Agroindustria mejora en el suroriente de Nicaragua, con apoyo de la Unión Europea

Rivas.-

Centro de Desarrollo Agroindustrial (Cedeagro), de la Universidad Internacional Antonio de Valdivieso (Uniav), opera desde febrero pasado en Rivas, gracias al apoyo de la Unión Europea. Todos Juntos por Nicaragua en la Educación y Empleabilidad de las y los jóvenes nicaragüenses.
El mercado de alimentos procesados está creciendo en el suroriente de Nicaragua con el inicio de operaciones, en febrero pasado, del Centro de Desarrollo Agroindustrial (Cedeagro), cuya construcción contó con el apoyo de la Unión Europea (UE) a través del proyecto «Fortalecimiento de la formación técnica agroindustrial y del desarrollo empresarial en el suroriente de Nicaragua (Agroinsur)».
La planta está ubicada en la Finca Guadalupe de la Universidad Internacional Antonio de Valdivieso (Uniav) y tiene una extensión de 630 metros cuadrados. Es 10 veces más grande que el pequeño laboratorio donde años atrás realizaban sus prácticas los estudiantes.
Cuenta con cinco líneas de producción independientes: lácteos con capacidad de procesar entre 400 y 500 litros diariamente; cárnicos con una capacidad de proceso de 600 libras a diario; cereales con una capacidad de 300 libras a diario; salsas con capacidad de procesar 240 galones en un turno de 6 horas; vegetales fritos y encurtidos donde se pueden procesar 1,000 plátanos diarios. Las cinco líneas están a disposición de estudiantes de la universidad y de micro y pequeños empresarios de la zona.

El pasado 26 de febrero se materializó la primera producción del Cedeagro, con 6 mil mermeladas de piña. Aquí los embajadores y representantes de países europeos, recorriendo la planta agroindustrial.

En días recientes, los embajadores y representantes de la UE, Alemania, Francia, Gran Bretaña, España y Luxemburgo visitaron la planta donde comprobaron su impacto, participaron en un conversatorio con las autoridades de la Universidad y los beneficiarios y a su vez, pudieron degustar algunos de los productos procesados en Cedeagro.
“Es de suma importancia ver el impacto de nuestra cooperación, de nuestros programas de desarrollo trabajando juntos en la educación y empleabilidad de las y los jóvenes nicaragüenses de estas comunidades», expresó el embajador de la UE en Nicaragua, Kenny Bell.
El vicerrector de la Uniav, Douglas Marín, destacó en ese sentido que 40 egresados de la carrera Técnico Superior en Agroindustria ya tienen sus emprendimientos y han utilizado la planta, al igual que los estudiantes de las carreras de la Uniav que llevan la clase sobre procesos de agroindustria.
«A diario recibimos grupos conformados por 20 y 25 estudiantes de ese módulo de estudio. También hemos atendido, a la fecha, a cinco micro y pequeños empresarios de miel, salsa picante, chip de plátano, chorizo de cerdo y salsa de tomate, pues brindamos asesorías personalizadas en temas de etiquetado y legalización, además de procesar y empacar los productos de las líneas que trabajamos «, expuso el Gerente del Cedeagro, Ervin Antonio Leiva Zamora.
Agradecidos con la Unión Europea
«Todo esto lo estamos realizando gracias al apoyo de la Unión Europea. Estamos muy agradecidos porque nuestros estudiantes, al egresar, al graduarse, tienen debajo de un brazo un título y debajo del otro, un emprendimiento», subrayó el vicerrector.
Recordó por otra parte, que, en el contexto del proyecto de la UE, ejecutaron el componente de Habilitación Laboral con el cual capacitaron a 400 personas, entre ellas amas de casa, exmigrantes y jóvenes en situaciones vulnerables.
“Los impactos con el proyecto son importantes. Los muchachos ya no quieren irse de sus comunidades. Ellos ya están haciendo una lectura de las potencialidades que sus comunidades tienen, antes para ellos la universidad significaba un pasaporte para migrar, porque ser rural era equivalente a ser pobre. Pero esto ha cambiado (con la nueva formación y la planta construida con el proyecto Agroinsur), los estudiantes hacen otra lectura, ven el potencial”, destacó Marín.
La joven de 22 años, Yoselin Pereira, es un ejemplo de eso. Ella egresó como Técnico Superior en Agroindustria en el año 2017, es originaria de San Jorge, Rivas, y ya tiene su propio negocio.
“Tengo mi empresa de cereales que comercializo bajo la marca OTI. Elaboro y vendo avena, pinolillo y semilla de jícaro.  A la semana, solo en pinolillo saco dos quintales que equivalen a 200 bolsitas de 400 gramos y todas las coloco en sitios como pulperías y en la misma universidad. Mi inversión es de 3,000 a 4, 000 córdobas y tengo una ganancia del cien por ciento, esto vale la pena, es lo que estudié y planifiqué en la Uniav con apoyo de la UE y es lo que soy”, relató.
Jaqueline Lucía Bello Durán, de 35 años, madre soltera y graduada en Técnico Superior en Agroindustria, al igual que Yoselin tiene su título y su negocio.

Más impactos
“En febrero pasado inicié con mi empresa Chorizos del Sur, elaborados con pura carne de cerdo, cien por ciento orgánica.  A la semana elaboro en el Cedeagro 100 libras de chorizos, en presentaciones de 454 y 227 gramos, que comercializo en Rivas y en Tola. Tengo 4 clientes y tengo una ganancia de 3,000 córdobas, así es que es una bendición de Dios que la Unión Europea viniera a la Uniav y nos apoyara como estudiantes y con la planta agroindustrial, me siento bendecida por este beneficio”, resaltó tras indicar que su meta es contar con un local de venta y distribución del producto, en Rivas.
La pequeña empresaria Carolina Bello, gerente propietaria de “Sabores Nicas”, también se beneficia con el Cedeagro.
“Hace un año con mi esposo teníamos un comedor, pero por las bajas ventas lo dejamos y decidimos incursionar con la comercialización de chileros y salsas, escuchamos de Cedeagro y lo visitamos en marzo para que nos ayudaran con los productos y ya los estamos comercializando en presentaciones que van desde las dos onzas hasta el galón. Al mes producimos 10 cajas en cada tamaño y hemos salido adelante, tenemos cómo vivir, y esto fue posible por la contribución de la Unión Europea y la Uniav”, señaló.
El representante de la Comunidad Indígena de la Isla de Ometepe, Francisco Ortiz, valoró positivamente la iniciativa. “He saboreado algunos productos que los estudiantes elaboran en el Cedeagro y tienen muy buena calidad, incluso tengo un hijo que gracias, a la formación que tuvo en la Uniav, con apoyo de la Unión Europea, es emprendedor. El hace chip de plátanos y va avanzando. Estos son logros que antes no se veían en la zona”, apuntó.
A futuro, en el Cedeagro se espera incluir otras líneas de producción como la de quesos madurados. Mientras a nivel de la formación de los estudiantes, la Uniav está dando un paso adelante pues ya ofrece la carrera de Ingeniería en Agroindustria de Alimentos, tras el respaldo de la UE, lo que les permitió pasar de un instituto técnico a convertirse en universidad. En otras palabras, siguen innovándose.

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