Naciones Unidas | EFE.-
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, desvinculó este viernes al Ejército del choque con una comunidad indígena en la frontera con Brasil, en el que supuestamente murieron dos personas, y aseguró que lo ocurrido no tiene nada que ver con las versiones ofrecidas por diputados opositores.
«Lo que ocurrió esta mañana nada tiene que ver con las versiones que han circulado. De hecho, algunos de los heridos están heridos por armas blancas, machetes, incluso flechas», dijo Arreaza en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas.
El ministro insistió en que las armas utilizadas «no se corresponden» con las de las Fuerzas Armadas Bolivarianas y denunció que se está intentando culpar al Gobierno de Nicolás Maduro de cualquier cosa que ocurra.
«Qué fácil es si hay unos muertos en Venezuela, y más si están cerca de alguna frontera, decir que fue el Ejército venezolano, fue Maduro que mandó matar a su pueblo, etcétera», señaló.
Arreaza se refirió a lo ocurrido como un «falso positivo» y advirtió que Estados Unidos y sus aliados van a intentar responsabilizar también al Gobierno de cualquier cosa que ocurra este sábado, cuando la oposición tiene previsto intentar hacer entrar ayuda humanitaria en el país.
Según el diputado opositor Américo De Grazia, dos personas indígenas murieron hoy y quince resultaron heridas en un enfrentamiento con el Ejército en el estado de Bolívar (sur).
Preguntado por las órdenes dadas al Ejército de cara a mañana, el ministro aseguró que los militares venezolanos «jamás tendrían órdenes de disparar al pueblo desarmado».
«Los militares venezolanos están para defender el territorio venezolano de cualquier agresión armada contra nuestro país», insistió.
Según Arreaza, la operación para llevar ayuda humanitaria impulsada por la oposición es un «espectáculo» que sigue «el guión» de Estados Unidos y busca realmente «que ocurra algo con las Fuerzas Armadas».
Además, el canciller aseguró que a su Gobierno le inquieta que pueda haber violencia en la frontera colombiana, dado que en ese país operan «bandas criminales» y «paramilitares».
«Nos preocupa que pueda ocurrir una situación que lamentar», advirtió Arreaza, que hoy se reunió en Nueva York con el secretario general de la ONU, António Guterres, y con un grupo de países aliados.
El jefe del Parlamento venezolano, el opositor Juan Guaidó, ha reiterado que la ayuda reunida por Estados Unidos y otros países que se oponen a Maduro entrará a Venezuela «sí o sí» a partir de este sábado.
Los cargamentos están almacenados en puntos fronterizos de Colombia, Brasil y Curazao y son rechazados por el Gobierno, que los considera una forma de intervenir en el país por parte de Washington y está tomando medidas en las fronteras.