Crisis sociales y cambios políticos amenazan los DD.HH. y son un reto para la CIDH

La nueva presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Esmeralda Arosemena de Troitiño. EFE/Archivo
Panamá | EFE.-

Los derechos humanos en América están siendo impactados por crisis sociales y cambios políticos que plantean a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el reto de mantener una supervisión constante ante el riesgo de retrocesos, dijo este viernes a Efe la nueva presidenta del organismo, la panameña Esmeralda Arosemena de Troitiño.

«Es de gran preocupación la situación de algunos países de la región por las implicaciones de orden político, que impactan fuertemente la satisfacción de derechos básicos para la protección de la vida y la integridad de las personas», aseveró Arosemena de Troitiño, elegida este mes como la nueva presidenta de la CIDH en sustitución de la jamaicana Margarette May Macaulay.

Arosemena de Troitiño, quien desde 2015 es una de los siete comisionados del ente de la Organización de Estados Americanos (OEA) encargado de la promoción y protección de los derechos fundamentales, expresó en correo electrónico a Efe que observa en la región algunos discursos anti-derechos, así como situaciones que pueden conllevar a importantes riesgos de retroceso en la materia.

La exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá no señaló a ninguna nación en específico, pero sí fue enfática en expresar el compromiso de la Comisión en «coadyuvar» para que «los importantes cambios en la vida política de muchos países» que previsiblemente se produzcan este año «se traduzcan en avances y el pleno reconocimiento de la dignidad humana».

La elección de la jurista panameña como presidenta de la CIDH para un período de un año se anunció durante la celebración en Bolivia del 171 periodo de sesiones de la Comisión, en la que se abordaron asuntos como el respeto al medioambiente, la violencia contra la mujer y los indígenas, los derechos laborales, sexuales y de los inmigrantes, y el papel de los sistemas de justicia ante la corrupción, entre otros.

Arosemena de Troitiño -quien como comisionada de la CIDH ha sido Relatora para Cuba, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, Santa Lucía y Surinam en materia de derechos de la niñez- resaltó que en las sesiones celebradas en Bolivia se denunciaron graves violaciones de los derechos humanos de la niñez migrante.

También se recibió valiosa información sobre situaciones que afectan a grupos que enfrentan factores de vulnerabilidad en el ejercicio de sus derechos, según explicó.

En ese contexto, esta licenciada en Filosofía, Letras y Educación, así como en Derecho y Ciencias Políticas, dijo que una de sus prioridades como presidenta de la CIDH será promover la universalización del Sistema Interamericano de Derechos Humanos a través de la ratificación de la Convención Americana sobre la materia por algunos países que a la fecha no lo han hecho.

Esa meta la pretende alcanzar en su año de dirección a través de «una estrategia de promoción y divulgación de los beneficios que para la ciudadanía significa» el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

El legado que a Arosemena de Troitiño le gustaría dejar tras su paso por la presidencia de la Comisión es «lograr una mayor difusión y conocimiento del significado y la utilidad del Sistema interamericano, para que todos los ciudadanos y ciudadanas del continente conozcan sus beneficios y se constituya en el mecanismo para la defensa internacional de sus derechos».

Para esta magistrada que ha sido docente universitaria en Derecho Civil y ha integrado los equipos de capacitadores en el Sistema Penal Acusatorio de Panamá, ser presidenta de la CIDH representa «una especial oportunidad para asumir la responsabilidad que el cargo implica, con el compromiso por la defensa y protección de los derechos humanos de todas las personas del continente sin exclusión alguna».

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