Managua | EFE.-
Los representantes del Gobierno de Nicaragua en la mesa de negociaciones, para superar la crisis local, mostraron este domingo su apoyo a la versión policial sobre los hechos violentos de ayer sábado en Managua y culpó a manifestantes por las agresiones, que incluyeron un tiroteo.
«Declaramos ante nuestro pueblo, y ante la comunidad internacional, nuestra condena por los hechos de delincuencia y violencia, protagonizados desde hace tres sábados, y de manera particular ayer sábado 30 de marzo», informó en un comunicado la delegación gubernamental, que encabeza el canciller Denis Moncada.
Ayer sábado, agentes antimotines y paramilitares agredieron a un grupo de personas que se manifestaba contra el presidente Daniel Ortega en un centro comercial del centro de Managua, pero la Policía Nacional divulgó una versión contraria a los hechos y a las pruebas en vídeo.
Entre los agresores estaba el paramilitar encapuchado German Félix Dávila Blanco, miembro activo del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y antiguo integrante del Ejército Popular Sandinista, quien ejecutó un tiroteo e hirió a tres personas y a él mismo. Aunque la Policía lo identificó como un anciano que no tenía relación con el incidente, las imágenes mostraron lo contrario.
Los representantes del Gobierno señalaron a los manifestantes de cometer «actos vandálicos y terroristas», y de utilizar los medios para «insultar, atemorizar, escandalizar y agredir físicamente, a quienes visitan con sus familias, esos espacios privados de comercio y recreación».
Asimismo, acusaron a su contraparte en la mesa de negociación, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, de «discursos y actitudes ofensivas, de odio y discriminación, así como de rechazo al avance de los acuerdos que se han venido tomando» en las discusiones.
El señalamiento contra la oposición llegó luego de que diversos sectores acusaron al Gobierno de Ortega de violar su compromiso de respetar la Constitución de Nicaragua en lo referido a las libertades públicas, antes de que se cumplieran 24 horas de la firma de acuerdos, tal como ocurrió en mayo y junio pasado, pero esta vez sin un saldo mortal entre los manifestantes, aunque sí con 4 heridos de bala.
El Gobierno, que no informó si el paramilitar enfrentará la justicia, reclamó a la Alianza «coherencia y consistencia» con la paz, y le invitó a «dejar atrás esos períodos de terrorismo, destrucción de vidas, hogares, bienes públicos y privados».