Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT/ONU) para Centroamérica y República Dominicana, del total de personas empleadas, el 36 % se encuentran distribuidas en los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19. El tema de la resiliencia empresarial hoy cobra mayor relevancia, es así como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) se suma al Plan de Contingencia Regional del SICA en apoyo al sector empresarial de la región en su recuperación ante los efectos de la crisis.
Centroamérica.-
Según el reciente informe de la OIT, el 81 % de la fuerza de trabajo en el mundo está siendo afectada por las acciones derivadas por el COVID-19, es decir a 8 de cada 10 trabajadores. Mientras que en los países miembros del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), para el segundo trimestre de 2020 se estima un promedio de horas de trabajo perdidas del 10.5 %, que es equivalente a una pérdida de más de 8 millones de empleos a tiempo completo.
Según la OIT/ONU, las Pymes y sus empleados constituyen una parte esencial del tejido económico y social de la vida cotidiana en todo el mundo. Y hoy en día, este papel crucial está amenazado por las consecuencias sin precedentes del COVID-19. Así que, a partir de este escenario, es válido hacerse las siguientes preguntas: ¿En qué medida afecta el COVID-19 en la economía? y si ¿Está tu empresa preparada para enfrentar la crisis?
Este día el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en coordinación con el Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres de América Central y República Dominicana (CEPREDENAC), y la Oficina para la Reducción del Riesgo de Desastres de Naciones Unidas de las Américas y el Caribe (UNDRR/ONU), realizó un Webinar para fortalecer las capacidades de planificación de la respuesta y recuperación de las empresas de Centroamérica y el Caribe y hacer frente a los escenarios de riesgos por el Coronavirus.
Esta acción conjunta entre el SICA, CEPREDENAC y UNDRR, con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se desarrolla en el marco de la Declaratoria conjunta “Centroamérica Unida contra el Coronavirus” y el Plan de Contingencia Regional, orientado a complementar los esfuerzos nacionales para la prevención, contención y tratamiento del COVID-19 y otras enfermedades de rápida propagación, como respuesta a las medidas adoptadas ante la pandemia.
La jefa de Gabinete de la Secretaría General del SICA, Olinda Salguero, moderó este espacio, y en su momento reiteró que la economía en los países miembros del SICA está sostenida por las MIPYME, y que un gran porcentaje pertenece al sector informal.
Tanto la UNDRR y la OIT pusieron a disposición del sector privado unas herramientas: la primera, de planificación para hacer negocios resilientes frente al Covid19 (UNDRR) y, la segunda, de autoevaluación para establecer el perfil de riesgo de las empresas y los pasos para realizar un Plan de Continuidad de Operaciones de las Pymes durante la crisis (OIT).
La OIT/ONU puso a disposición una herramienta de ayuda a las empresas por la crisis ocasionada por la COVID-19, la cual consiste en acompañarles para diseñar un “Plan de continuidad de las operaciones”, a través de seis pasos claves que ayudará a la empresa en la prevención y recuperación de posibles amenazas.
“Se cuenta con una herramienta de planeación de continuidad de negocios, que la OIT la ha convertido en un curso en línea de nuestro Centro Internacional de Formación en Turín: Plan de seis pasos para favorecer la continuidad de las operaciones de las pymes; dirigido principalmente a pequeñas empresas”, dijo el Especialista Principal en Actividades con Empleadores (ACTEMP) de las Oficinas de la OIT para Centroamérica, México, Panamá, República Dominicana y Haití, Randall Arias.
Con esta herramienta de la OIT, que es adaptable a cualquier empresa, se podrá evaluar el nivel de riesgo y vulnerabilidad de la empresa, así como desarrollar un sistema eficaz de riesgo y contingencia; en términos de su impacto en las personas, los procesos, los beneficios y los mecanismos de colaboración.
Es decir que se evalúan temas sobre las políticas de distanciamiento y desinfección que tiene que ver con la protección de la salud de las personas en el trabajo y los clientes; la responsabilidad de los empleadores; la dimensión del trabajo desde la casa; el cambio o disminución de las operaciones; el cierre de negocio y sus circunstancias y trabajadores temporales; y la última en el tema de la discriminación y protección de privacidad.
Esta es una guía de diagnóstico empresarial, de autodiagnóstico que permite hacer un llenado en línea y en diferentes dimensiones a partir de los principios fundamentales del trabajo; en donde se puede auto diagnosticar a partir de lo cual le genera un informe de brecha de cumplimiento, y que se convierta en un plan de mejora.
