Los Ángeles | EFE News.-
Que la espera se alargue más de 60 días es el mayor temor de los solicitantes de residencia permanente afectados por la orden ejecutiva que se espera firme en breve el presidente Donald Trump para suspender la expedición de las «green cards», un documento que para muchos ha significado años de espera.
Esa es la nueva angustia que suma a su vida Adelay Bonilla tras el anuncio del mandatario sobre su plan de «suspender temporalmente la inmigración a Estados Unidos».
Aunque aún no firma la orden ejecutiva, el mayor temor de los migrantes es por lo que vendrá después.
«Me preocupa que esta espera se alargue más de esos 60 días (de suspensión) por este virus. Mis hijos me están esperando en Los Ángeles; ellos me necesitan», dice en tono frustrado a Efe la migrante en una entrevista telefónica desde Honduras.
ILUSIONES DE LEGALIZACIÓN EN PAUSA
Tras vivir casi 15 años en Estados Unidos, el sueño de obtener una residencia permanente de la migrante estuvo a punto de concretarse el pasado 19 de marzo cuando estaba programada su cita en la embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa para completar la petición hecha por su esposo, un ciudadano estadounidense.
Bonilla salió de Los Ángeles el pasado 9 de marzo, y desde esa fecha se encuentra estancada en su país de origen, atendiendo las órdenes de cuarentena y alejada de su familia, y de sus dos hijos de 10 y 13 años.
La noticia de que tendrá que esperar al menos 60 días más le cayó como un balde de agua fría. «Me siento desesperada, especialmente por mis niños porque dependen de mí. Nunca pensé que me fuera a pasar esto», explica Bonilla, de 30 años.
Al enterarse de los planes de la Casa Blanca lo primero que hizo fue llamar a su abogado de inmigración, Fernando Romo. «Mi respuesta es que por el momento lo único que tenemos que hacer es esperar», advierte el letrado.
«Tenemos que estudiar bien la orden ejecutiva, y además esperar que reabran los consulados, embajadas y las oficinas del Servicio de Inmigración», agrega.
TEMOR QUE SE EXTIENDE A LOS ACTIVISTAS
Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), advierte que la decisión de Trump no solo está afectando a los solicitantes de residencia permanente sino también a las personas que actúan como peticionarios.
Ese sería el caso del mexicano José Amaya, un miembro de CHIRLA, que después de hacerse ciudadano estaba planeando hacer la petición por su hijo José Francisco, a quien necesita con urgencia para que lo cuide después de que lo operen de la vista. «Ahora, esa posibilidad desaparece para este ciudadano de 80 años”, recalca Salas a Efe.
El pesimismo de la activista está fundando en la poca empatía de la Administración Trump con los inmigrantes. «No tenemos ninguna confianza de que esta Administración piensa mantener temporal esta prohibición», puntualiza.
DOCUMENTOS QUE PIERDEN VIGENCIA
Una de las mayores preocupaciones del abogado Romo sobre la suspensión es la vigencia de ciertos documentos como las cartas de sostenimiento, que tienen validez por un año.
«Va a ser muy complicado, muchas de las personas que están pidiendo a sus seres queridos perdieron su trabajo, y tendrán que buscar a otras personas que los apoye con estas cartas de sostenimiento», subraya el abogado consultor de la Asociación de Salvadoreños de Los Ángeles (ASOSAL).
Aunque en menor medida la decisión también afectará las solicitudes hechas por residentes permanentes sobre hijos menores de edad, indica Romo.
Resalta que a pesar que las oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) estaban cerradas al público, los oficiales habían continuado aprobando y enviando residencias permanentes en las últimas semanas.
Cerca de 20 clientes de Romo recibieron sus «green cards» en las últimas dos semanas, entre los que se encuentran solicitantes de la Visa U, para víctimas de delitos, asilados políticos, y algunas solicitudes familiares.
En el año fiscal 2019, cerca de 1.031.000 extranjeros obtuvieron el estatus de residente legal permanente en el país, según datos del Departamento de Seguridad Interna (DHS).
De este número 572.000 ajustaron el estado dentro de Estados Unidos. De acuerdo con USCIS, el número de solicitudes pendientes para “green cards” en 2019 se redujo en 14 % respecto al año anterior.
Romo espera que la decisión sea retada en las cortes y que esto pueda encender una luz de esperanza para los miles de inmigrantes que están esperando una decisión.
Mientras 459.000 extranjeros recibieron su residencia permanente como recién llegados.
MÁS DE UNA DÉCADA ESPERANDO
El colombiano Juan Carlos Díaz estaba esperando hacer parte de esta lista de migrantes recién llegados en el año fiscal 2020.
Díaz, de 46 años, está esperando la luz verde a una petición de residencia hecha por su hermana Andrea en 2006.
«A los 14 años hay que sumarle 60 días más», advierte Andrea, que ha esperado pacientemente que el proceso prospere.
Al ser cuestionada por la decisión del presidente Trump, Andrea dice no entender qué tiene que ver el coronavirus con esta decisión de aplazar la asignación de residencias permanentes.
«Ahora todo se lo van a achacar al coronavirus; eso no es justo”, considera.