Por Andrea TOSTA / AFP.-
El opositor Juan Guaidó burló nuevamente la prohibición de salir de Venezuela y llegó este domingo a Colombia para reunirse con Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, su mayor aliado en el intento de sacar del poder al presidente Nicolás Maduro.
Reconocido como mandatario encargado por medio centenar de países, Guaidó fue recibido con honores oficiales por el presidente Iván Duque, según imágenes transmitidas por la presidencia colombiana.
El jefe del Parlamento de mayoría opositora agradeció en Twitter el apoyo de Colombia «a la lucha del pueblo venezolano». «Generaremos las condiciones que nos conducirán a la Libertad», apuntó Guaidó, augurando una vuelta a Venezuela «llena de buenas noticias».
El encuentro de trabajo con Duque -del que aún no han trascendido detalles- antecede al que sostendrá este lunes con Pompeo, en el marco de la Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo.
El secretario de Estado, que iniciará el lunes su séptima gira por Latinoamérica y el Caribe, afirmó que tiene «prisa» de reunirse con Guaidó y reafirmó los planes de Washington para que Venezuela tenga «elecciones libres y justas».
«Nuestra misión en Venezuela no cambió. Estamos convencidos de que los venezolanos se merecen un mejor 2020 de lo que vivieron en 2019. Maduro ha sido destructor. Millones de personas debieron abandonar el país para ir al país al que estoy viajando, Colombia», dijo Pompeo a los periodistas que lo acompañan en el avión que lo traslada hacia Bogotá desde Berlín, donde participó en una conferencia internacional sobre Libia.
«Nuestra misión es llegar a elecciones libres y justas para que los venezolanos puedan tener unos comicios presidenciales representativos y que se pueda recomponer la economía venezolana», añadió.
Las conversaciones de Pompeo con el jefe opositor venezolano apuntan a revitalizar la campaña internacional que lidera Estados Unidos en busca de un cambio de gobierno en Venezuela.
En 2019 Guaidó fracasó en su propósito de deponer a Maduro, aun cuando asegura haberlo «intentado todo». Su popularidad cayó de 63% en enero a 38,9% en diciembre, según la encuestadora Datanálisis.
La Casa Blanca, de su lado, ha descargado una batería de sanciones contra Venezuela, incluido un embargo petrolero, y endurecido su posición con Nicaragua y Cuba, países a los que señala de conformar una «troika de la tiranía».
Colombia sigue firme en su apoyo a la cruzada de estadounidense contra Maduro, a quien acusa de ofrecer protección en su territorio a grupos rebeldes colombianos considerados terroristas por Estados Unidos.
«Solución a la crisis»
El diputado opositor Stalin González había confirmado más temprano a la AFP la salida de Guaidó de Venezuela, aunque no precisó cuándo ni por qué vía partió el jefe parlamentario.
Guaidó arrastra una prohibición de salida del país como parte de múltiples investigaciones penales y administrativas de las autoridades venezolanas, leales a Maduro.
Medios venezolanos aseguraron que el jefe parlamentario cruzó clandestinamente la frontera con Colombia, que permanece cerrada desde 2015.
Guaidó ya había desafiado la misma prohibición en febrero de 2019, en su fallido intento de ingresar donaciones de Estados Unidos, para paliar la severa crisis económica en el otrora rico país petrolero.
La estrategia buscaba quebrar el crucial apoyo de los militares a Maduro, respaldado además por un sector de la población, Rusia y China. En esa oportunidad, visitó varios países de la región y regresó, procedente de Colombia, por el aeropuerto de Maiquetía que sirve a Caracas.
Según el gobierno de Maduro, Guaidó salió entonces con la ayuda de paramilitares y narcotraficantes colombianos, lo que él niega.
Su nuevo viaje coincide con una nueva etapa de crispación política en Venezuela.
Maduro se propone llevar a cabo elecciones parlamentarias este año con el fin de recuperar el control de la Asamblea, único poder en manos de la oposición, pero Guaidó ya anticipó que no se prestará a una «farsa».
El opositor exige comicios presidenciales, pues considera que la reelección de Maduro en 2018 fue «fraudulenta», y para ello reclama la renovación del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral.
Con 100 votos de legisladores aliados, Guaidó fue ratificado el 5 de enero como jefe del Parlamento después de que las fuerzas de seguridad le impidieran acceder ese día al hemiciclo y de que un opositor rival, Luis Parra, se autoproclamara presidente de la Cámara con apoyo chavista.
Desde ese cargo, el opositor se proclamó mandatario interino de Venezuela el 23 de enero de 2019. El 7 de enero último renovó en el Palacio Legislativo su juramento de cumplir con «los deberes de presidente encargado» y buscar «solución a la crisis».