El IICA y socios internacionales lanzan documento que pone en primer plano el valor del trabajo de cuidados, realizado habitualmente por mujeres en los territorios rurales

En el documento distintos actores se unen en una sola voz, para hacer un llamado a incrementar las acciones con la fuerza de todas las instituciones vinculadas con el medio rural.
San José, (IICA).-

El trabajo fue presentado durante la V Edición Foro Permanente de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas (FOPEMA), espacio motorizado por el IICA en el cual las líderes políticas debaten y proponen las prioridades en materia de género y mujeres rurales para el sector, que tradicionalmente ha sido casi totalmente masculino.

Junto a socios de todos los sectores de la comunidad internacional, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) presentó un nuevo estudio, que subraya la importancia de reconocer y valorar el trabajo de cuidados, realizado habitualmente por las mujeres en los territorios rurales.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ONU Mujeres, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Banco Mundial, CAF-Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe, la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe, la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), la Fundación Microfinanzas BBVA y la Fundación Complutense de Madrid (FGUCM) son las instituciones que participaron en la elaboración del documento, junto al IICA.

“La economía de los cuidados en los territorios rurales de las Américas: acciones colectivas para reducir las brechas de género” es el título del documento, en el que distintos actores se unen en una sola voz, para hacer un llamado a incrementar las acciones con la fuerza de todas las instituciones vinculadas con el medio rural. El objetivo es contribuir a construir sociedades en las que las mujeres y los hombres tengan las mismas oportunidades para participar y tomar decisiones en el ámbito de los sistemas agroalimentarios.

El trabajo fue presentado durante la V Edición Foro Permanente de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las Américas (FOPEMA), espacio motorizado por el IICA en el cual las líderes políticas debaten y proponen las prioridades en materia de género y mujeres rurales para el sector, que tradicionalmente ha sido casi totalmente masculino.

En las ediciones anteriores del Foro de Ministras se posicionó el tema del cuidado y la economía de los cuidados como una de las grandes brechas de género en el campo.

El IICA lideró la iniciativa de este documento en la convicción de que potenciar el trabajo intersectorial y con múltiples actores y niveles en el medio rural, mediante nuevas alianzas y enfoques, permitirá avanzar hacia la igualdad y asegurar la movilización de recursos necesaria para que el trabajo con enfoque de género sea una realidad en los sistemas agroalimentarios de las Américas.

“En el IICA sabemos que es fundamental construir sociedades en las que las mujeres y los hombres tengan las mismas oportunidades para participar y tomar decisiones en el ámbito de

los sistemas agroalimentarios, para lo cual, el Programa de Equidad de Género y Juventudes del Instituto elaboró esta publicación sobre los cuidados, a fin de impulsar el abordaje de este tema en la agenda hemisférica de dichos sistemas y sumarnos a la Agenda para el Desarrollo Sostenible, así como a otros compromisos en los planos hemisférico y global”, dijo el Director General del organismo, Manuel Otero.

“Las desigualdades por cuestión de género son numerosas, profundas y graves, particularmente en el medio rural del continente americano. Por esto, desde el 2021 el IICA emprendió la celebración de una serie de foros con autoridades ministeriales y líderes rurales, como una acción colectiva dirigida a contribuir política y técnicamente a la reducción de las brechas que enfrentan las mujeres en los entornos rurales”, agregó.

En tanto, Priscila Zúñiga, gerente del Programa de Equidad de Género y Juventudes del IICA, indicó: “Ante la persistencia de desafíos como la poca corresponsabilidad en los cuidados, la escasa cobertura de estos servicios y la invisibilidad del trabajo agropecuario de las mujeres, la acción colaborativa entre diversos actores, promovida por iniciativas como la Alianza Continental para la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Sostenible en las Américas del IICA o la Declaración por los Derechos de las Mujeres, Adolescentes y Niñas en Entornos Rurales de las Américas y el Decenio Interamericano por los Derechos de Todas las Mujeres, Adolescentes y Niñas en Entornos Rurales de las Américas, resulta esencial en el abordaje de estas desigualdades y para promover una línea de trabajo conjunto que favorezca la igualdad de género y el desarrollo sostenible en todas las comunidades rurales del continente”.

Distintas perspectivas

El trabajo presenta una serie de investigaciones empíricas y estudios de caso, que ofrecen distintas perspectivas sobre cómo los cuidados afectan y son afectados por las dinámicas económicas, sociales y políticas. Se propone, en ese sentido, fomentar una participación y representación política más democrática e inclusiva.

En las zonas rurales de las Américas los cuidados ejercidos por las mujeres constituyen un pilar fundamental en términos no solo de respaldo a la producción agroalimentaria, sino también de fortalecimiento de la cohesión social y el bienestar comunitario.

La carga desproporcionada de los cuidados que padecen las mujeres, que les impide acceder a mejores oportunidades de desarrollo personal y profesional y que perpetúa un ciclo de desigualdad que debe ser abordado con urgencia, surgió con gran fuerza durante la pandemia de Covid-19, que exacerbó desigualdades existentes.

La redistribución de los cuidados –señala la publicación- cobra una importancia significativa debido a que, históricamente, se han relegado al ámbito privado y se han asociado sobre todo al rol de las mujeres. La falta de reconocimiento de los cuidados como trabajo genera su invisibilidad y, por lo tanto, ni se cuantifican ni se remuneran.

En el contexto de los sistemas agroalimentarios, los cuidados abarcan no solo el mantenimiento de la salud, el bienestar de las personas productoras y las unidades familiares y la preservación de las comunidades rurales, sino también el cuidado de los menores de edad, de las personas con discapacidad y de edad avanzada, así como el autocuidado.

Así, los artículos desarrollan el concepto de economía del cuidado, basado en que el trabajo genera bienestar a las personas y también valor, por lo que puede considerarse un bien o servicio económico.

En la publicación se concluye que, aunque las mujeres son las más afectadas,  la solución de este problema requiere no solo la acción de ellas, sino también la participación de todas las instancias del sistema.

La persistencia de desafíos como la poca corresponsabilidad en los cuidados, la escasa cobertura de estos servicios y la invisibilidad del trabajo agropecuario de las mujeres refleja la fuerte necesidad de una  acción colaborativa entre diversos actores, promovida por iniciativas como la Alianza Continental para la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Sostenible en las Américas del IICA.

La acción colectiva, en consecuencia, resulta esencial para abordar de estas desigualdades y para promover una línea de trabajo que favorezca la igualdad de género y el desarrollo sostenible en todas las comunidades rurales del continente.

El documento realiza así un aporte a la evaluación de las realidades de las mujeres rurales e identifica las brechas estructurales que reproducen las desigualdades de género, con la misión de promover el cambio necesario para garantizar la igualdad a todas las personas en los sistemas agroalimentarios.

Se trata de una publicación diseñada para servir como fuente para formuladores de intervenciones públicas y privadas, la academia, el personal técnico y los diversos actores vinculados con la vida rural, de manera que el tema de los cuidados sea incorporado como un elemento importante para contribuir a la igualdad entre todas las personas, la reducción de las brechas de género, la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar de las poblaciones rurales.

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