Buenos Aires, (IICA).-
“Así como debemos rechazar el negacionismo del cambio climático, debemos rechazar el negacionismo de la agricultura y el de su papel para incrementar la descarbonización de la economía global, que no se basan en evidencias científicas y la responsabilizan de todos los problemas”, afirmó Izabella Teixeira, ex ministra de Medio Ambiente de Brasil y Asesora Especial del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) para el G20 y las COP29 y COP30.
Teixeira fue una de las expositoras que generó mayores expectativas en la apertura del Congreso de Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), que reunió en Buenos Aires una audiencia de productores, académicos, empresarios y referentes de la escena local e internacional, en búsqueda de soluciones y proyectos para una agricultura más sustentable. Participaron unas 7.500 personas.
Teixeira es ex ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil y fue negociadora-jefe de la delegación de su país en la COP 21, en la que se adoptó el histórico Acuerdo de París, por el cual el mundo asumió compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Existe hoy un dilema entre ambición, visión y narrativas que concilien los desafíos en materia de seguridad alimentaria, energética y la ruta hacia la descarbonización de la economía global. Brasil es un ejemplo de la importancia de la agricultura para la seguridad alimentaria y energética, además de la seguridad ambiental. Si se combate a los negacionistas del cambio climático, tampoco se puede aceptar a quienes ponen presión sobre la agricultura como si fuera la fuente de todos los problemas. Aunque la agricultura tiene dificultades, debemos saber que no podemos cambiar las economías de los países en desarrollo sin la agricultura. Y las transformaciones que deben hacerse solo deben realizarse sobre la base de la ciencia y de datos que sean confiables”, advirtió Teixeira.
Un debate que excede la cuestión climática
Izabella Teixeira expuso en el panel “El futuro de los sistemas agroalimentarios de las Américas”, que formó parte de una sección especial diseñada por AAPRESID junto al IICA, como parte de su alianza estratégica orientada a favorecer en la región la diseminación de buenas prácticas y la transferencia de tecnologías que posibiliten la regeneración del suelo y el ambiente y la mitigación y adaptación al cambio climático.
La experta, una bióloga respetada mundialmente, explicó que hoy el debate y las negociaciones alrededor de la cuestión del cambio climático exceden el tema ambiental, y por lo tanto no se circunscriben apenas al ámbito de las COP, de Naciones Unidas, sino que se trata de un tema fundamental sobre y para el desarrollo, que involucra la geopolítica y al comercio internacional, y es constitutivo de las relaciones de poder.
“La discusión ganó una importancia estratégica global –explicó-; es cómo vamos a impulsar el desarrollo y quién va a pagar por las transformaciones. Y eso ya no se discute solamente en el ámbito de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático sino también afuera: en el G20, G7, en los BRICS o en la OCDE”, explicó Teixeira.
“Tenemos que prestar atención a la ciencia para mirar los datos y entender las métricas en el tema del cambio climático, de manera que la sociedad pueda tener una dimensión correcta del problema y sepa cómo la agricultura lo afronta con sus tecnologías para adaptarse y emitir menos gases de efecto invernadero”, señaló.
En esa línea, llamó la atención sobre los intereses que mueven las acusaciones contra la agricultura y niegan su papel como proveedora de soluciones: “Se debe entender el papel de la agricultura en la seguridad alimentaria y nutricional y también en la seguridad energética y en la paz social. Hoy hay una agricultura que produce energía y que agrega valor permanente”.
Teixeira cuestionó el llamado proteccionismo verde, que pone trabas injustificadas al comercio internacional de productos agrícolas con motivaciones ambientales. Advirtió, de todas maneras, que hoy hay nuevas demandas de los consumidores que van a generar una suba de costos para los productores.
“Hay que salir de los discursos que niegan la crisis climática –advirtió- y la importancia de la agricultura como proveedora de soluciones. Hoy cuando uno piensa en la seguridad alimentaria y nutricional, esta está asociada a la seguridad energética. La agenda de la agricultura anuncia el futuro”.
Teixeira también destacó el papel de América Latina y el Caribe como continente de paz, que es a la vez un proveedor confiable de productos agrícolas para el mundo.
“Somos una región de paz. Ese es un valor importante. Somos sociedades que pueden construir un futuro mejor. Para eso necesitamos una alianza con el sector privado, que el sector privado tenga un papel político”, concluyó.