
La Habana | EFE.-
El Comité Conjunto entre Cuba y la Unión Europea (UE) abordó este martes en La Habana el estado de las ratificaciones del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) por parte de los Estados miembros del bloque comunitario, así como el desarrollo de los diálogos políticos y la cooperación.
En esta primera reunión del Comité también se ultimaron detalles del segundo Consejo Conjunto Cuba-UE, que el próximo lunes 9 de septiembre se celebrará en esta capital, presidido por la jefa de la diplomacia del bloque europeo, Federica Mogherini, y el ministro de Relaciones Exteriores de la isla, Bruno Rodríguez.
Al repasar el estado del ADPC, el Comité Cuba-UE se refirió hoy al establecimiento de los diálogos sobre políticas sectoriales y a la importancia de incrementar el comercio y las inversiones entre las partes, según informó la Cancillería del país caribeño.
El Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, suscrito en 2016 entre el bloque europeo y Cuba, entró en vigor provisionalmente en noviembre de 2017 y puso fin a dos décadas de la denominada «posición común», que vinculaba todo avance en la relación bilateral a los progresos en democratización y derechos humanos en la isla.
El Comité Conjunto -mecanismo que se encarga de asistir al Consejo en el cumplimiento de sus funciones y obligaciones- estuvo encabezado por el director general de Asuntos Bilaterales de la Cancillería cubana, Emilio Lozada, y por el director adjunto para Las Américas en el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
El diplomático cubano dijo en Twitter que «el trabajo de este Comité Conjunto ha demostrado que son más los elementos que nos unen que los que nos separan».
«Se ha evidenciado la relevancia de este mecanismo. Seguiremos trabajando con respeto, confianza, transparencia y cooperación», señaló Lozada.
La representación de la isla indicó que durante el primer año de instrumentación del ADPC se han celebrado, como establece el Acuerdo, el primer Consejo Conjunto y el primer Subcomité de Cooperación con resultados positivos, y además se realizaron los cinco diálogos políticos previstos.
En la reunión las partes mantuvieron un detallado intercambio sobre la necesidad de «contrarrestar» la aplicación sobre Cuba de la Ley estadounidense Helms-Burton -cuyo título III fue activado en mayo pasado por el gobierno de Washington- y sus efectos extraterritoriales, que también impactan sobre personas naturales y jurídicas europeas.
Durante una visita a Cuba en junio último, el comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, Neven Mimica, expresó su condena y preocupación por el refuerzo del embargo económico de EE.UU. a Cuba, así como la condena del bloque comunitario a la entrada en vigor del título de la Ley Helms-Burton.
Esa medida permite presentar demandas ante cortes estadounidenses por el uso de terrenos y propiedades nacionalizadas en Cuba tras la revolución de 1959 y se suma a otras acciones de EE.UU. que prohíben los viajes de cruceros estadounidenses, disposiciones que han sido consideradas por la UE como «extraterritoriales» y «unilaterales».
Desde que recibió luz verde el título III de la legislación estadounidense aprobada en 1996, comenzaron a aparecer demandas que también han afectado a empresas extranjeras que operan en Cuba, como las hoteleras españolas Meliá, Iberostar y Barceló, la canadiense Blue Diamond y la francesa Accor, así como a las plataformas de reservas turísticas Trivago, Booking y Expedia.
El bloque europeo es el principal socio comercial de Cuba, con un intercambio comercial que superó los 2.600 millones de euros el año pasado, y también es el primer inversor en el país.