Managua | EFE.-
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, criticó a Estados Unidos por sancionar a altos cargos del Gobierno sandinista, incluyendo a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, y a dos de sus hijos, en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país centroamericano desde abril de 2018.
«Nosotros estamos viendo acciones que lo que hacen es hacerle daño a los pueblos, o sea, lo que la política del Estado norteamericano define como sanciones para llevar la democracia y lo que hacen es agredir la democracia, atentar contra la democracia, contra la paz, y contra los pueblos», señaló Ortega, de acuerdo con una declaración enviada este martes por el Ejecutivo a la prensa.
POR VIOLENCIA Y DESMANTELAR INSTITUCIONES
El pasado 25 de noviembre, el presidente Donald Trump prorrogó una orden ejecutiva que le permite sancionar a funcionarios del Gobierno nicaragüense porque consideró que la situación en el país centroamericano supone una «amenaza inusual y extraordinaria» para la seguridad de Estados Unidos.
Trump señaló que la situación en Nicaragua sigue suponiendo una «amenaza» para Washington debido a la «violencia» con la que el presidente Ortega respondió a las protestas que estallaron el 18 de abril de 2018, además acusó al Gobierno sandinista de estar «desmantelando sistemáticamente» las instituciones democráticas y el Estado de Derecho.
Esa orden ejecutiva le permite tener argumentos legales para sancionar a funcionarios nicaragüenses.
SU ESPOSA, DOS HIJOS Y UN CONSUEGRO
El Departamento de Tesoro de Estados Unidos ha sancionado a la vicepresidenta Murillo; así como a su consuegro Francisco Díaz y jefe de la Policía Nacional; y a Laureano y Rafael Ortega Murillo, dos de los hijos de la pareja presidencial.
Otros allegados a Ortega sancionados son Moncada Lau; el tesorero del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Francisco López; el titular de la Asamblea Nacional y líder sindical, Gustavo Porras; y el ministro de Transporte e Infraestructura, general en retiro Óscar Mojica.
El 20 de diciembre de 2018 Trump firmó la «Nica Act» que impone sanciones individuales a miembros del Gobierno de Ortega, además de limitar el acceso de Nicaragua a préstamos internacionales como los del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
SE SOLIDARIZA CON MADURO
Ortega recordó el bloqueo económico que Estados Unidos mantiene contra Cuba, pese al voto de rechazo en las Naciones Unidas.
También criticó la sanción que Washington impuso a la aerolínea venezolana Conviasa y se solidarizó con el presidente Nicolás Maduro.
«Nosotros, independientemente de todas estas medidas que toma Estados Unidos, que llaman sanciones, que son agresiones contra nuestro pueblo, vamos adelante», sostuvo el presidente nicaragüense.
Ortega ofreció esas declaraciones durante un encuentro privado con una delegación de Vietnam, encabezada por Troung Thi Mai, miembro del Buró Político del Partido Comunista.
OPOSICIÓN: ORTEGA ES EL CULPABLE
El coordinador de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Nicaragua, Carlos Tünnermann, dijo este martes en rueda de prensa que el único responsable de las sanciones es el Gobierno de Ortega con sus decisiones y por mantener la represión contra sus adversarios.
Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un intento de «golpe de Estado».