Buenos Aires, (IICA).-
Destacados expertos participaron en una jornada académica y de intercambios de experiencias y buenas prácticas, a la que asistieron productores agropecuarios e investigadores del ámbito público y privado.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT) de Argentina y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) dieron un primer paso formal en su trabajo conjunto destinado a potenciar el desarrollo de la bioeconomía y la digitalización del medio rural y el sector agroalimentario en el país y en el continente.
Destacados expertos participaron en una jornada académica y de intercambios de experiencias y buenas prácticas, a la que asistieron productores agropecuarios e investigadores del ámbito público y privado.
La actividad se desarrolló en el moderno Auditorio del Centro Cultural de la Ciencia, en Buenos Aires, y contó con la participación de la destacada científica argentina Raquel Chan, quien lideró el desarrollo del gen HB4 que proviene del girasol y que le confiere tolerancia a la sequía al trigo y a la soja.
Chan ha sido distinguida este año con el título “Cátedra IICA en Biotecnología y Desarrollo Sostenible”, por sus contribuciones para el fortalecimiento de los sistemas nacionales de ciencia y tecnología. La científica dio una conferencia titulada “La relación continua entre ciencia y tecnología contada con el ejemplo del desarrollo de la tecnología HB4 hasta el surgimiento del proyecto de Argentina contra el Hambre”, en la que hizo un detallado relato del trabajo que llevó hasta un desarrollo de gran importancia para mejorar la productividad de los cultivos en condiciones adversas.
La jornada fue inaugurada por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, Daniel Filmus, junto al Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, y el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero.
La actividad fue uno de los resultados de un convenio que el MinCyT y el IICA firmaron en marzo pasado, que contempla no solo acciones de cooperación técnica, sino también la identificación y análisis de oportunidades y negocios potenciales de la bioeconomía, que se apoyen en los desarrollos en ciencia y tecnología en las cadenas y territorios.
La necesidad de potenciar el desarrollo de la bioeconomía en la Argentina y en la región surgió de talleres realizados en los últimos meses, en los que profesionales del MinCyT y el IICA desarrollaron una agenda de trabajo.
La bioeconomía es la utilización intensiva de conocimientos en recursos, procesos, tecnologías y principios biológicos para la producción de bienes y servicios en todos los sectores de la economía, y en armonía con el ambiente.
Tanto Argentina como el resto de los países de América Latina y el Caribe ya han logrado valiosos desarrollos agroindustriales en bioeconomía pero tienen un potencial mucho mayor, debido a sus extraordinarios recursos naturales.
Ciencia y tecnología para transformar
“Imaginamos una Argentina del futuro que tenga en la ciencia y la tecnología herramientas fundamentales para satisfacer las necesidades de nuestra gente” dijo Filmus, quien habló de la importancia de alumbrar políticas de estado en la materia.
“La ciencia y la tecnología deben servir para contribuir a que la gente viva dignamente y acceda a la alimentación que merece. Argentina produce muchos más alimentos que los necesarios para alimentar a su propia población y nuestra producción puede seguir creciendo. Pero también es decisivo que existan decisiones políticas adecuadas para asegurar que los alimentos lleguen a todos y se distribuyan equitativamente”, afirmó.
Por su lado, el secretario Bahillo, afirmó que la ciencia, la tecnología y el conocimiento son estratégicos en los desafíos que actualmente plantean los sistemas productivos.
“Por supuesto que tenemos que producir más con menor impacto sobre los ecosistemas. Tenemos que asegurar la sostenibilidad ambiental, pero también la económica, ambiental y social. Para ello son decisivos la biotecnología y el desarrollo de ciencia. Debemos salir de las discusiones estériles que nos inmovilizan”, agregó Bahillo.
Manuel Otero hizo hincapié en que la cuestión de la seguridad alimentaria está hoy al tope de la agenda mundial debido a una crisis multidimensional que ha llevado a algunos países a sufrir hambrunas y malnutriciones.
“Por eso, la ciencia, la tecnología y la innovación adquieren un rol decisivo para una nueva agricultura. En ocasión de la Cumbre de las Américas, este año en Los Ángeles, planteamos la necesidad de unir fuerzas. Hoy es fundamental trabajar juntos”, dijo Otero.
El Director General del IICA expresó que la bioeconomía propone un puente entre producción y ambiente y brinda la posibilidad a los países de América Latina y el Caribe de incursionar en nuevas cadenas de valor y transformar la biomasa que abunda en la región, para la generación de empleo y el mejoramiento de la calidad de vida de las sociedades.