AFP.-
Estados Unidos descargó el sábado más toneladas de ayuda humanitaria en Colombia para su ingreso a Venezuela el 23 de febrero, en un operativo rechazado por Caracas y con el que Washington y sus aliados buscan el punto de quiebre del gobierno de Nicolás Maduro.
Al mismo tiempo, la delegación del gobierno estadounidense que acompañó la entrega en la frontera colombo-venezolana, redobló sus advertencias a la Fuerza Armada de Venezuela del «terrible error» en que incurriría si bloquea la entrada de la asistencia al país.
La ayuda, que incluye suplementos nutricionales y kits de higiene, aterrizó en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta en tres aviones militares de carga C-17.
Al menos 70 toneladas llegaron en uno de los vuelos que partió de la base área de Homestead, en Florida.
Durante los próximos días se esperan que lleguen más aviones con ayuda antes de la fecha señalada por opositor Juan Guaidó -reconocido por unos 50 países como mandatario interino- como el Día D para el ingreso de la asistencia a Venezuela.
«Estamos orgullos de estar de su lado, estamos con la gente de Venezuela que anhela esa libertad, con la gente que pide una democracia verdadera», dijo el responsable de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), Mark Green, en rueda de prensa.
Asimismo, al rechazar la que llamó «tiranía de Maduro», Green llamó a las fuerzas de seguridad que no obstruyan el ingreso y distribución de esta «ayuda que se necesita de manera inmediata».
Aferrado a los militares, Maduro ordenó la víspera alistar un especial despliegue en la frontera con Colombia ante lo que ha denunciado como «planes de guerra» de los gobiernos de Donald Trump e Iván Duque.
El dirigente chavista rechaza el carácter humanitario de la ayuda y denuncia que tras de ella asoma una «invasión militar» en el país petrólero.
La puja por el poder en Venezuela se enmarca en la peor crisis que desgarra a ese país en la época moderna, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que torna inaccesible lo que se encuentra.
Unos 2,3 millones de venezolanos huyeron de la debacle desde 2015, según la ONU, aunque el presidente socialista asegura que son unos 600.000 que se han ido «engañados».
«Terrible error»
Los cargamentos que llegaron a Cúcuta serán almacenados en el centro de acopio de un puente fronterizo, que pese a estar terminado no ha entrado en funcionamiento.
El 7 de febrero fue almacenado un primer envío.
Desde entonces se han acumulado de 200 toneladas de ayuda, según indicó el director de la unidad de gestión del riesgo colombiana, Eduardo González.
También se espera que durante la semana sea recolectada más ayuda en otros tres puntos: Brasil, Miami y Curazao.
Este sábado Guaidó convocó a movilizaciones en toda Venezuela el 23 de febrero para acompañar las caravanas que irán a los puntos de entrada de ayuda humanitaria.
De momento la oposición y sus aliados internacionales no han revelado los detalles del operativo que planean para llevar y distribuir la asistencia en Venezuela.
Estados Unidos «está activando una estrategia gubernamental amplia, integral, para responder a las consecuencias humanitarias de esta crisis política y económica», se limitó a señalar este sábado Julie Chung, enviada del Departamento de Estado.
Sin embargo, insistió en español en advertencia a la fuerza armada que está con Maduro. «Sus conciudadanos están huyendo y muriendo de hambre, están cometiendo un terrible, terrible error al bloquear esta ayuda».
Durante el acto de este sábado Lester Toledo, designado por Guaidó como coordinador de la ayuda humanitaria, se manifestó convencido del próximo ingreso de medicinas y alimentos en Venezuela.
Y llamó a los voluntarios convocados por el líder opositor a «ir de blanco» el 23 de febrero.»Pedimos un poco de paciencia. En siete días van a ver esta ayuda allá, ya sabrá el mundo entero cómo y lo más importante: no solamente que pase la frontera, sino que lleguen a los más necesitados», agregó.