Washington | EFE.-
Uno de los principales sindicatos ferroviarios de Estados Unidos rechazó este lunes un acuerdo tentativo que se había negociado en septiembre para evitar una huelga general, amenazando con convocar un paro a partir del 9 de diciembre.
Un 50,87 % de los trabajadores de la División de Transporte del Sindicato SMART (SMART-TD, en inglés) rechazó el pacto preliminar alcanzado, según un comunicado.
«Todo esto se puede resolver a través de negociaciones y sin una huelga. Un acuerdo sería lo mejor para los trabajadores, los ferrocarriles, los transportistas y el pueblo estadounidense», escribió el presidente del sindicato, Jeremy Ferguson.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, añadió también hoy que el parón de la actividad sería «inaceptable» por el «daño» que provocaría en los negocios, las familias y el conjunto del país, y pidió que las partes avancen «de buena fe» para solucionarlo.
«Nuestro equipo se está preparando para cualquier posible resultado mientras seguimos actuando para evitar un cierre. Nuestra prioridad es impedir un parón», dijo.
A mediados de septiembre, sindicatos y empresas llegaron a un acuerdo tentativo en su negociación de un nuevo contrato que los trabajadores quieren que incluya cláusulas que les permitan ir al médico o responder a emergencias familiares sin ser penalizados, como hace el sistema actual, que no recoge días de enfermedad.
Otros ocho sindicatos nacionales también entrarán en huelga si SMART-TD decide hacerlo, señaló el comunicado.
Una interrupción del transporte ferroviario a nivel nacional afectaría de forma negativa a la economía y provocaría más interrupciones en la cadena de suministro.
Según una ley de 1926, el Congreso tiene la potestad de imponer un acuerdo que frene o bloquee una huelga.
El propio presidente estadounidense, Joe Biden, ha intervenido en el pasado en las negociaciones con los sindicatos ferroviarios y la Casa Blanca creó en julio una junta de emergencia para mediar en las disputas entre las empresas y sus trabajadores.