Autoridades de Wilson Center, Universidad Earth y el IICA abogan por mejores políticas y más inversión en ciencia e innovación para afianzar sostenibilidad agropecuaria y seguridad alimentaria global

El Director del Programa para América Latina del Wilson Center, Benjamin Gedan; el Viceministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Alejandro Solano; el Director General del IICA, Manuel Otero; el presidente de la Universidad Earth, Arturo Condo; y el Subdirector General del Instituto, Lloyd Day, tras una reunión previa que sostuvieron antes de la firma del convenio y el diálogo sobre seguridad alimentaria mundial y agricultura sostenible.
San José, (IICA).-

Una nueva generación de políticas públicas de largo plazo, más inversión en ciencia e innovación, soluciones tecnológicas viables para los agricultores que permitan cambios en su producción y buenas prácticas agrícolas, y robustecer vínculos entre los sectores público y privado resulta crucial para avanzar hacia una agricultura sostenible y fortalecer la seguridad alimentaria global.

En torno a esas coincidencias, el Director del Programa para América Latina del Wilson Center, Benjamin Gedan, el presidente de la Universidad Earth, Arturo Condo y el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, protagonizaron un diálogo público que tuvo como título “Seguridad alimentaria mundial y agricultura sostenible en América Latina”.

En el evento, que se efectuó en la sede central del IICA en San José, Costa Rica, se enfatizó el rol clave del agro como garante de la seguridad alimentaria mundial y la sostenibilidad del medio ambiente, sus retos y oportunidades en el proceso de transformación que está experimentando este sector.

“La agricultura mirando al 2050 tiene dos retos principales: proveer suficiente comida, es decir, aumentar entre un 50 o 60% el volumen de producción, y al mismo que sea nutritiva para hacer frente al problema serio de la malnutrición”, dijo Otero, quien añadió que el continente americano es el garante de la seguridad alimentaria, dado que una de cada cuatro toneladas que se comercializan a nivel internacional proviene de las Américas, tendencia que se intensificará en el futuro.

“No hay otro continente con suficiente tierra, recursos naturales, una columna vertebral de 17 millones de pequeños agricultores; tenemos un futuro brillante que depende de la ciencia y la innovación, las cuales tienen que adaptarse a los productores, por eso hay que invertir más, crear mejores vínculos entre el sector público y privado, aprovechar la bioeconomía”, añadió el titular del organismo hemisférico especializado en agro y ruralidad.

Otero también hizo hincapié en la urgente necesidad de poner en marcha una nueva generación de políticas con el fin de hacer realidad el concepto de agricultura sostenible y resiliente. “Es fácil decirlo; difícil de poner en marcha, porque se requiere un enfoque intersectorial”, aseguró.

Gedan, del Wilson Center, subrayó que es indispensable propiciar conversaciones entre los tomadores de decisión de la región para generar esa nueva legislación, acuerdos y mejores prácticas, que tengan un impacto real en el agro y la vida de las personas en las zonas rurales, y ahondó en el potencial de las Américas para garantizar la disponibilidad de alimentos asequibles en todo el mundo.

“Sus tierras son fértiles, posee extraordinarios recursos, están las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías agrícolas para aumentar la producción de forma sostenible y mitigar el impacto del cambio climático. Es necesario generar cadenas de suministros de alimentos más sostenibles y fiables. Para esto se requiere de asistencia técnica, mayor inversión y asociaciones, y el IICA es un actor central en este momento, por eso estamos comprometidos para juntos abordar esos desafíos”, mencionó.

Arturo Condo, presidente de la Universidad EARTH, resaltó que para potenciar aún más la agricultura sostenible y denotar sus aportes en la seguridad alimentaria mundial, regional y nacional, es indispensable “cambiar la forma en que hacen las cosas en la producción, el procesamiento, la distribución y el consumo de alimentos, para lo cual es clave la capacitación, el relevo generacional en el campo, nuevas tecnologías y el enlace entre esas soluciones y los productores”.

“Hay alrededor de 570 millones de pequeñas explotaciones agrícolas de cinco acres o menos que producen alrededor del 45% de las calorías y un poco más del 40% del valor económico de los alimentos. Se trata de preparar productos nutricionales para los consumidores, se trata de propiciar un espíritu empresarial y es parte de lo que buscamos desde nuestra Universidad”, aseveró Condo.

El diálogo sobre seguridad alimentaria mundial y agricultura sostenible se dio en el marco de la firma de un convenio de cooperación por los próximos cuatro años entre el IICA y el Wilson Center, que buscará promover la producción sostenible de alimentos en América Latina, aumentar el papel de la región en la seguridad alimentaria mundial y minimizar los impactos ambientales, propiciar acciones para hacer frente a los impactos del cambio climático en los agricultores de la región mediante el desarrollo y despliegue de tecnologías agrícolas, investigación conjunta y el diálogo público, entre otras acciones.

En la firma estuvo presente el Viceministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Alejandro Solano, quien respaldó la alianza y los esfuerzos conjuntos que son idóneos para “la promoción de la agricultura sostenible y contribuir con el desafío global, regional y nacional de lograr la seguridad alimentaria, uno de los grandes retos en nuestra sociedad: garantizar que todas las personas tengan acceso a suficientes alimentos e inocuos”.

El Director General del IICA, Manuel Otero, junto al Director del Programa para América Latina del Wilson Center, Benjamin Gedan, tras la firma del acuerdo de cooperación entre ambas instituciones que buscará entre otras cosas, promover la producción sostenible de alimentos en la región.

El Wilson Center es uno de los principales foros estadounidenses dedicado a la investigación y el diálogo independientes sobre asuntos globales. Fue instituido en 1968 por el Congreso de Estados Unidos en memoria del presidente Woodrow Wilson. Su Consejo Asesor está formado por líderes del sector privado y exfuncionarios públicos de distintos países de las Américas.

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