Tegucigalpa | EFE.-
La extradición del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández a EE.UU., que lo acusa de tres cargos asociados al narcotráfico y uso de armas, ahora depende de la respuesta del pleno de la Corte Suprema de Justicia a la apelación que presentará la defensa del exgobernante.
Hasta ahora solo se tiene la decisión del juez, del miércoles, en el sentido de que sí procede la extradición, a lo que la defensa del exgobernante respondió que apelará ante el pleno del Supremo, para lo que tiene tres días que comenzaron a correr a partir de hoy.
El portavoz del Supremo, Melvin Duarte, dijo que el pleno decidirá si ratificará, revocará o modificará la decisión del juez.
«Ahora lo que corresponde es esperar que el equipo técnico de la defensa decida si presenta o no la apelación que corresponde como garantía de segunda instancia», enfatizó Duarte.
De apelar, todos los antecedentes y documentación del caso se deberán trasladar a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia y convocar «en el menor plazo posible» al pleno de magistrados para que conozcan el expediente, explicó el informante.
De ser extraditado, Hernández enfrentará en Nueva York tres cargos, el primero por «conspiración para importar una sustancia controlada a los Estados Unidos», con el «conocimiento de que dicha sustancia sería importada ilegalmente» en ese país.
El segundo por «usar o portar armas de fuego, o ayudar e instigar al uso, el poder y la posesión» de «ametralladoras y dispositivos destructivos», y el tercero por una «conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos (…), en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos».
Duarte enfatizó que con la decisión del juez, «en ningún momento se está evaluando o resolviendo sobre la responsabilidad o no» de Hernández en Honduras, y que ese sería un señalamiento que, en todo caso, y potencialmente, deba hacerse en el Estado que lo requiere.
HERNÁNDEZ ATRIBUYE ACUSACIONES A UNA VENGANZA
El expresidente, quien el 27 de enero pasado concluyó su segundo mandato de cuatro años en el poder, fue capturado el 15 de febrero en su residencia, esposado de manos y pies y llevado a una unidad especial de la Policía Nacional, donde permanece recluido.
Al conocer que el juez autorizó su extradición, Hernández reiteró que la acusación en su contra es «producto de una venganza» de narcotraficantes que fueron extraditados a EE.UU. cuando él era presidente, que ahora buscan reducción de penas ante la justicia estadounidense.
«Es importante que ustedes sepan que sigo convencido, desde el principio, que esto es producto de una venganza de quienes tenían al país de rodillas, tenían a Honduras sitiado, donde nuestros hijos y los hijos de ustedes, muchos de ellos ahora adultos, no salían después de las 6:00 de la tarde, o en lugares o territorio donde nadie podía entrar, mandaban los delincuentes», enfatizó.
Agregó que en su gobierno decidió asumir el «compromiso» de luchar contra la violencia y el narcotráfico «con toda la intención de traerle bienestar a Honduras», y que de eso se «enorgullece», porque ahora su país es «más seguro que el 2011, 2012, inclusive que el 2014», salvando «muchas vidas», y que eso «ha valido la pena».
SISTEMAS DE JUSTICIA DIFERENTES
La acusación contra el exmandatario señala que «en total, desde aproximadamente 2004, la conspiración transportó más de aproximadamente 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos».
Sobre la resolución del juez que autorizó su extradición a Estados Unidos, Hernández dijo que le «sorprende mucho» y que «hay una enorme diferencia entre la manera en que se juzga en Estados Unidos y aquí, porque los dos sistemas son muy diferentes».
Según el exmandatario, los dos sistemas de justicia tienen formas diferentes de evaluar las pruebas, y el Tratado de Extradición entre Honduras y Estados Unidos «habla de pruebas fehacientes, pruebas contundentes, y eso no ha venido en esta solicitud» para extraditarlo.
EXTRADICIÓN ES UNA «VERGÜENZA», DICE EXFISCAL
El exfiscal hondureño Ángel Edmundo Orellana dijo a Efe que tener a un expresidente (Juan Orlando Hernández) listo para que lo condenen en EE.UU., «es una cosa de vergüenza».
«Hay gente que está alegre con lo que está aconteciendo, pero el hecho de que tengamos un expresidente listo para que lo condenen en Estados Unidos, es una cosa de vergüenza, eso no debería alegrar a nadie», recalcó.
Indicó además que el caso indica que «el sistema de Justicia de Honduras prácticamente se desplomó, dejó de existir».
Luego de conocida la decisión del juez sobre la extradición del expresidente, el procurador general de la República, Manuel Antonio Díaz, instó hoy al fiscal general del Estado, Óscar Chinchilla, a que «proceda a solicitar de manera inmediata ante el órgano jusdiriccional competente medidas de aseguramiento e incautación de todos los bienes que posee a su nombre» Juan Orlando Hernández.