Managua | EFE.-
Cientos de «presos políticos» de Nicaragua rompieron el techo de la cárcel «La Modelo» para exigir su liberación «inmediata», dado que no confían en que el Gobierno los excarcelará en junio próximo, informó este lunes la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Los manifestantes presos llevan tres días aislados en los techos de las galerías 16-1 y 16-2 de «La Modelo», alzando la bandera de Nicaragua, cantando el himno nacional y gritando consignas, a la espera de que el Gobierno escuche su demanda, confirmó el abogado de la CPDH, Pablo Cuevas.
Cuevas explicó que colocaron una pancarta en la que «exigen su libertad lo antes posible». «Hay que reconocer -añadió- que, hasta donde tenemos información, no fueron reprimidos».
Una protesta similar a inicios de marzo terminó en una represión contra los «presos políticos», tres de los cuales supuestamente sufrieron actos de torturas, según denuncia de la CPDH y de la madre de uno de los convictos, quien dijo haber visto cicatrices alrededor del cuello de su hijo, durante una visita familiar.
Antes de la confirmación de la CPDH, la protesta de los reos había sido divulgada en una página en Facebook titulada «Unión de Presos Políticos Nicaragüense».
Entre los detalles brindados en la red social está el número de «presos políticos» los que se sumaron a la manifestación, 350, y dos supuestos «paramilitares» que identificaron como Roberto Guevara y Dionisio Palacios, entre los carceleros que resguardan la protesta.
«No se han atrevido a vapulearlos, pero han negado la alimentación y agua», según la denuncia.
Junto con su libertad, los manifestantes convictos demandan la presencia del nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag, del delegado de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Ángel Rosadilla, y de la Cruz Roja Internacional.
El nuncio y Rosadilla participan como «testigos y acompañantes» en las negociaciones del Gobierno con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, para encontrar una salida a la crisis.
Dichas negociaciones sirvieron para que el Gobierno aceptara liberar a todos los «presos políticos» en un plazo máximo de 90 días a partir del 20 de marzo, sin embargo, los reos no confían en la palabra del presidente Daniel Ortega.
Al menos 802 personas se encuentran en las cárceles de Nicaragua por haber participado en protestas contra Ortega, según el Comité Pro Liberación de Presas y Presos Políticos, mientras la Alianza Cívica cuenta 809 y el Gobierno, que los tilda de «terroristas», «golpistas» y «delincuentes comunes», suma 340.