Robert O’Brien, el mormón complaciente que orientará a Trump en exteriores

Washington | EFE.-

Robert C. O’Brien, nombrado este miércoles nuevo asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, es un abogado mormón con instintos militaristas que conquistó al presidente Donald Trump a base de elogiar su éxito como negociador para la liberación de rehenes estadounidenses.

O’Brien sustituye al polémico John Bolton -despedido la semana pasada- en un momento de fuertes tensiones con Irán, y días antes de que Trump participe en la Asamblea General de la ONU.

«Me complace anunciar que nombraré a Robert C. O’Brien, que actualmente se desempeña exitosamente como enviado especial Presidencial para Asuntos de Rehenes en el Departamento de Estado, como nuestro nuevo asesor de seguridad nacional», escribió Trump en su cuenta de Twitter.

«He trabajado mucho y duro con Robert. ¡Hará un gran trabajo!», añadió.

Muchos en Washington interpretaron la elección de O’Brien, un desconocido fuera de los círculos conservadores, como una victoria del secretario de Estado, Mike Pompeo, que no se llevaba bien con Bolton y que promete cobrar un mayor protagonismo en las decisiones de Trump con la llegada del nuevo asesor, al que dio su visto bueno.

Como Pompeo, cuya reticencia a contradecir los instintos de Trump le ha permitido sobrevivir en su Gabinete desde 2017, O’Brien supo detectar pronto el deseo del presidente de ser halagado, y le atribuyó el mérito de sus propios esfuerzos para liberar a rehenes estadounidenses en países como Corea del Norte y Turquía.

«Robert O’Brien ha dicho: ‘Trump es el mejor negociador de la historia (para la liberación) de rehenes’. Y resulta que tiene razón», dijo el mandatario este martes a los periodistas que viajaban con él a California, según la cadena CNN.

Durante una rueda de prensa en marzo, O’Brien elogió a Trump por su «éxito sin parangón a la hora de devolver a casa a estadounidenses sin hacer concesiones».

«Esto no habría ocurrido sin el apoyo del presidente», afirmó entonces O’Brien, cuyas gestiones para librar de la cárcel en Suecia al rapero estadounidense A$AP Rocky le hicieron ganar aún más puntos a ojos de Trump este verano.

Tras probar suerte con Bolton, un «halcón» intervencionista que chocó con el presidente en los temas más importantes de su agenda diplomática, Trump quiere un asesor más calmado, una figura complaciente que no genere «dramas» en su equipo ahora que se acerca su campaña de reelección, según el diario The Washington Post.

«(O’Brien) se lleva bien con todo el mundo. Es el tipo más agradable del planeta», aseguró a ese periódico un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.

En teoría, el cometido del asesor de seguridad nacional es coordinar las posturas de la veintena de agencias dedicadas a diplomacia, defensa e inteligencia; pero en la práctica ese cargo, que no requiere de confirmación del Senado, ostenta un poder enorme en el diseño de la política exterior de EE.UU.

Está por ver si O’Brien se mantiene a la sombra de Pompeo o busca un perfil similar al que asumió Bolton, pero el nuevo asesor de Trump ya ha dado pistas sobre sus inclinaciones ideológicas.

En 2016, O’Brien publicó el libro de ensayos «While America Slept» («Mientras Estados Unidos dormía»), en el que denunciaba la política exterior del expresidente Barack Obama, al que acusó de «apaciguar» a los enemigos de Estados Unidos.

Férreo admirador de Ronald Reagan y su doctrina de «paz a través de la fuerza», O’Brien defendió en su libro la necesidad de que las fuerzas armadas estadounidenses marquen músculo para amedrentar a sus rivales, y comparó el acuerdo nuclear con Irán con el pacto de Munich que en 1938 envalentonó al dictador Adolf Hitler.

Por tanto, no se espera que O’Brien choque con la línea dura de Pompeo en lo relativo a Irán, y sus ensayos de 2016 también apuntan a que será contundente con China en lo relativo a sus ambiciones territoriales en el Pacífico.

Hay pocas pistas sobre las ideas de O’Brien respecto a Latinoamérica, pero pocos analistas esperan que Trump cambie demasiado su política hacia Venezuela y Cuba ahora que empezará a buscar el voto de Florida en las elecciones de 2020.

Nacido en Los Ángeles y graduado en Derecho por la Universidad de California en Berkeley, O’Brien fundó un exitoso bufete dedicado a la resolución de disputas internacionales y asesoró en varios temas, entre ellos Afganistán, al Gobierno de George W. Bush.

Aunque se educó en el catolicismo, cuando era joven se convirtió al mormonismo, y ese factor atrajo al que fuera candidato republicano a la Presidencia en 2012, Mitt Romney, que lo eligió como asesor en política exterior.

Ahora O’Brien es el mormón de mayor rango en el equipo de Trump, y esa fe supone uno de sus pocos contrastes con los cristianos evangélicos que dominan la Administración, como Pompeo y el vicepresidente Mike Pence.

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