Ciudad de México.-
- De Estados Unidos nos llega el 90 por ciento de desperdicios lácteos.
- Este año cerrará con importaciones por alrededor de 6 mil millones de litros, con valor de 1,500 millones de dólares.
- Las importaciones de lácteos, “camisa de fuerza para los productores mexicanos”, afirma Álvaro González Muñoz.
Con la firma del nuevo Tratado de Libre Comercio de México, Estados Unidos y Canadá –denominado T-MEC—, por representantes gubernamentales de los tres países, “se cumplieron 25 años de injusticia y retraso económico para los productores nacionales de leche de vaca”.
“No esperamos en el futuro cambios en las relaciones de intercambio comercial en esta materia, sobre todo de parte de EU”, afirmó Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.
Expresó que “seguiremos siendo los grandes perdedores de los tratados de libre comercio”, y destacó que las importaciones lácteas se han convertido en ‘camisa de fuerza’ para los productores mexicanos.
Para nadie es un secreto que las importaciones de leche en polvo y de múltiples fórmulas lácteas, han distorsionado el gusto y la importancia de la leche como alimento más completo para la niñez y juventudes mexicanas.
En la actualidad México se ha convertido en el país importador más importante de este alimento en el mundo, dijo, con una perspectiva en el corto plazo de continuar compras de leche en polvo y derivados lácteos, por el orden de 6 mil millones de litros anuales.
“Los productores mexicanos de leche, sobre todo los pequeños y medianos que aportamos el 80 por ciento a nivel nacional, vemos con pesimismo la formalización de un nuevo tratado de libre comercio, por la falta de seguridad de que continuemos en decadencia de una actividad que hemos heredado en México por muchas generaciones, pero con mayor intensidad en los 25 años que duró el TLCAN, desde que entró en vigor en 1994”, dijo González Muñoz.
Como representante de más de 150 mil pequeños y medianos productores de leche, Álvaro González Muñoz solicitó al Gobierno Federal “se excluya a la leche y sus derivados del nuevo acuerdo comercial llamado T-MEC”.
Este acuerdo comercial es impulsado por las grandes empresas productoras de alimentos lácteos, dijo el dirigente de los pequeños y medianos productores, y añadió que son las que resultan en mayor medida beneficiadas por vendernos sobrantes. “De Estados Unidos de América nos llega el 90 por ciento “de estos desperdicios lácteos”.
Afirmó que el gobierno federal “ya no debe permitir que las secretarías de Salud y Economía se hagan de la vista gorda, como lo han venido haciendo por décadas, y permitan la importación con dumping de materias primas de mala calidad, de bajo costo, por virtud de que compiten deslealmente con la leche pura y natural de producción nacional”.
Este año las importaciones de leche en polvo y derivados lácteos superarán los 6 mil millones de litros, con un valor superior a los mil quinientos millones de dólares.
Las importaciones de leche significan que México genera más de 150 mil empleos en el extranjero y no en nuestro país. Los productores mexicanos tenemos la capacidad en todo lo que se requiera para producir el producto fresco con alta calidad y en las cantidades que se requieran. “Sólo hacen falta 600 mil vacas lecheras y con eso lograríamos la autosuficiencia. (Cada vaca tiene un valor de 32 mil pesos.)