En el marco de la política de análisis del trabajo, la OIT compartió cuatro pilares fundamentales que deben adoptar las empresas en la lucha contra el COVID-19 a partir de las normas internacionales del trabajo: Estimular la economía y el empleo; apoyar a las empresas, el empleo y los ingresos; proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo y buscar soluciones mediante el diálogo social.
Asimismo, Randall Arias explicó que el organismo hace dos recomendaciones al sector privado ante la Pandemia: extender los pisos mínimos de protección social, para prevenir y aliviar la pobreza, la vulnerabilidad y la exclusión social; y tomar medidas para generar empleo y trabajo decente para la prevención, la recuperación, la paz y la resiliencia en situaciones de crisis
Consejos para una empresa resiliente
De acuerdo con al especialista en evaluación de riesgo de desastres de la UNDRR/ONU, Henry Adolfo Peralta Buriticá, la Oficina pone a disposición una herramienta de planificación para hacer negocios resilientes frente al COVID19, y da 10 consejos y pasos esenciales para que las empresas construyan resiliencia, disminuyan la tensión de la crisis y se recuperen.
La Oficina plantea una herramienta para crear un Plan de Resiliencia y recuperación de los negocios, donde en un primer momento se destaca la importancia la comunicación efectiva con empleados y clientes, el establecimiento de políticas de distanciamiento y desinfección de lugares de trabajo, la protección de la salud de los empleados, la planificación de las operaciones considerando la ausencia de los empleados, la preparación de su cadena de suministro, la planificación de la modificación del servicio a los clientes, las solicitudes de asistencia frente a las crisis y la importancia de colocar a prueba el plan del COVID19.
“La Oficina de Naciones Unidas para la prevención de riesgos de desastres ha desarrollado muchas herramientas, en el marco de la solución de resiliencia, y más aún en la situación que se vive actualmente. Se lanza una herramienta que va a permitir hacer un análisis muy juicioso de la manera en cómo estamos conteniendo esta emergencia pandémica, y cómo construimos ese proceso de recuperación que nos permita mejorar nuestras capacidades; es decir, resolver la crisis y adaptarnos a la nueva realidad que estamos viviendo”, explicó Peralta Buriticá.
Finalmente, aseguró que, en estos momentos, las empresas se encuentran en un proceso de absorción de la situación de impacto por la crisis sanitaria; otras se están adaptando a su nuevo entorno y condición de vida en todos los aspectos; y después de esta etapa pasar hacia un proceso de recuperación, en el cual se busca salir transformados.
Ambas herramientas se complementan entré sí. La primera, la de UNDDR/ONU, permite establecer un primer análisis de necesidades y capacidades de las empresas para planificar el fortalecimiento de la resiliencia, sobre 10 aspectos esenciales; y la segunda, de la OIT/ONU, además de establecer un perfil de riesgo de las empresas, mediante una autoevaluación de 60 preguntas, define seis pasos sencillos para la formulación de un Plan de Continuidad de Operaciones.
En apoyo a la pronta recuperación de las micro, pequeñas y medidas empresas de la región, para que se adapten positivamente a los cambios, continúen siendo una parte esencial de la economía de la región, a partir de acciones innovadoras para resolver de manera creativa las situaciones adversas que el COVID19, CENPROMYPE del SICA realiza una serie de webinars en los que cualquier empresa puede participar.
El jefe de la Oficina de las naciones unidas para la reducción del riesgo de desastres de las Américas y el Caribe UNDRR, Raúl Salazar, aseguró que, en este proceso de recuperación económica, que para la región las pequeñas y medidas empresas son claves, esta iniciativa (Webinar) da una claridad sobre las dimensiones que esto significa para la región. “Continuaremos apoyando en lo que se requiere para construir este aporte hacia las pequeñas y medianas empresas, y también en la construcción de empresas, público y privadas, resilientes”, añadió.
Por su parte, la Secretaria Ejecutiva de CEPREDENAC, Claudia Herrera, aseguró que “Desde el CEPREENAC nos preocupa la situación de las comunidades centroamericanas que están más expuestas a las inundaciones por el confinamiento, enfrentaremos una estación lluviosa con grandes desafíos. La entrada de la estación lluviosa en combinación con la epidemia, anuncia un escenario complejo, es por es que estamos abordando esta estrategia coordinada, y la participación del sector privado es sumamente relevante”.
Finalmente, Salguero reiteró que todos estos esfuerzos tienen una sombrilla más amplia que no solo es el desarrollo de este tipo de iniciativas, sino en el marco del desarrollo del Plan de Contingencia Regional, que además de atender la emergencia busca preparar el camino para esa reactivación económico-social de la región.