Tomado de Agencia EFE.-
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) llamó este domingo a una «revolución pacífica», basada en los valores morales, y a «romper el círculo de la violencia», para superar la profunda crisis sociopolítica que vive el país.
«Hay que romper con el círculo de la violencia. Son muchos los pueblos que han triunfado con la revolución pacífica, con la fuerza de los valores, de la fe, de la esperanza y de la caridad, en una palabra, con el poder de Dios», destacó la CEN, en un mensaje público.
«Hay signos de que nuestro ropaje institucional nos queda estrecho y surge la expresión ciudadana pidiendo cambios y reformas profundas», agregó.
Desde el estallido social contra el presidente Daniel Ortega en abril de 2018, Nicaragua vive una crisis que ha dejado cientos de muertos, presos y desaparecidos, así como miles de heridos y decenas de miles de exiliados.
«Si queremos la paz social busquemos primero la paz en nuestros corazones», advirtió el Episcopado.
Organismos defensores de derechos humanos, nacionales e internacionales, señalan como responsable de la violencia en Nicaragua al Gobierno de Ortega, que asegura enfrentar un «golpe de Estado fallido».
Organizaciones humanitarias atribuyen al Gobierno de Ortega ejecuciones extrajudiciales, que incluyen asesinatos con francotiradores, decapitaciones de campesinos o muertes por omisión.
«Hay que mantener viva la llama que hemos recibido de los valores familiares: nuestro ser eucarísticos, marianos, creyentes, laboriosos, joviales, sacrificados, etcétera», insistió la CEN.
El papel de la CEN en la crisis de Nicaragua ha sido clave, ya que la mayoría de sus obispos y sacerdotes intervinieron para salvar a cientos de manifestantes durante ataques de oficialistas y luego el Episcopado sirvió como mediador en el primer diálogo nacional, que culminó cuando Ortega los acusó de «golpistas».
«Es difícil ser cristiano católico en estas condiciones, pero, nosotros les exhortamos a no dejar de luchar por nuestra fe. Mientras seamos fieles a nuestros valores, sabemos que nada está perdido», sostuvo la CEN.
El Episcopado llamó a recordar el «amar sin límites» profesado por San Oscar Arnulfo Romero y por el Siervo de Dios Odorico D’Andrea.
«Ellos no renunciaron a la verdad y al amor, y por eso hicieron tanto bien a sus pueblos. Hoy nuestro país, más que nunca anhela recurrir a esta capacidad de amar como respuesta al sistema de odio y muerte instalado en Nicaragua, que pretende ocultar la acción de Dios», destacaron.
La CEN insistió en el valor de la fraternidad, porque cuando esta se olvida, «nos lleva a actuar como Caín, perdiendo la cordura y abandonando los medios más humanos. Es la locura que lleva a alistar cohetes y a poner la confianza en las armas de la muerte».
Datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), indican que al menos 328 personas han muerto en el marco de la crisis de Nicaragua y ha señalado al Gobierno por crímenes «de lesa humanidad».
(c) Agencia EFE