Buenos Aires, (IICA).-
La 27ª Conferencia Anual del Consorcio Internacional de Investigación en Bioeconomía Aplicada (ICABR, por sus iniciales en inglés), se llevó a cabo durante cuatro días en Buenos Aires, con más de 150 investigadores y científicos especializados en bioeconomía de las Américas, Europa y África, junto a referentes políticos, empresarios y bioemprendedores.
Los enormes pasos adelante que ha dado la bioeconomía en América Latina y su enorme potencial para seguir creciendo quedaron en evidencia durante la 27ª Conferencia Anual del Consorcio Internacional de Investigación en Bioeconomía Aplicada (ICABR, por sus iniciales en inglés),
El evento reunió en Buenos Aires, durante cuatro días de intenso trabajo y debates, a más de 150 investigadores y científicos especializados en bioeconomía de las Américas, Europa y África, junto a referentes políticos, empresarios y bioemprendedores. La bioeconomía se presenta como una nueva oportunidad de desarrollo para la región a partir del aprovechamiento e industrialización eficiente, sostenible e inclusiva de sus recursos naturales y biodiversidad.
El encuentro, que llegó por primera vez a América Latina, fue coorganizado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT) de Argentina, el ICABR y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Académicos premiados discutieron las perspectivas de la bioeconomía en la región con representantes de empresas de biotecnología, biocombustibles o bioinsumos en ocho sesiones plenarias y múltiples talleres de trabajo. Algunos de los temas tratados fueron el actual escenario de la bioeconomía en el mundo, las cadenas de valor de los nuevos bioproductos y bioservicios, el comercio internacional de productos genéticamente editados, el rol de los biocombustibles en la descarbonización y las metodologías para la medición de la bioeconomía.
Una de las noticias más auspiciosas que surgió de la conferencia fue la creación de la Red Latinoamericana de Bioeconomía, paso dado por 25 instituciones públicas, privadas, académicas y organismos de cooperación regional e internacional, durante un taller de trabajo convocado por el IICA. El organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural de las Américas ejercerá la Secretaría Ejecutiva y Técnica de la Red Latinoamericana, por pedido unánime de sus integrantes.
Se espera que la Red Latinoamericana de Bioeconomía se convierta en un espacio de discusión, intercambio y construcción entre los principales referentes de la bioeconomía regional.
A través de la Red, las organizaciones participantes tendrán la posibilidad de gestionar conocimientos, buenas prácticas y lecciones aprendidas. Los participantes del taller que acordaron la creación de la Red fueron tomadores de decisión de la bioeconomía de México, Costa Rica, Ecuador, Colombia, Argentina, Guatemala, Brasil, Uruguay y Paraguay; y representantes de organismos internacionales, regionales y nacionales.
Las perspectivas regionales
Hugo Chavarría, gerente del programa de Innovación y Bioeconomía del IICA, consideró que, si bien la bioeconomía ha madurado en la región en los últimos años, con desarrollos productivos relacionados sobre todo con aplicaciones biotecnológicas, biocombustibles, bioinsumos, agricultura baja en carbono y servicios ecosistémicos, entre otros, todavía hay mucho más por hacer.
“América Latina es sinónimo de recursos biológicos. Si bien tenemos solo el 15% de la superficie terrestre del planeta y el 8% de la población, poseemos el 50% de la biodiversidad y el 23% de los bosques”, dijo Chavarría.
“De todas maneras –advirtió-, debemos avanzar mucho para conocer y aprovechar los recursos plenamente. Hoy, en nuestra región solo tenemos mapeada y documentada entre el 20 y el 30% de la biodiversidad; entonces no podemos aprovecharla”.
En ese sentido hizo hincapié en que mucha de la biomasa que se genera en América Latina y el Caribe todavía es considerada residuos y que hay un largo camino por recorrer para industrializar lo biológico. “El 66% de las exportaciones de nuestra región son productos primarios, sin agregación de valor”, reveló.
“Las nuevas industrias vinculadas a la bioeconomía deben desarrollarse en los territorios rurales, para generar empleo e ingresos que beneficien a las comunidades vulnerables. Hay países que tienen planes nacionales de bioeconomía y muchos que están trabajando, con apoyo de organismos internacionales. Sin embargo, no es suficiente. Necesitamos pisar el acelerador en sensibilización, formación de capacidades, normativa, investigación, desarrollo e inversiones para agregar valor a nuestra producción agrícola en armonía con el ambiente y ser protagonistas de la bioeconomía mundial”, concluyó.
En el acto de apertura de la conferencia participaron el Secretario de Agricultura y el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina, Juan José Bahillo y Daniel Filmus, respectivamente; el presidente del ICABR, Justus Wesseler; y el Director General del IICA, Manuel Otero.
“La conferencia ha sido muy exitosa gracias a los participantes de América Latina y otros países del mundo. Ha quedado demostrado que en esta región hay muchísimos proyectos ya en marcha vinculados con la bioeconomía y que también existe un importante esfuerzo de investigación, a partir de académicos crecientemente interesados. Esto es muy valioso para que lo sepan los formadores de políticas públicas”, dijo Wesseler, quien es académico de la Universidad de Wageningen, de los Países Bajos, y especialista en biotecnología y contribución de las cadenas de valor a la sostenibilidad.
“América Latina puede beneficiarse enormemente con un mayor desarrollo de la bioeconomía. Hacen falta mayores inversiones para trasladar a la práctica muchísimos proyectos de investigación. Por eso la bioeconomía debe ocupar un lugar más importante en la agenda de la región”, finalizó el presidente de ICABR.