Managua | EFE.-
Nicaragua recibió este miércoles un grupo de 78 nacionales deportados de Estados Unidos, quienes fueron arrestados por permanecer sin permiso en el país norteamericano, informó el Gobierno local.
«Setenta y ocho nicaragüenses deportados por el Gobierno de los Estados Unidos arribaron al país este miércoles en un avión fletado por las autoridades migratorias norteamericanas», señaló la Presidencia de Nicaragua, a través de medios del Gobierno.
De los deportados, 70 eran hombres y 8 mujeres, quienes fueron recibidos por autoridades de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), según la información oficial.
El grupo fue revisado por especialistas del Ministerio de Salud (Minsa) y del Ministerio de la Familia (Mifamilia), para conocer de sus condiciones físicas y mentales, de acuerdo con las autoridades.
El Gobierno de Nicaragua no informó sobre el tiempo que los migrantes permanecieron detenidos en Estados Unidos antes de ser arrestados por permanencia ilegal en su territorio.
En los últimos diez meses decenas de miles de nicaragüenses han huido de su país a causa de la crisis sociopolítica que atraviesa, y en la que han muerto cientos de personas en el marco de las protestas contra el presidente Daniel Ortega.
La mayoría de los que huyen de Nicaragua lo hacen hacia Costa Rica, aunque también Estados Unidos y España se encuentran entre destinos principales.
La crisis ha dejado entre 325 y 561 muertos, de 340 a 777 detenidos, cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio, según organismos humanitarios.
Ortega, reconoce 199 muertos y 340 detenidos a los que llama «terroristas», «golpistas» y «delincuentes comunes».
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al Gobierno de «más de 300 muertos», así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros abusos contra los manifestantes y opositores.
Ortega, quien lleva doce años en el poder de manera continua, no acepta responsabilidad en la crisis ni tampoco los señalamientos generalizados sobre graves abusos de las autoridades contra los manifestantes antigubernamentales, y denuncia ser víctima de un intento de «golpe de Estado fallido».
La CIDH ha señalado al Gobierno de Ortega de practicar crímenes «de lesa humanidad», mientras la Organización de Estados Americanos (OEA) mantiene el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, por rompimiento del orden constitucional.