Caracas | EFE.-
El presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), Francesco Rocca, alertó este viernes de que no conoce el contenido de la ayuda humanitaria que se acopia en la ciudad colombiana de Cúcuta para ser entregada en Venezuela, y que la institución «nunca» ha trabajado junto a militares.
«En la historia, nosotros vamos a cumplir 154 años de estar trabajando, nunca hemos trabajado con las fuerzas armadas, no es nuestro rol», dijo Rocca, mediante una intérprete, en una rueda de prensa ofrecida en Caracas junto a las autoridades de la institución en Venezuela.
El también director de la Cruz Roja italiana está de visita en el país sudamericano «en un marco de acompañamiento y de apoyo a la sociedad», y ante el posible ingreso de ayudas que fueron gestionadas por la oposición venezolana.
En ese sentido, señaló que sostendrá algunas reuniones con personas ligadas al programa de ayudas en las próximas horas, aunque evitó ofrecer mayores detalles para no poner «en riesgo» el rol de la IFRC.
También indicó no estar al tanto sobre el volumen o contenido de las ayudas, e indicó que estas no son aportadas por la Cruz Roja.
«Sé las mismas cosas que ustedes han leído en los periódicos, que hay importantes carencias en el país por la situación de los hospitales y los pacientes de enfermedades crónicas», dijo.
Con estas declaraciones, Rocca confirmó la postura de la IFRC de no participar en la entrega de las ayudas si hay fuerzas militares implicadas en el proceso, aunque la filial venezolana de la institución dijo el pasado martes que actuaría «en la medida que le sea solicitado» y cuando conozca en qué consiste.
La oposición, que no reconoce la legitimidad del nuevo mandato que juró el presidente Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, señala que Venezuela padece una crisis humanitaria y ha pedido el ingreso de ayudas para hacer frente a la situación.
La solicitud la reiteró en los últimos días el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, que el pasado 23 de enero anunció que asumía funciones como presidente interino de Venezuela, lo que ha sido tomado por el Gobierno de Maduro como un golpe de Estado.
El Gobierno de Maduro ha negado que el país esté en crisis, y rechaza recibir el apoyo alegando que podría dar paso a una invasión armada que desaloje al chavismo del poder, que ejerce desde 1999.
Esta misma jornada, Maduro reiteró que Venezuela no necesita de ayudas y que, en todo caso, estas que se acopian en Cúcuta deberían darse a los colombianos de esa zona y que representan «un regalo podrido» que porta el «veneno de la humillación».