Dubái, Emiratos Árabes Unidos, (IICA).-
Ministros y altos funcionarios de Agricultura de América Latina y el Caribe se unieron en uno de los salones principales de la presidencia de la COP28, en Dubái, en la que dieron una señal de fuerte compromiso del sector agropecuario con la agenda global de mitigación y adaptación al cambio climático.
Los participantes advirtieron que, en cualquier escenario futuro, la región está destinada a jugar un rol estratégico en la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental del planeta y, desde el punto de vista ambiental, afirmaron que la magnitud y la diversidad de sus recursos naturales convierten al continente americano en un actor decisivo para lograr modos de producción y consumo neutrales en carbono, conservar la biodiversidad y sostener los ciclos del agua y del oxígeno en todo el planeta.
El evento fue organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y marcó una fuerte presencia del agro regional en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Emiratos Árabes Unidos, donde más de 70.000 líderes mundiales, entre funcionarios, representantes de compañías privadas, movimientos sociales y jóvenes de todo el mundo intentan avanzar con los objetivos de lucha contra el cambio climático fijados en 2015 a través del Acuerdo de París.
Participaron en la presentación la Secretaria de Agricultura y Ganadería de Honduras, Laura Suazo; el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Víctor Villalobos y el Ministro de Agricultura, Pesca y Economía Azul y Verde de Dominica, Roland Royer.
También expusieron Roberto Perosa, Secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil; Francisco Minuche, Viceministro de Desarrollo Rural de Ecuador; Víctor Hugo Parra, Viceministro de Políticas y Supervisión del Desarrollo Agrario de Perú; Rattan Lal, Premio Mundial de la Alimentación 2020 y Embajador de Buena Voluntad del IICA; Marcelo Torres, presidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID); Silvia Naishtat, periodista senior y editora del diario Clarín de Argentina y Manuel Otero, Director General del IICA.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del Subdirector General del IICA, Lloyd Day. Asistieron al evento el embajador argentino en Emiratos Árabes Unidos, Jorge Molina Arambarri, y el ministro de Agricultura de Monserrat, integrante de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS), Creston Buffonge.
Así, los ministros de Agricultura volvieron a mostrar unidad en resguardo de la seguridad alimentaria mundial y en defensa de los intereses comunes, junto al IICA, como lo hicieron en 2021, en ocasión de la Cumbre de Sistemas Alimentarios de Naciones Unidas, y en 2022, en la COP27 de Egipto.
En octubre pasado, en la Conferencia de Ministros de Agricultura de las Américas, también lograron consensos y respaldaron la alianza continental para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible impulsada por el IICA.
La producción agroalimentaria de América Latina es crucial para las economías de los países, debido a que en las últimas décadas la región se ha convertido en la mayor exportadora neta de alimentos en el mundo, un rol que tenderá a producirse ya que es un continente donde todavía existen oportunidades de aumentar la producción.
Presencia de la agricultura en el debate climático
“Afortunadamente, la agricultura está siendo considerada un tema importante de las negociaciones y discusiones en esta COP28 y ha llamado la atención de la comunidad mundial”, dijo Villalobos.
El secretario de Agricultura mexicano explicó que la mayor incertidumbre para la producción agrícola es la disponibilidad del agua. “Las sequías vienen afectando a distintos países de Sudamérica y también el sur de Estados Unidos y norte de México. Pero sabemos que hay mucho margen para reducir el uso del agua en la agricultura sin sacrificar productividad. Estamos trabajando fuertemente en ello a través de distintos proyectos con agricultores”, agregó.
Roberto Perosa contó que, cinco décadas atrás, Brasil era importador de alimentos pero, gracias a la inversión en tecnología e investigación, hoy es el mayor exportador de alimentos del mundo.
“Producimos más de un billón de toneladas de alimentos por año para el mundo –explicó- y por eso tenemos una gran responsabilidad. Tenemos compromiso ambiental y este año redujimos en un 30% la deforestación. Poseemos 50 millones de hectáreas de pastizales degradados que vamos a recuperar para convertir a la producción, de manera de evitar que la agricultura avance en los bosques”.
Perosa dijo que Brasil no acepta posiciones unilaterales sobre métodos de producción y cuestionó las restricciones al comercio internacional que intenta imponer la Unión Europea con argumentos ambientales.
“El cambio climático afecta directamente a la agricultura, que está entre la espada y la pared. América Latina paga un precio por ello con sus recursos: en agua dulce, salud de los suelos y también labor de las personas”, dijo Laura Suazo.
La secretaria, primera mujer en Honduras a cargo de Agricultura, afirmó: “En Centroamérica estamos más unidos que nunca para buscar soluciones y asegurar alimentos en el Corredor Seco Centroamericano. De todas maneras, seguimos poniendo énfasis en invertir para mitigar el calentamiento global y nos quedamos cortos en financiamiento para adopción de tecnologías climáticamente apropiadas. Y además no estamos invirtiendo en prevención del riesgo de desastre por el cambio climático”.
Cultivar carbono
El prestigioso científico Rattan Lal, Profesor de Ciencias del Suelo y Director del Lal Carbon Center de la Universidad Estatal de Ohio, hizo una exposición ante ministros y asistentes en la que explicó cómo la agricultura puede mitigar emisiones de gases de efecto invernadero y al mismo tiempo secuestrar carbono.
Según Lal, la agricultura puede trazarse el objetivo no solamente de ser carbono neutral, sino de tener un balance negativo de gases de efecto invernadero que contribuya de manera significativa a la mitigación del cambio climático.
“La agricultura –aseguró- tiene un futuro brillante: ocurrirán más cambios entre 2020 y 2050 que en los últimos 12.000 años y el IICA, en alianza con la Universidad de Ohio, tiene un rol fundamental que jugar”.
Manuel Otero explicó que los países de la región -conscientes de su responsabilidad con la seguridad alimentaria global, y de los desafíos que plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París- vienen trabajando con el apoyo del IICA en diferentes foros de discusión y negociación internacionales para presentar la perspectiva regional, coordinar posiciones y potenciar recursos en función de los intereses comunes.
“El IICA se suma a todas las iniciativas para promover la transformación de la agricultura, que debe ser vista como parte de la solución al cambio climático, con los agricultores como actores centrales de los cambios, que deben basarse en ciencia. Los sistemas alimentarios de nuestra región no son fallidos, como se intenta instalar a través de narrativas que no compartimos. Por supuesto que hay cosas para mejorar y hay un fuerte compromiso de los países, del sector privado y de los agricultores para hacerlo, como ha quedado demostrado en la COP 28”, sostuvo.
En el cierre, Lloyd Day puso el acento en la extraordinaria riqueza en recursos naturales de América Latina y el Caribe.
“Vivimos –apuntó- en una región bella y productiva. Somos la canasta de alimentos para el mundo, por lo que necesitamos cuidar no solo el suelo y el agua, sino especialmente nuestras comunidades rurales, para seguir produciendo de manera cada vez más limpia y usando menos recursos, en beneficio del planeta”.