San José, (IICA).-
Extender la conectividad en las zonas rurales y desarrollar las habilidades digitales de los agricultores familiares debe ser una prioridad regional, advirtieron autoridades de los sectores público y privado en el lanzamiento de un informe sobre la situación de las tecnologías digitales en la ruralidad de América Latina y el Caribe.
La primera ministra de Barbados, Mía Mottley; la secretaria de Agricultura de Honduras, Laura Suazo, y el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero fueron parte del lanzamiento del documento, elaborado por el IICA, junto a sus socios del sector privado, Bayer, Microsoft y GSMA.
La presentación sirvió para dar visibilidad al papel protagónico que jóvenes y las mujeres rurales desempeñan en la incorporación de las tecnologías digitales a la agricultura familiar.
El evento, en formato híbrido, se realizó en coincidencia con la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
“Derribar obstáculos, achicar brechas. El papel clave de las mujeres y los jóvenes para la adopción de tecnologías digitales en la ruralidad de América Latina y el Caribe” es el título del estudio, que retoma datos estadísticos de tres estudios anteriores realizados por el IICA y sus socios y presenta los resultados de 31 entrevistas en profundidad realizadas en 14 países de la región.
En la presentación fueron oradores también Alejandra Castro, Vicepresidente de Asuntos Internacionales y Estrategia de Sostenibilidad de Bayer; y Lucas Gallitto, Director para América Latina de GSMA, organización que representa a los operadores de redes móviles y promueve políticas públicas para garantizar la conectividad.
Sandra Ziegler, especialista del IICA en Conectividad y Educación y autora del estudio, dio detalles de los resultados, mientras que Trigidia Jiménez, líder rural boliviana reconocida por el IICA e integrante de la Red Nacional de Saberes y Conocimientos en el tradicional cultivo de cañahua, ofreció la perspectiva de los agricultores familiares sobre el papel de las tecnologías digitales en el agro.
Expusieron, además, Nancy Andrea Moreno Lozano, responsable de la Dirección de la Mujer Rural, Ministerio de Agricultura, y Desarrollo Rural de Colombia y María Eduarda de Lima Vasconcelos, mujer rural de solo 25 años y Coordinadora General de Juventud Rural del Ministerio de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar de Brasil.
No dejar a nadie atrás
La primera ministra de Barbados consideró que las tecnologías digitales son fundamentales para no dejar a nadie atrás en el proceso de transformación que está transitando la agricultura.
“La producción de alimentos es clave para todas las economías del Caribe y la única manera de asegurar su sostenibilidad y su competitividad es a través de las herramientas tecnológicas. Mejorar el acceso para los agricultores familiares, eliminando obstáculos y brechas, es promover la transformación de la agricultura”, dijo Mia Mottley.
La líder barbadense dio detalles de las políticas públicas que se han desarrollado en su país para llevar la agricultura digital a los pequeños productores. “Desde 2020 aumentamos en 60% la conectividad en zonas rurales y hoy Barbados está en los países con mayor conectividad en el Caribe. Esto facilita a los agricultores no solo la educación y el acceso a información, sino también la integración en la economía nacional”, afirmó.
Laura Suazo puso el foco en el rol de los agricultores familiares como proveedores claves de alimentos para las sociedades y se refirió a la importancia de que accedan a tecnologías.
“Debemos desterrar el mito de que la tecnología la puede tener solo quien la puede pagar”, afirmó.
En ese sentido, se refirió al papel del financiamiento para asegurar el acceso: “Son cruciales los mecanismos tanto de banca pública como privada. Hacen falta créditos, si es posible sin tasa de interés, para lograr que los pequeños productores accedan a tecnologías. Otro tema es que Latinoamérica es una de las regiones donde es más caro el acceso a internet. Aunque año a años se incorporan personas, no deja de ser un servicio suntuario”.
Nuevas generaciones
Alejandra Castro agradeció en nombre de Bayer al IICA por su liderazgo en este estudio. “El material identifica dónde están los retos en materia de tecnologías digitales y zonas rurales y nos orienta en cuanto a dónde ponemos los mayores esfuerzos”, dijo.
“Necesitamos urgentemente –agregó- que las nuevas generaciones se enamoren de la agricultura y qué mejor que las tecnologías digitales para que se sientan atraídos”.
Lucas Gallitto explicó que GSMA es la asociación global de operadores móviles y comentó que la buena noticia es que en los últimos años aumentó la participación en banda ancha móvil en la región, pero todavía el 40% de los latinoamericanos no tienen acceso a ella.
“Mujeres y jóvenes son los más afectados por la falta de infraestructura tecnológica en las zonas rurales. Es clave la articulación entre gobiernos y operadores móviles para cambiar esa realidad”, apuntó.
Sandra Ziegler explicó el contenido del trabajo y enfatizó que invertir en capacitación y educación es crucial para que las comunidades rurales aprovechen las tecnologías digitales.
La especialista afirmó que, como resultado del trabajo, se registraron tres modelos de adopción tecnológica en las zonas rurales: adopción intensiva, que incluye recursos variados y está relacionada a altos niveles educativos; incorporación para el apoyo en la cadena de valor, vinculado al uso de plataformas, aplicaciones y redes sociales, muy extendido entre los jóvenes; y ausencia de utilización por restricciones del entorno, que se deben al aislamiento geográfico y las condiciones de vida.
“Comprender estos tres modelos distintos es crucial para diseñar políticas públicas que respondan a necesidades de los habitantes de las zonas rurales. Cerrar la brecha digital en la región requiere un esfuerzo importante y conjunto”, concluyó.
Por su lado, la ingeniera agrónoma y agricultora boliviana Trigidia Jiménez, opinó que es necesario crear centros pilotos de establecimientos rurales con tecnologías digitales para demostrar los beneficios. “La forma de aprender es viendo. Cuando la gente ve los resultados copia y asume lo nuevo”, afirmó.
“Debemos conservar el conocimiento ancestral como un diamante, porque enseña una forma saludable de producir alimentos. Pero no podemos quedarnos en lo ancestral. Debemos adaptarnos a los cambios y oportunidades que nos brinda la revolución tecnológica”, dijo.
Manuel Otero se explayó sobre las transformaciones que ya se están produciendo en la agricultura y destacó tres elementos clave para que se lleve a cabo de una forma beneficiosa para los habitantes de los habitantes rurales: “Necesitamos una nueva generación de políticas públicas que refleje los nuevos desafíos de la agricultura; también necesitamos más y mejor financiamiento; y debemos favorecer el acceso a nuevas tecnologías, sobre todo por parte de mujeres y jóvenes, que están destinados a ser protagonistas de la transformación”.
El Director General del IICA afirmó que las digitales son tecnologías habilitantes. “En la medida en que aumentemos la conectividad y la alfabetización digital –finalizó- podremos contribuir a superar los niveles de pobreza e inseguridad alimentaria y darle a zonas rurales la noción de futuro que necesitan”.