San José, (IICA).-
El Programa Suelos Vivos en las Américas, liderado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el prestigioso científico Rattan Lal, presentó los resultados más relevantes que ha obtenido en el continente desde su lanzamiento en 2020, gracias al trabajo conjunto con socios estratégicos del sector público y del sector privado.
El programa está generando conciencia sobre la importancia de la salud de los suelos para la seguridad alimentaria global y es un instrumento diseñado para contribuir a la sostenibilidad de la agricultura y a la calidad de vida en las zonas rurales del hemisferio.
La III Reunión de la Directiva fue una oportunidad para la rendición de cuentas de la iniciativa que ha dado origen a una robusta coalición –que incluye a Bayer, Syngenta y Pepsico como actores claves del sector privado- y ha promovido la obtención de logros concretos en el combate a la degradación de un recurso fundamental para la salud y la vida.
Suelos Vivos en las Américas vincula la ciencia, las políticas públicas y las compañías alimentarias con el trabajo de restauración de los suelos y el programa ha posibilitado la concreción de eventos de alto nivel con tomadores de decisiones, la elaboración de publicaciones técnicas sobre prácticas para la recuperación y recarbonización de los suelos y la creación de mecanismos para la diseminación de información relevante.
También ha impulsado la participación del sector agropecuario de las Américas en los más relevantes foros internacionales, como las últimas Conferencias de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 27 y 28).
Durante el evento, realizado de manera virtual, se presentaron los principales resultados de tres casos de éxitos vinculados al programa: C-Farm, liderado por el profesor Lal; C-Carbono, encabezado por la Universidad de São Paulo; y Chakras, conducido por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID).
Cosecha de carbono
Rattan Lal, considerado la máxima autoridad mundial en ciencias del suelo, presentó detalles y números del proyecto que lleva adelante el Lal Carbon Center, en la Universidad Estatal de Ohio. El trabajo del científico apunta a que el carbono se convierta en un commodity como el resto de los que cultivan los agricultores.
“La agricultura del carbono consiste en que la cosecha de carbono genere ingresos a los agricultores, debido a los beneficios ambientales que trae aparejados. Aumentar la materia orgánica en el suelo en solo 1% favorece enormemente la retención de agua”, dijo Lal, quien mostró los datos de incremento de la productividad en cultivos como trigo, arroz y sorgo gracias a la mayor presencia de carbono orgánico en el suelo.
De todas maneras, agregó que el éxito de cualquier estrategia de recuperación de los suelos depende de la cooperación con el sector privado. “Es el que puede ayudarnos –advirtió- a convertir la ciencia en acción. La meta central es no dejar a ningún agricultor atrás”.
Lal, Premio Mundial de la Alimentación 2020, también destacó la importancia de que el Programa Suelos Vivos ya está lanzándose en África, a partir de la alianza del IICA con organizaciones de ese continente, donde los rendimientos agrícolas han estado estancados durante décadas. “En el futuro –dijo- esperamos también llevar este trabajo a Asia”.
Carlos Cerri presentó el trabajo liderado por la Universidad de São Pablo en la investigación de buenas prácticas agrícolas con las cuales los países de las Américas tienen la oportunidad de aumentar el secuestro de carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Estamos avanzando en el conocimiento y sabemos que hay un potencial enorme no solo de secuestrar carbono en el suelo sino también de evitar casi el 40% de las emisiones”, afirmó.
El proyecto Chakras promueve la conservación ambiental sobre la base de tres pilares en la agricultura: labranza cero, rotación y diversificación de los cultivos y una cobertura permanente del suelo con cultivos o residuos del suelo.
“Junto a la Confederación de Asociaciones Americanas para la Agricultura Sustentable (CAAPAS) trabajamos para comprender cuál es la capacidad de absorber carbono orgánico de los suelos a través del sistema de siembra directa en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Y la idea es ampliar el proyecto a otros países de América Latina”, explicó Andrés Madias, de AAPRESID.
Agricultura regenerativa
Bayer está comprometido con el objetivo global de aumentar la producción de alimentos en un 50% para 2050, sin ampliar la frontera agropecuaria ni utilizar más recursos naturales.
Felipe Albuquerque, Jefe de Sustentabilidad de Bayer para América Latina, explicó que la compañía se fijó las metas de reducir en un 30% las emisiones de gases de efecto invernadero por cada kilogramo de alimento producido.
“Ya hemos demostrado que la agricultura regenerativa tiene un impacto positivo real en la productividad y el cuidado ambiental. El gran desafío es empoderar a los pequeños agricultores para que la practiquen. Bayer cree que la ciencia tiene que estar en la base de todo y que la agricultura regenerativa es el único camino”, afirmó.
Desde Syngenta, Patricia Toledo y Carlos Torres enfatizaron que la transformación de la agricultura es posible solo a través de la innovación y coincidieron en que es fundamental capacitar a los pequeños productores en agricultura regenerativa a través de programas privados y también de políticas públicas.
También dieron detalles de Livingro, el programa de Syngenta que promueva prácticas de manejo ecológico en diferentes sistemas agrícolas de la mano de tecnologías modernas y diversas de protección de cultivo.
Lloyd Day, Subdirector General del IICA; Muhammad Ibrahim, Director de Cooperación Técnica; Jorge Werthein, Asesor Especial de la Dirección General; Kathya Fajardo, Gerente del Programa de Acción Climática; Francisco Mello, Especialista internacional en Suelos y Clima, y Federico Villarreal, Representante del IICA en Guatemala, participaron en el encuentro que fue abierto por el Director General, Manuel Otero.
“Suelos Vivos en las Américas alcanzó resultados significativos con acciones en todo el hemisferio. Destacamos la importancia de las alianzas con Bayer, Syngenta y Pepsico, que son la demostración de que debemos fortalecer vínculos con el sector privado y productivo”, dijo Otero.
“La recuperación de la salud del suelo es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y preservar los servicios ecosistémicos que sostienen la vida en el planeta. La agricultura es parte de la solución a los desafíos globales y así debemos demostrarlo a través de una agenda que valore el rol del sector privado, la ciencia y la innovación”, concluyó.
En función de la experiencia y los resultados de LISAM, el IICA fue seleccionado por el Departamento de Estado de Estados Unidos para implementar en Guatemala la iniciativa Visión para Cultivos y Suelos Adaptados (VACS), que reúne al sector público y al sector privado en un esfuerzo para construir sistemas agroalimentarios resilientes basados en cultivos diversos, nutritivos, adaptados al cambio climático y cultivados en suelos sanos y fértiles. La iniciativa cuenta con un antecedente exitoso en África.
VACS fue lanzado en Washington, con la participación de Otero y Rattan Lal y altos funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sus objetivos son lograr resultados concretos, en un plazo de cinco años o menos, en la transformación de la agricultura guatemalteca, a través de una canalización de recursos de al menos 20 millones de dólares.