Managua | EFE.-
El Gobierno de Nicaragua sostuvo este miércoles que adelantar las elecciones generales previstas en el 2021, a como proponen diversos sectores para superar la crisis que estalló hace casi un año, «sería un rompimiento constitucional».
«Hemos sido claros y no queremos engañar a nadie, la posición de nuestro Gobierno es que el tema del adelanto de elecciones sería un rompimiento constitucional», dijo el diputado Wilfredo Navarro, uno de los negociadores del Ejecutivo en la mesa que mantiene con una alianza opositora desde el pasado 27 de febrero.
«Por tanto, en este momento, y lo vamos a mantener siempre, no existe el tema de agenda: elecciones adelantadas», señaló.
El presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham) y uno de los negociadores de la oposición, Mario Arana, anunció en la víspera que es válido «explorar» un anticipo de las elecciones, porque, a su juicio, el país necesita un «golpe de timón» para recuperar la estabilidad y la gobernabilidad.
Arana abogó para que sean los nicaragüenses los que tomen «la decisión si quiere o no continuar con este Gobierno» y que en la mesa de negociación ya lo han planteado.
El jefe negociador de la Alianza Cívica, Carlos Tünnermann, explicó que esa es una de sus propuestas para superar la crisis.
«Nosotros lo hemos dicho desde un principio y lo hemos dicho en nuestros comunicados de prensa, que aquí lo que se requiere es un adelanto de las elecciones, porque si este Gobierno continúa hasta el 2021 no habrá solución al problema político que está causando la ruina económica del país», alegó.
Los delegados de la Alianza Cívica reconocen que adelantar las elecciones requeriría reformar la Constitución, pero que justo están en una mesa de negociación para alcanzar acuerdos políticos.
Según la Constitución, los comicios generales deben celebrarse cada cinco años y están fijadas para noviembre de 2021.
Diversos sectores nicaragüenses, entre ellos la Conferencia Episcopal, así como Estados Unidos y la Organización de los Estados Americanos (OEA) se han pronunciado a favor de anticipar las elecciones con el fin de que ayude a superar la crisis nicaragüense.
Nicaragua está inmersa en una crisis como consecuencia de las protestas callejeras que estallaron el 18 de abril de 2018 por una impopular reforma del seguro social.
En las manifestaciones se exige la renuncia del presidente Ortega tras casi doce años en el poder de forma consecutiva.