistemas alimentarios, con el objetivo de acordar estrategias y políticas para la transformación y fortalecimiento frente a los desafíos de un nuevo tiempo, y particularmente ante la necesidad de atender las demandas de una población global que todo parece indicar que seguirá  creciendo hasta finales de este siglo.

“En esa Cumbre, los países de las Américas participaron activamente generando un consenso sintetizado en 16 poderosos mensajes –elaborados y acordados con el apoyo del IICA– en los que se planteó una posición que parte de reconocer la sustentabilidad de nuestros sistemas productivos y el papel estratégico que los sistemas alimentarios de las Américas tienen en la salud económica y social de nuestros países, así como en la seguridad alimentaria y ambiental a nivel global”, dijo el nuevo académico.

Otero también se refirió a la cuestión del cambio climático, que afecta de manera brutal la actividad agropecuaria, además de trazar un panorama optimista sobre el futuro de Argentina haciendo referencia a sus recursos naturales en consonancia con la ciencia y la tecnología.

“El sector agropecuario en general, y la ganadería en particular, deben ser vistos como parte de la solución y no del problema. Tenemos que ver el vaso medio lleno y defender con racionalidad y coherencia el hecho de que nuestro sector es el único que puede y está haciendo aportes concretos en materia de mitigación, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y promoviendo el secuestro de carbono de nuestros suelos “, afirmó.

En su discurso, también hizo hincapié en la brecha en inversiones en investigación y desarrollo que perjudica a América Latina y el Caribe y refleja una carencia de perspectiva y políticas de Estado en cuanto al papel de la ciencia y la tecnología. “La Academia puede hacer una contribución muy grande en llamar la atención sobre este tema”, afirmó.

“El escenario actual y el aprovechamiento de las oportunidades que nos ofrece nos debe convocar a trabajar juntos -academia, sector público y sector privado, sociedad civil organizada- para reposicionar y dar una nueva dimensión a los temas de ciencia y tecnología, y así recorrer un camino hacia el pleno desarrollo agropecuario y rural, con la internalización plena de las dimensiones de la sostenibilidad ambiental e inclusión social”, concluyó Otero.

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