Por Elvis Gómez Mena | Editor de Opinión | cawtv.net.-
Todo en la vida implica lucha, trabajo, sacrificio, dejar cosas buenas por las que son mejores. No hay nada grande conseguido que sea gratis. No se regala el triunfo a nadie. Los atajos, las fortunas de dinero sucio, los títulos conseguidos sobornando, las trampas con sustancias químicas en el deporte, la compra de conciencias en la política, las mentiras y calumnias para ganar un juicio, todo eso es basura, provocado por mediocres sin principios ni valores. Los grandes héroes en todos los campos: política, ciencia, agricultura, negocios, batallas, espiritualidad, solidaridad, todos ellos han sido gente esforzada, sacrificada, que nadaron contra la corriente, y que dejaron el pellejo en el camino. Detrás de sus triunfos hay mucho sudor, sangre y lágrimas. El coraje, la valentía, la fe en Dios y confianza en sí mismos, la fidelidad a sus metas, el tener un sueño y un ideal, perseverando aún con muchos fracasos, distingue al héroe del que es rufián, tramposo y mentiroso.
Por eso te digo, no te rindas, rinde homenaje a tus ideales sacrificando todo aquello que te impida conseguir lo que te propongas. Aunque te aclaro, no es tanto el llegar a cumplir la meta, sino luchar, andar, batallar, esforzarte, correr, caer, levantarte y seguir aunque no veas realizado todo lo que te propones. El triunfo está en seguir el trayecto, ir subiendo y dando todo tu ser por tus ideales. Aunque no consigas lo que has soñado.
Lo peor es desanimarte, perder el norte, borrar tus sueños, acomodarte en lo que has conseguido y quedarte estancado. Paralizado en el camino, hundido en tu zona de confort, no levantar más la cabeza. Ver la vida como quien en un balcón mira el desfile de los acontecimientos sin involucrarse. Estar como observador de lo que sucede, sin manchar tus manos con el barro de la vida, sin sudar, sin sumarte a los hacedores, a los que logran cambios, a los que hacen de este mundo, un lugar mejor para vivir. Eso es triste y frustrante.
Y las grandes hazañas las hacen los taxistas sirviendo bien al cliente. Los zapateros, fontaneros, campesinos, comerciantes, profesores, científicos, políticos, médicos, abogados, religiosos, todos los que están haciendo algo por la humanidad, cada uno en su campo, contribuyendo, si tienen fibra de héroe, a cambiar lo que hay por algo mucho mejor.
El buen padre de familia, el hijo respetuoso, el ciudadano que cumple la ley, todo el que hace lo que debe hacer, pero heroicamente, esforzándose al máximo por hacer las cosas bien, eso marca la diferencia, y con la presencia del Dios vivo y santo, vence la mediocridad y deje una huella en la historia.