Guatemala | EFE.-
El Gobierno de Guatemala declaró este lunes un estado de calamidad en dos colonias del municipio metropolitano de Villa Nueva porque 125 familias están en riesgo al vivir en una zona propensa a derrumbes.
Con el decreto, el Gobierno buscará trasladar a los habitantes de las colonias Regalito de Dios y Nueva Esperanza, de la zona conocida como Ciudad Peronia, hacia un sitio próximo a determinarse y evitar así «una catástrofe», enfatizó el presidente Jimmy Morales.
El mandatario sostuvo que se pretende «dar auxilio a 125 familias que son las que afecta todo el radio de afectación del derrumbe en esas comunidades» y poder «ubicar una finca para urbanizar y construir las viviendas para hacer el traslado (de las personas».
Pidió al Congreso ratificar el decreto que entregó esta tarde «para que no se repita ninguna situación de tragedias humanas».
El escrito indica que en la zona 8 de Villa Nueva, por un plazo de 30 días a partir de la vigencia del decreto, «se restringen derechos constitucionales del artículo 5 de la Constitución durante la implementación del estado de calamidad».
Además, se limitará «el derecho de libre locomoción» y se permitirá «cambiar la residencia de las personas» y se establecerán «cordones sanitarios que impiden entrada de personas en zonas afectadas y exigir a todos los particulares para mejor control de las zonas afectadas».
La medida gubernamental promoverá «el traslado de los habitantes que se localizan en áreas de infraestructura y vivienda de servicios colapsados», según leyó el secretario general de la Presidencia, Carlos Martinez.
Por su parte, el subsecretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Walter Monroy, aseguró que desde 2001 se han generado siete informes y se han dado instrucciones a la Municipalidad de Villa Nueva para «tener mejor control de las aguas servidas».
Monroy advirtió que uno de los «canales de flujo» es uno de los detonantes que generó la «acumulación de humedad» en la zona, lo que se suma a los diferentes basureros clandestinos «que no tienen ningún tipo de control» y que, aunado a las «grandes precipitaciones pluviales», generaron el caos.
Los últimos días se derrumbaron ocho casos y otras 100 en riesgo inmediato de caerse al barranco, agregó subsecretario.
El presidente Morales cargó contra la prensa por haber puesto «demasiada fuerza» y «atención» a otros derrumbes, como los que han ocurrido en la obra del libramiento de Chimaltenango, mientras que hay otros que en realidad «son muy peligrosos y no se les ponen tanta atención».
El libramiento de Chimaltenango reduce de 2 horas a 15 minutos un tramo de la carretera Interamericana al occidente del país y que presentó el mandatario en mayo pasado cuando aún no había sido concluida en su totalidad.
Ese tramo carretero de 13,5 kilómetros de longitud fue descrito por Morales como una «obra de ingeniería sin precedentes» del país centroamericano y que costó 58,7 millones de dólares.