La bioeconomía es la oportunidad para que América Latina logre reducción de la pobreza en zonas rurales, afirma la Secretaria de Agricultura y Ganadería de Honduras

La Secretaria de Agricultura y Ganadería de Honduras, Laura Suazo, aseguró que la prioridad de su gestión es ayudar a los campesinos a mejorar sus rendimientos agrícolas, combatir la pobreza de los suelos y lograr un comercio justo, de manera que se accedan a una vida digna y no abandonen en el campo.
Brasilia, (IICA).-

Un mayor desarrollo de la bioeconomía puede ser la llave para que Honduras y otros países latinoamericanos reduzcan la dependencia de su agricultura de insumos externos y logren una reducción de la pobreza en las zonas rurales, indicó la Secretaria de Agricultura y Ganadería hondureña, Laura Suazo, en una entrevista con el programa AgroAmerica, que se emite por el canal brasileño de TV Agro Mais.

“La bioeconomía es más que necesaria para avanzar hacia un desarrollo sostenible y luchar contra la pobreza, que afecta a la mayoría de los pequeños productores agropecuarios de Honduras. No podemos seguir produciendo como si los recursos naturales fueran infinitos; tenemos que utilizarlos de manera tal que nos permitan generar riqueza sin dañar el medio ambiente”, dijo Suazo, la primera mujer al frente de la cartera de Agricultura y Ganadería de Honduras, cargo para el que fue designada por quien también es la primera mujer presidenta del país centroamericano, Xiomara Castro.

Suazo, de profesión ingeniera agrónoma, fue elegida en julio pasado presidenta del Comité Ejecutivo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), órgano de gobierno del organismo internacional especializado en desarrollo agrícola y rural.

“Fui muy honrada al ser nominada presidenta del Comité Ejecutivo. Los países de las Américas estamos haciendo frente en el IICA a los retos globales de la agricultura. Hace algunos años, podíamos decir que estos eran la pobreza estructural en las zonas rurales y el impacto del cambio climático. Pero hoy estamos además ante una economía que se debilitó por la pandemia de Covid-19 y los graves problemas generados por  el aumento de los precios de los fertilizantes químicos, de los combustibles y de los fletes marítimos, debido a la guerra en Europa del Este”, explicó Suazo.

“Los agricultores deben afrontar mayores costos, que no son compensados por el precio que se les paga por los alimentos que producen”, agregó.

Las respuestas a este escenario de crisis deben buscarse en un mayor desarrollo de la bioeconomía y en la utilización de tecnologías, consideró Suazo, quien detalló: “Eso son ejes centrales del trabajo que estamos llevando adelante con el IICA, organismo que juega un papel muy importante como constructor de alianzas y articulador con actores como universidades, gobiernos y empresas. Juntos podemos encontrar mejores y más rápidas soluciones para poner tecnología e información en manos de los pequeños productores. Necesitamos que el conocimiento llegue a ellos, para que la ciencia resuelva los problemas reales de la agricultura, que son la dependencia de insumos externos y la pobreza”.

La bioeconomía es un modelo de aprovechamiento pleno de los recursos y principios biológicos para la producción e industrialización, impulsado por las nuevas fronteras de la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación. En los últimos años ha tenido un significativo crecimiento en América Latina y el Caribe, aunque su potencial de mayor desarrollo es enorme, debido a la riqueza de recursos naturales de la región.

En ese sentido, Suazo destacó la oportunidad que representa para Hondura la producción y el uso de abonos orgánicos. “No solo pueden ser más eficientes que los fertilizantes químicos –apuntó-, sino que pueden generar empleo en el país y reducir la dependencia de importaciones. Hoy hay una creciente oferta y demanda de abono orgánico en Honduras, aunque todavía hay agricultores que no conocen plenamente su potencial. Pueden ser una ventana para un negocio grande en el país”.

La secretaria también se refirió al impacto del cambio climático sobre la agricultura de Honduras, al que describió como uno de los países más vulnerables del mundo a este fenómeno global.

“Parte de la vulnerabilidad –explicó- tiene que ver con una economía pobre, ya que no existe infraestructura, muchas personas viven en un lugar donde no es posible vivir y no hay una capacitación adecuada a los productores sobre cómo adaptarse. Debemos hacer más y existen oportunidades. Aunque tenemos lluvias suficientes, no contamos con la capacidad de almacenar agua para que nuestros productores la usen durante la estación seca para producir, aunque hay algunos ejemplos  pilotos de reservorios a gran escala para cooperativas. Además, necesitamos recuperar prácticas ancestrales que mejorarán la sostenibilidad. Son temas pendientes en el país”.

Suazo aseguró que la prioridad de su gestión es ayudar a los campesinos a mejorar sus rendimientos agrícolas, combatir la pobreza de los suelos y lograr un comercio justo, de manera que se accedan a una vida digna y no abandonen en el campo.

“Estamos trabajando para cambiar la agricultura. El cambio comienza cuando la persona analiza cuáles son las causas de la pobreza  y tiene acompañamiento para encontrar oportunidades. Estamos ayudando a las comunidades a organizarse, a que fijen prioridades e identifiquen los recursos que existen en cada zona para promover una economía local. Necesitamos una agricultura humana, en la que los campesinos recuperen  la dignidad y el orgullo de ser pequeños productores”, concluyó.

Agro América es un programa del canal brasileño de TV Agro Mais, del Grupo Bandeirantes de comunicación, fruto de una alianza con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). La emisión presenta la actualidad del sector agropecuario y la ruralidad en los países miembros del IICA, con el objetivo de promover el intercambio de experiencias y una discusión sobre desafíos y oportunidades de América Latina y el Caribe en el área de desarrollo agropecuario y rural.

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