El Gobierno venezolano cree que el ataque fallido buscaba asesinar a Maduro

Caracas | EFE.-

Las autoridades venezolanas explicaron este lunes que la fallida invasión marítima del domingo formaba parte de un plan para asesinar al presidente Nicolás Maduro, después del cual fueron detenidas 10 personas y ocho resultaron muertas, todas vinculadas con la operación, según el Gobierno.

Entre los capturados, se encuentran dos ciudadanos estadounidenses detenidos hoy junto a otros seis sujetos, en el marco de un fuerte despliegue militar compuesto por 25.000 soldados, cuyo objetivo es «garantizar la búsqueda de posibles amenazas», explicó el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofanb), Remigio Ceballos.

A estos se suman otras dos personas aprehendidas durante la jornada del domingo, en la que, además, perdieron la vida otras 8 a manos de las fuerzas de seguridad del Estado y a quienes el Gobierno venezolano señala como «mercenarios».

El presidente Maduro, reiteró este lunes, durante su primera aparición en público tras conocerse los hechos del domingo, que el objetivo central de la fallida invasión «era matar al presidente de Venezuela (…), intentar matarme».

En su intervención durante una reunión telemática del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), Maduro afirmó que los Gobiernos de Colombia y Estados Unidos están detrás del ataque, tal y como el día anterior había señalado otros altos cargos del Gobierno, y aseguró tener las pruebas de que el grupo se entrenó en suelo colombiano.

El mandatario lamentó que se haya intentado «un ataque terrorista» contra Venezuela mientras el país suma 50 días de cuarentena y alrededor del mundo se enfrentan los efectos del COVID-19.

VENEZUELA LIBRE DE «MERCENARIOS»

El objetivo del Gobierno venezolano es claro y Ceballos lo subrayó: «Garantizar que cada centímetro de nuestra tierra esté libre de mercenarios, paramilitares y cualquier otra amenaza».

Y esa es la misión de los 25.000 militares desplegados por todo el país, parte de los cuales abortaron la supuesta invasión marítima a través del estado de La Guaira, cercano a Caracas, que pretendía, según las autoridades, poner fin a la Administración de Maduro, en el poder desde 2013.

«Vamos a ejecutar operaciones de escudriñamiento a lo largo y ancho (del país)», dijo el jefe del Ceofanb, quien explicó que todos los componentes de la Fuerza Armada participarán en esta operación, que a su vez es parte de una serie de ejercicios permanentes que ordenó hace semanas Maduro.

Los soldados vigilarán el país por tierra, mar y aire para evitar intentos de invasión o incursiones que atenten contra la soberanía nacional, ataques de los cuales el Gobierno de Venezuela acusa a Estados Unidos y Colombia.

Como prueba de la responsabilidad norteamericana, las autoridades informaron de que unos de los detenidos confesó haber trabajado para la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), expulsada de Venezuela país en 2005.

A este se suman dos de los capturados hoy, quienes, según el Gobierno venezolano, son «intermediarios» que «trabajan con la asesoría de seguridad» del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

LA OPOSICIÓN SE DESVINCULA DEL CASO

La oposición venezolana liderada por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, a quien una cincuentena de países reconoce como presidente interino, rechazó que se le vincule con la incursión fallida y califican el hecho de «montaje» y «falso positivo» orquestado por el Gobierno.

Además, manifestó que no tiene relación «con ninguna empresa de la rama de seguridad y defensa», luego de que las autoridades venezolanas hayan afirmado que en el ataque participó la empresa de seguridad privada estadounidense SilverCorp.

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