San José, (IICA).-
Proyecto “Pertinencia de la Educación Secundaria en Ciencias Naturales y Ambientales en Áreas Agrícolas Rurales de Costa Rica” involucra en total a más de 2.000 colegiales del país.
840 estudiantes de décimo, undécimo y duodécimo año de 39 Colegios Técnicos Profesionales (CTP) de Costa Rica, que imparten la especialidad en Producción agrícola y pecuaria, fortalecieron sus capacidades en manejo de drones, gestión de suelos y carbono neutro gracias a una iniciativa que se ejecuta en zonas donde la agricultura es una de las actividades principales.
Se trata del proyecto “Pertinencia de la Educación Secundaria en Ciencias Naturales y Ambientales en Áreas Agrícolas Rurales de Costa Rica”, en colaboración conjunta entre el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Microsoft y el Ministerio de Educación Pública (MEP) de este país.
El proyecto tiene como fin implementar una estrategia de mediación pedagógica para promover el interés de las generaciones jóvenes, incluidas las mujeres, en las actividades económicas relacionadas con el sector agrícola. Además, busca mejorar la calidad y relevancia de la educación secundaria técnica en ciencias agropecuarias y ambientales, adaptándola a las necesidades específicas de la ruralidad en Costa Rica.
En total, la iniciativa abarca más de 2.000 estudiantes, quienes participan en procesos de investigación, talleres formativos y uso de recursos digitales.
Los CTP involucrados con el proyecto son el de Puriscal, La Gloria, Pejibaye y Platanares en la provincia de San José; Talamanca, Valle La Estrella, Batán, Padre Roberto Evans Sauders y Pococí en la provincia de Limón; Corredores, Guaycara, Sabalito, Umberto Melloni Campanini, Osa, Buenos Aires, Cóbano y Jicaral en la provincia de Puntarenas; Puerto Viejo en la provincia de Heredia; Pital, Guatuso, La Fortuna de San Carlos, Agropecuario de San Carlos, Los Chiles, Santa Rosa de Pocosol, Upala, Nataniel Arias Murillo, San Mateo y Ricardo Castro Beer, en la provincia de Alajuela; y de Hojancha, 27 de Abril, Carrillo, Liberia y Sardinal, en la provincia de Guanacaste.
La iniciativa está alineada con los objetivos de sostenibilidad y desarrollo rural según el Plan Nacional de Desarrollo, proporcionando a las personas estudiantes las herramientas y los conocimientos necesarios para enfrentar los desafíos del futuro.
“Este proyecto viene a contribuir con la implementación del nuevo programa de estudios de la carrera técnica de Producción Agrícola y Pecuaria. La formación en suelos, carbono neutro y manejo de drones representa una excelente oportunidad para que los estudiantes se integren en la economía verde, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles que beneficien tanto al medio ambiente como a la economía local”, explicó la jefa del Departamento de Especialidades Técnicas del MEP, Joyce Mejías Padilla.
De inicio se desarrollaron materiales de aprendizaje en formato digital enfocados en temas priorizados (suelos, sistemas de producción, agricultura de precisión, carbono neutro, micropropagación e Internet de las Cosas), abordando de manera transversal la equidad de género y habilidades interpersonales. Sobre la base de estos aprendizajes se desarrollan los talleres de formación con los estudiantes.
“En los talleres se enfatizó la mejora de los conocimientos de las personas estudiantes con respecto a los conceptos de suelos y carbono neutro con el fin de entender de mejor manera los sistemas alimentarios, desde el punto de vista de la producción hacia el consumidor”, señaló Muhammad Ibrahim, director de Cooperación Técnica del IICA.
“Mediante los talleres formativos se abordan los desafíos de la realidad rural, la inclusión de las mujeres en el agro y el impulso de sistemas productivos competitivos y resilientes a los efectos del cambio climático”, agregó Karen Montiel, especialista técnica del IICA encargada del proyecto.
De acuerdo con la encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos, el desempleo de la población joven de 15 a 24 años es tres veces mayor al promedio nacional en Costa Rica, al mismo tiempo que un 46% de las empresas reportan dificultades para cubrir vacantes que requieren habilidades digitales, según el reciente estudio sobre Demandas y brechas de talento digital realizado por el BID.
“Es un motivo de orgullo para el Banco apoyar al país en la promoción del desarrollo de habilidades que faciliten el acceso de los jóvenes al mercado laboral. Este es un desafío mayor con la llamada transición verde y digital, que está creando y transformando empleos. Por eso, estamos impulsando un proyecto que también promueve la participación de mujeres y reposiciona la agricultura como una carrera innovadora y sostenible”, expresó Francisco Javier Urra, Representante del BID en Costa Rica.
“Los talleres son una oportunidad de aprendizaje para las personas estudiantes que están cursando la especialidad Producción Agrícola y Pecuaria, así como para quienes van saliendo para visualizar nuevas opciones laborales”, acotó la profesora del CTP de Talamanca, Rosa Jiménez Masís.
“En Microsoft nuestra misión es empoderar a cada persona y a cada organización en el planeta para lograr más, por lo que nos emociona mucho colaborar con diversas organizaciones para impulsar la educación y el fortalecimiento de capacidades tecnológicas de los jóvenes en Costa Rica”, comentó Ineke Geesink, gerente país Microsoft Costa Rica y directora del Segmento de Empresas Corporativas, Medianas y Pequeñas para Microsoft Centroamérica y Caribe.
Los alumnos participaron también en demostraciones del uso de drones, tecnología avanzada que permite monitorear, tomar decisiones para la producción sostenible y resiliente de cultivos y ganadería, mejorar la eficiencia en la gestión agrícola y optimizar el uso los recursos naturales.
Con una donación cercana al millón de dólares del Fondo Especial de Reducción de la Pobreza (JPO) del BID, más aportes del IICA y Microsoft, se pretende con el proyecto generar una estrategia de mediación pedagógica que incorpore las necesidades de las zonas rurales a la malla curricular de los colegios que allí operan, y aumente el interés de hombres y mujeres por las carreras profesionales vinculadas al agro.
