San José, (IICA).-
Durante el encuentro, un lugar central fue ocupado por las acciones en marcha y las que son necesarias para enfrentar crisis múltiples que tienen un fuerte impacto en la agricultura de la región, y por extensión en la seguridad alimentaria, nutricional y ambiental del mundo.
Ministros de Agricultura de las Américas y otros altos funcionarios del sector, reunidos en San José de Costa Rica, destacaron el papel clave de la cooperación internacional para apuntalar la acción colectiva y promover una alianza que permita preparar al agro para superar crisis y desafíos que amenazan la seguridad alimentaria global.
Los ministros y funcionarios debatieron durante la reunión del Comité Ejecutivo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que se desarrolla durante dos días de trabajo en la sede central del organismo especializado en desarrollo agropecuario y rural.
Durante el encuentro, un lugar central fue ocupado por las acciones en marcha y las que son necesarias para enfrentar crisis múltiples que tienen un fuerte impacto en la agricultura de la región, y por extensión en la seguridad alimentaria, nutricional y ambiental del mundo.
En ese sentido, discutieron avances para la conformación de una alianza continental para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible, que fue convocada por el IICA, en atención a que la región es la mayor productora global de alimentos y también una potencia de la biodiversidad.
“Planteamos las bases temáticas para una alianza continental sustentada en el hecho de que ningún país por sí solo puede hacer frente a esta crisis en que los temas y desafíos que enfrentamos son de naturaleza compartida y en que la agricultura, subrayo esto, está en condiciones de convertirse en un eje estratégico fundamental para el desarrollo sostenible de nuestros países”, dijo el Director General del IICA, Manuel Otero.
El Comité Ejecutivo del IICA está constituido por 12 Estados Miembros, elegidos por un lapso de dos años según criterios de rotación parcial y de equitativa distribución geográfica, pero la agenda de sesiones motivó pedidos de participación de otros 13 países miembros. Así, el cónclave nucleó a 14 ministros de Agricultura y otros altos funcionarios del sector agropecuario de las Américas, en representación de 25 países.
El ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Barbados, Indar Weir, asumió en la ocasión la presidencia del Comité Ejecutivo, en reemplazo de la Secretaria de Agricultura y Ganadería de Honduras, Laura Suazo, que finalizó su mandato.
Participaron además los ministros de Agricultura de Belice, José Abelardo Mai; Costa Rica, Victor Carvajal; El Salvador, Oscar Guardado Calderón; de Grenada, Adrian Thomas; de Jamaica, Floyd Green; de México, Víctor Villalobos; de Panamá, Augusto Valderrama; de Santa Lucía, Alfred Prospere; de Guyana, Zulfikar Mustapha; de Haití, Charlot Bredy; el Ministro de Agricultura, Pesca, Recursos Marinos, Cooperativas y Economía Creativa de San Cristóbal y Nieves, Samal Mojah Duggins; el Ministro de Agricultura de República Dominicana, Limber Cruz; el Ministro de Agricultura, Suelo y Pesca de Trinidad y Tobago, Avinash Singh y el Ministro de Agricultura de Antigua y Barbuda, Everly Greene.
También asistieron a la reunión el viceministro de Perú, Enrique Regalado Gamonal; los altos funcionarios de los ministerios o secretarías de Agricultura de Brasil, Fernando Zelner; de Argentina, Ariel Martínez; de Bolivia, Esper Burgos Román; de Estados Unidos; Joe Hain; de Colombia, Teresa Hernández Vergara; y las embajadoras de Canadá y Chile en Costa Rica, Elizabeth Williams y Margarita Portuguez González, respectivamente.
Los organismos internacionales representados en el encuentro fueron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), el Instituto de Investigación y Desarrollo Agrícola del Caribe (CARDI) y la Organización de Información de Mercados de las Américas (MIOA).
También asistió una representación de España y, como observadores permanentes, delegaciones de Alemania, la Unión Europea y Turquía.
El papel del sector agropecuario
“El sector agropecuario juega un papel importante y estratégico en el desarrollo económico y social de nuestros pueblos. Además de alimentos, la agricultura proporciona estabilidad social y mejores condiciones de vida para la población”, advirtió el ministro panameño Valderrama, quien pidió no responsabilizar a la agricultura del cambio climático, “cuando el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero son de la quema de combustibles fósiles”.
Limber Cruz, ministro de República Dominicana, exhortó a unir esfuerzos colectivos. «Entre todos los países de la región tenemos el mejor país del mundo. Tenemos que hacer un cruce de lo bueno de nosotros con los demás países, para mejorar nuestra capacidad de producción y ampliar mercados”.
Avinash Singh, de Trinidad y Tobago, resaltó la colaboración del IICA con su país, que ha sido fundamental en el tema de digitalización de la agricultura. “Es hora de mirar a la agricultura de forma distinta. Si no consideramos a los jóvenes vamos a estar en problemas”, afirmó.
Donald Willar, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), mostró su apoyo al trabajo del IICA tendiente a “hacer visible el rol de los bicombustibles para disminuir el uso de combustibles fósiles y para estimular la agricultura con valor agregado en la región”.
Por su lado, Daryl Nearing, del Ministerio de Agricultura y Agroindustria de Canadá, señaló que la agricultura hoy presenta enormes retos en todo el mundo y esto recalca lo importante de tener una institución como el IICA para encontrar soluciones. “Es fundamental avanzar en temas de cambio climático y sostenibilidad. Se trata de incrementar la productividad bajo estos enfoques”, señaló.
Escenario complejo
Otero, en tanto, subrayó el actual escenario complejo y desafiante, que ha colocado a los temas de la agricultura y de la seguridad alimentaria y nutricional al tope de la agenda global.
“Este contexto –afirmó- resalta la importancia de la misión institucional del IICA, organismo que el año pasado celebró sus primeros 80 años de vida, y cuyas metas deben ser actualizadas y analizadas en función de tres dimensiones convergentes: la de una institución que desde las Américas mira el mundo; la función que cumple como catalizadora de la acción colectiva y la de ser una institución de puertas abiertas, que escucha, entiende, piensa y actúa”.
Otero resaltó el gran logro que obtuvieron los países de las Américas y el IICA con el planteo de los 16 mensajes sobre el papel irremplazable de la agricultura que definieron el posicionamiento regional frente a la Cumbre de la ONU sobre Sistemas Agroalimentarios. También destacó el documento de consenso generado en oportunidad de la COP 27 realizada en 2022 en Egipto, en el que los y las ministros y secretarios de Agricultura de las Américas afirmaron que las acciones climáticas para lograr una agricultura más sostenible deben ser basadas en ciencia, de manera que resguarden e incrementen la productividad y no profundicen la ya preocupante crisis alimentaria actual.
“Junto a los gobiernos de las Américas y el sector privado, generamos un gran impacto en la COP 27, cuando levantamos la bandera de la agricultura sostenible en la principal y mayor negociación ambiental del mundo y buscamos dejar claro que nunca más el sector agropecuario estará afuera de esa mesa”, dijo Otero. En ese sentido, anticipó que la Agricultura de las Américas tendrá este año un papel destacado en la COP 28 de Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
“Rafirmamos –concluyó- que la agricultura en nuestra América está en un profundo e irreversible proceso de cambio, en una transición hacia los objetivos de mayor sostenibilidad, más resiliencia, más inclusión. Así lo demuestran los cambios producidos en materia de nuevas prácticas, como son la siembra directa, los sistemas agrosilvopastoriles, el mejoramiento de pasturas o el mejor uso de la biomasa disponible que han servido para impulsar el desarrollo rural y proteger el medio ambiente”.