AVN.-
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La operación antiterrorista rusa en territorio sirio se realiza en coordinación con el Gobierno de Bashar Al Assad
La Organización de Naciones Unidas iniciará a principios del año 2016, en Ginebra, Suiza, la próxima ronda de conversaciones para tratar el conflicto armado en Siria.
El venidero año, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU debatirán para tratar de encontrar una solución al conflicto en el país árabe, que ha dejado 250 mil muertos y millones de desplazados.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la mencionada instancia internacional adoptó la resolución 2254, que busca impulsar el fin de la crisis y establecer una hoja de ruta hacia la paz, a partir de enero próximo.
El texto también propone un alto el fuego nacional, la elaboración de una nueva Constitución y la convocatoria a elecciones dentro de 18 meses.
Además, establece como prioridades la asistencia humanitaria a las víctimas del conflicto y el enfrentamiento al terrorismo presente en el país levantino, en particular el desatado por el autodenominado Estado Islámico (EI).
Desde 2011, Siria es escenario de un conflicto armado que es financiado por potencias occidentales que, a través de grupos terroristas y mercenarios, pretenden derrocar al presidente sirio, Bashar Al Assad.
La crisis se mantiene por la acción armada del grupo terrorista, que arremete contra el patrimonio del país y los civiles, quienes se han visto obligados a desplazarse a otras naciones.
Rusia, que ha insistido en su llamado a avanzar en la búsqueda de una solución pacífica conjunta para contribuir a la resolución de la crisis en Siria, inició en septiembre pasado ataques aéreos contra posiciones tomadas en la nación árabe por organizaciones terroristas como el Estado islámico y el llamado Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda.