Bakú, Azerbaiyán, (IICA).-
El pabellón montado en la Conferencia de las Naciones Unidas que se desarrolla en la ciudad de Bakú, capital de Azerbaiyán, fue el escenario que aglutinó a agricultores, actores del sector privado y altos funcionarios del sector de Agricultura de las Américas para una conversación con el foco puesto en el futuro y la lupa puesta sobre la sostenibilidad económica, social y ambiental de la producción animal.
El sector productivo de las Américas mostró en la COP29, el mayor foro mundial de negociación ambiental, cómo la ganadería sostenible del continente se afianza cada vez más como una solución a la crisis climática.
El pabellón montado en la Conferencia de las Naciones Unidas que se desarrolla en la ciudad de Bakú, capital de Azerbaiyán, fue el escenario que aglutinó a agricultores, actores del sector privado y altos funcionarios del sector de Agricultura de las Américas para una conversación con el foco puesto en el futuro y la lupa puesta sobre la sostenibilidad económica, social y ambiental de la producción animal.
Participaron José Abelardo Mai, Ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Belice; Mayara Jungles, Gerente de Sostenibilidad de gigante de la proteína animal BRF/Marfrig; Izabella Teixeira, ex ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil; y Muhammad Ibrahim, Director de Cooperación Técnica del IICA.
La moderadora fue Margaret Zeigler, Representante del IICA en Estados Unidos mientras que el Director General del IICA, Manuel Otero, pronunció las palabras de bienvenida, en las que remarcó la trascendencia del evento.
“Aquí estamos hablando del futuro de la agricultura y no podemos compartir la acusación de que la producción animal es el villano. La ganadería es esencial para la seguridad alimentaria, y también lo es desde un punto de vista económico y social, para América y el Caribe, donde la mayoría de los productores son pequeños y medianos. La región representa el 26% de la producción animal mundial y el 33% del total de las exportaciones, por lo que su rol es irreemplazable”, dijo Otero.
El Director General del IICA explicó que la ganadería de América Latina y el Caribe está transitando un proceso de transformación, hacia una mayor eficiencia y una reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero. “Debemos aumentar las inversiones en ciencia e innovación, promover un comercio sin distorsiones y estar orgullosos de nuestro sector productivo para seguir por el mismo camino”, afirmó.
El sector privado y la sostenibilidad
Mayara Jungles explicó con detalles el recorrido del plan de descarbonización de la empresa de BRF/Marfrig, una de las mayores compañías alimentarias del mundo, que tiene casi 90 años de historia e impacta sobre las vidas de millones de personas.
Jungles consideró que América Latina es crucial para la seguridad alimentaria global y también es indispensable para la sostenibilidad ambiental, debido a sus bosques que constituyen un sumidero de carbono.
“Ser sostenibles y conservar la biodiversidad son los principios que nos guían. Promovemos la adopción de buenas prácticas por parte de los productores y monitoreamos la deforestación en los biomas brasileños de la Amazonia y el Cerrado. Tenemos objetivos de reducción de reducción de gases de efecto invernadero y programas especiales para la capacitación de pequeños productores, a quienes damos apoyo técnico para cumplir con las regulaciones ambientales”, precisó.
Teixeira, Asesora Especial del IIICA para el G20 y las COP29 y COP30, puso el énfasis en la necesidad de dar más impulso a la ciencia y la innovación para promover la adaptación al cambio climático a través, por ejemplo, de modificaciones genéticas que sirvan para adaptarse a la escasez de agua.
“La región debe fijar una agenda innovativa en la negociación por el cambio climático, que es esencialmente política y no solamente está presente en las Conferencias de las Partes (COP) de la Convención, sino también en ámbitos como el G20, el G7 o el Foro de Davos”.
“La obligación es producir más alimentos, afectando menos la naturaleza en una región vulnerable. Esto tiene fuertes implicancias políticas y debemos actuar juntos el sector público y el privado. El futuro ya está aquí y tenemos grandes desafíos”, advirtió.
José Abelardo Mai también subrayó la importancia de la región para la seguridad alimentaria y el combate al cambio climático, por su capacidad productiva y su biodiversidad.
“No debemos olvidar que el maíz es indígena de las Américas y que mucho de los más importantes alimentos del mundo vienen de nuestro continente. Estados Unidos y Canadá son grandes productores de trigo, maíz y soja. Y también tenemos México y el aguacate, el café y el cacao de Centroamérica, la papa de los Andes y la maravillosa carne en Argentina y Brasil. Producimos para las Américas y el resto del mundo”, dijo el ministro beliceño.
Mai valoró la importancia de la cooperación técnica del IICA para la ganadería sostenible en Belice y dijo que hoy los productores del país centroamericano han aprendido que no hay necesidad de talar los árboles para hacer ganadería.
El ministro también se refirió a las adversidades que enfrentan los productores centroamericanos por el cambio climático. “Fue difícil venir a la COP 29. Mientras estamos aquí los problemas siguen. Es crítico que los acuerdos internacionales se cumplan en cuanto a ambición climática y que haya financiación internacional para los países en desarrollo”, apuntó.
Ibrahim anticipó que América Latina continuará siendo irremplazable para la provisión de proteína y seguridad alimentaria y nutricional para el mundo, pero advirtió que, debido al impacto del cambio climático, el sector debe ser más eficiente en el uso de los recursos naturales.
“Enfrentamos vulnerabilidades -reconoció- en el aspecto social: tenemos una población rural envejecida, por lo que debemos involucrar a los jóvenes, para promover prosperidad en el campo. La ganadería es esencial y hoy, gracias a los sistemas silvopastoriles, está reduciendo sus emisiones y contribuyendo a la conservación de los ecosistemas. Hemos hecho muchos avances y ya muchos países de la región están incluyendo a la producción animal en sus compromisos de mitigación del cambio climático, como parte de la solución”.