San José, (IICA).-
En el marco del Foro Público de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las misiones permanentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), organizaron en Ginebra el evento “Aprovechando el Potencial de América Latina: Agricultura Sostenible Pionera para Garantizar la Seguridad Alimentaria Mundial”.
La actividad tuvo como panelistas a Daniel Legarda, Ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca del Ecuador; Carla Caballeros, Directora Ejecutiva de la Cámara del Agro de Guatemala; Paulina Carrasco, productora lechera y Presidenta de la Asociación de Productores de Leche de la Región de Los Ríos, de Chile; y Ana María Schmidt, productora y exportadora de café orgánico de la Finca Montealegre, de El Salvador.
La moderación estuvo de Gloria Abraham, consultora y asesora internacional del IICA y ex Ministra de Agricultura y Ganadería y ex Embajadora ante la OMC de Costa Rica.
Durante el evento, se puso de relieve el rol esencial que América Latina desempeña y continuará desempeñando para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, con la previsión de que la región concentre un 25% del valor neto de las exportaciones mundiales de productos agropecuarios y pesqueros en 2028.
Con una enorme riqueza en recursos naturales y biodiversidad, que incluye casi el 40% de los ecosistemas y más de la mitad de los bosques primarios del mundo, y con un nivel de emisiones de gases de efecto invernadero que alcanzan solo el 3,8% del total mundial, América Latina posee un gran potencial para continuar desarrollando una agricultura pujante y sostenible, afirmaron los panelistas.
El evento permitió difundir el trabajo realizado por los sectores público y privado de distintos países de la región para promover e implementar diversas prácticas tendientes a mejorar la productividad y la producción agropecuaria de manera sostenible, atendiendo a las realidades ambientales, ecológicas, productivas y de desarrollo específicas de cada uno, para así contribuir a la seguridad alimentaria nacional e internacional, el desarrollo rural y la inclusión social.
Al mismo tiempo, las discusiones sirvieron para visibilizar los retos concretos que los productores y exportadores enfrentan al momento de comercializar sus productos, teniendo en cuenta las medidas arancelarias y no arancelarias y las políticas de apoyo a la producción de terceros países que generan distorsiones en los mercados agropecuarios internacionales.
En tal sentido, se puso de relieve la importancia de promover una cooperación internacional efectiva que permita minimizar el impacto en el comercio internacional de productos agropecuarios de las medidas adoptadas para atender objetivos legítimos, como los relativos a la protección de la salud y el medio ambiente, y evitar que estas se apliquen en forma que constituya un medio de discriminación arbitrario o injustificable, o una restricción encubierta al comercio internacional.
Asimismo, se reafirmó la necesidad de realizar avances sustantivos en las negociaciones agrícolas en la OMC en línea con el artículo 20 del Acuerdo sobre la Agricultura para promover un sistema de comercio agropecuario abierto, equitativo y orientado al mercado, donde se aseguren condiciones de competencia justas para los productos agropecuarios, mejorando así las perspectivas de crecimiento y desarrollo en los países de América Latina y en otros países en desarrollo.
Desde los países
El Ministro Daniel Legarda de Ecuador subrayó algunos de los principales retos enfrentados por la región para la exportación de productos agropecuarios, tales como el cumplimiento con las normas sanitarias y fitosanitarias y otras medidas no arancelarias, que pueden generar obstáculos para el comercio internacional; las normas privadas, que suponen mayores niveles de exigencia y costos asociados; y las distorsiones generadas por los subsidios en los mercados internacionales.
Resaltó la importancia de realizar avances en la largamente postergada agenda de negociación agrícola, a los efectos tanto de reducir las distorsiones generadas por los subsidios y mejorar la inserción internacional en los mercados agropecuarios, como de proteger el medio ambiente y luchar contra el cambio climático.
También llamó la atención sobre el necesario equilibrio entre los tres pilares de la sostenibilidad -ambiental, económica y social- al momento de establecer regulaciones que puedan afectar el comercio, y de contar con mecanismos de reconocimiento efectivo de los esfuerzos realizados por los productores para producir de manera sostenible.
Carla Caballeros de la Cámara del Agro de Guatemala, explicó las prácticas y herramientas utilizadas por el sector productivo y exportador del país para tener una producción agropecuaria sostenible y rentable; también subrayó los desafíos vinculados con las condiciones y exigencias para el acceso a los mercados internacionales implementadas de manera unilateral por algunos países importadores, desconociendo las realidades productivas y ambientales en los países exportadores.
Caballeros enfatizó la contribución que la OMC puede realizar para facilitar la inserción de los productores agropecuarios en los mercados internacionales, asegurando que el comercio internacional se realice bajo un marco de normas claras y previsibles, y avanzando de manera decisiva en las negociaciones para reducir las distorsiones derivadas de los subsidios y otras políticas que afectan al comercio de productos agropecuarios.
Paulina Carrasco, productora chilena, subrayó los métodos y herramientas empleados para promover una producción láctea sostenible, tanto por la acción directa de los productores como a través de alianzas público-privadas, en cuestiones como la certificación de prácticas sostenibles.
Ponderó los retos y desafíos para la producción agropecuaria y la comercialización de estos productos en los mercados internacionales, incluyendo los efectos del cambio climático, la vulnerabilidad de las cadenas de suministros, la falta de armonización o mecanismos de homologación en materia de requisitos sanitarios y fitosanitarios, y los subsidios y distorsiones del mercado.
La productora salvadoreña Ana María Schmidt detalló su experiencia en la producción, certificación y comercialización de café orgánico, subrayando la necesidad de encontrar un balance entre la productividad y la rentabilidad y el respeto al medio ambiente y la biodiversidad.
En su condición de productoras y líderes en sus comunidades, Carrasco y Schmidt destacaron el papel que corresponde cumplir a los Gobiernos y organismos internacionales, en colaboración con los productores y las productoras, para fomentar la implementación de buenas prácticas agrícolas, y la necesidad de contar con mecanismos efectivos para que los productores y las productoras participen en los procesos de toma de decisión en cuestiones comerciales que puedan afectar sus medios de subsistencia.
“América Latina tiene un rol fundamental que desempeñar en respuesta a la seguridad alimentaria global y al cambio climático. Los productores de la región necesitan contar con herramientas apropiadas para poder producir de manera sostenible y eficiente, y el mercado debe reconocer sus esfuerzos, brindándoles acceso y no barreras al comercio”, expuso Gloria Abraham, consultora del IICA.
La organización de este evento forma parte de las acciones llevadas a cabo con miras a implementar lo acordado en la Declaración sobre la Reforma de las Reglas Multilaterales del Comercio Agropecuario, adoptada durante la 12° Conferencia Ministerial de la OMC en junio de 2022 en Ginebra.
Asimismo, constituye una expresión de la agenda de colaboración entre los países de América Latina y el IICA, que incluye la recientemente creada Red de Negociadores Agrícolas de América Latina, y que continuará desarrollándose y profundizándose en los próximos meses.
“El IICA tiene, dentro de sus prioridades, trabajar con los países miembros, brindándoles cooperación técnica para contribuir a una mejor y mayor inserción de los productos agrícolas en el mercado global. La creación de la red de delegados agrícolas en la OMC, y la participación en la organización de este evento, son una demostración de nuestro compromiso con los países miembros”, comentó Abraham.