Sector agropecuario pisa fuerte en COP29 y prevé futuro «brillante», pero desafíos persisten y deben ser superados

“Tenemos que producir más comida con menos naturaleza, reconociendo los nuevos retos que la agricultura enfrenta; aprovechando la ciencia, la tecnología y la innovación y facilitar su acceso a los agricultores familiares”: Manuel Otero, Director General del IICA.
BAKÚ, Azerbaiyán, (IICA).-

La discusión tuvo lugar en la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, el pabellón que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) instaló en el estadio Olímpico de Bakú, capital de Azerbaiyán y sede de la COP29.

Un debate sobre el futuro de la agricultura, su papel para la seguridad alimentaria, la mitigación de la variabilidad climática, el desarrollo económico y la estabilidad política y social, emergió como uno de los puntos fuertes de las deliberaciones en la COP29, el mayor foro de negociación ambiental del planeta.

La discusión tuvo lugar en la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, el pabellón que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) instaló en el estadio Olímpico de Bakú, capital de Azerbaiyán y sede de la COP29.

Participaron el Director General del IICA, Manuel Otero; el profesor de la Universidad Estatal de Ohio, Rattan Lal (Nobel de la Paz y Premio Mundial de la Alimentación y considerado la mayor autoridad global en ciencias del suelo); el Director de Acción Climática de la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, Ignacio Lorenzo; el Ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Belice, José Abelardo Mai, y el Secretario General de la Organización Mundial de Agricultores (WFO, por sus siglas en inglés, Andrea Porro.

El Subdirector General del IICA, Lloyd Day, moderó el debate, en el que se abordaron los desafíos que existen para la agricultura y la seguridad alimentaria, y la necesidad de producir cada vez más, con menos. Esa agenda agroalimentaria, además, viene teniendo un papel protagónico en la COP de Bakú.

Otero, quien abrió las discusiones, recordó que una gran ciudad con un promedio de 10 millones de habitantes requiere 6.000 toneladas de alimentos diarios, por lo que reafirmó el carácter estratégico que la agricultura sostenible, productiva, eficiente e inclusiva representa para la preservación de la paz social.

“Tenemos que producir más comida con menos naturaleza, reconociendo los nuevos retos que la agricultura enfrenta, y para superarlos es clave aprovechar la ciencia, la tecnología y la innovación, y facilitar su acceso a los agricultores familiares”, dijo el Director General del IICA.

Otero indicó que los próximos 25 años hasta el 2050 serán más importantes y decisivos en la historia de la agricultura que los últimos 10.000 años. “Tendremos que alimentar a 2.000 millones de personas más en un contexto de nuevos desafíos”, dijo.

Lloyd Day recordó que los agricultores han superado siempre esos desafíos y ahora superarán el de producir más con con menos tierra y menos agua.

El Ministro Mai, en la misma línea, recordó cómo la Revolución Verde del genetista estadounidense Norman Borlaug permitió el abandono de teorías que indicaban que el aumento de la población empujaría a la hambruna a parte de la humanidad.

“Vinieron problemas, pero no eran los que pensábamos. Es importante ahora educar a los jóvenes sobre el futuro, y formular políticas fuertes para apoyar agricultura climáticamente inteligente y sustentable. Necesitamos incentivos para mitigar, incentivos para los productores”, dijo Mai.

El profesor Rattan Lal, Embajador de Buena Voluntad del IICA, expresó más que un convencimiento, una certeza: “Me siento honrado en saber que la agricultura tiene un futuro brillante”.

Sin embargo, enumeró como desafíos la degradación de los suelos, y apuntó la necesidad de restaurarlos.

Lal, uno de los científicos más importantes del mundo, exigió, también, “respeto a la profesión de agricultores, a sus servicios ecosistémicos”, y coincidió con el Ministro Mai sobre la importancia de “educar a los niños sobre la importancia de la agricultura”. Además, reclamó un pago a los agricultores por secuestrar carbono.

Andrea Porro dijo que “la voz de los agricultores debe ser escuchada” y reclamó mejoras en el acceso al financiamiento para elevar la acción climática.

“El financiero climático para pequeños agricultores no es suficiente en muchos países y la ambición de apoyar a nuestros agricultores para que crezcan debe ser un gran objetivo. Ellos son más que productores, son miembros de la sociedad, tienen soluciones que deben ser escuchadas y también deben ser apoyados”, explicó.

Lorenzo, de la CAF, puso el acento en la importancia de la colaboración interinstitucional, señalando la importancia en términos de financiamiento de entidades como el IICA, “que entienden la cooperación técnica, para diseñar nuevos productivos y entender la diversidad del sector”.

“Tratamos de construir alianzas para llevar ingresos adicionales a los productores, por conservar, por reducir emisiones; para proveer financiamiento innovador”, aseguró.

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