Bakú, Azerbaiyan, (IICA).-
Los biocombustibles renovables pueden hacer una contribución significativa no sólo a la mitigación del cambio climático sino a la salud pública, explicaron actores de la sociedad civil y la academia durante la COP29, que reúne a miles de personas en Bakú, Azerbaiyán.
La Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, el pabellón que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) instaló por tercer año consecutivo en el mayor foro global de discusión ambiental, fue el escenario donde se desarrolló una conversación organizada por Solutions from the Land que captó la atención en el escenario de la COP29.
El conductor de la conversación fue Ernie Shea, presidente de Solutions from the Land, cuyo equipo está formado por líderes de la industria y académicos expertos en agricultura, forestación y conservación. Su misión es favorecer la implementación de soluciones basadas en la naturaleza para la seguridad alimentaria, el desarrollo económico, la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
Shea hizo hincapié en que, más allá de la reducción de gases de efecto invernadero, uno de los focos recientes de los beneficios de los biocombustibles renovables es la salud pública. “Los combustibles renovables hacen una contribución decisiva también a la reducción de la contaminación y las oportunidades de la producción agropecuaria son múltiples”, dijo Shea.
Manuel Otero, Director General del IICA, abrió el debate, subrayó la importancia de instalar el tema de los biocombustibles en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y se refirió a la significación económica y social que tienen para distintos países latinoamericanos. “La agricultura hoy es clave para la seguridad energética global”, agregó.
A favor del acuerdo de París
Linda Schmid, de la Asociación de Productores de Granos de Estados Unidos (U.S. Grains Council), llamó la atención acerca de que el etanol debe ser considerado por los países como parte de sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en el marco del Acuerdo de París.
“En Estados Unidos hemos disminuido en 140 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente en los últimos años gracias a un corte con etanol del 10% en los combustibles derivados del petróleo. Esto es muy importante porque hay muchos caminos para contribuir con la mitigación del cambio climático y los formadores de políticas públicas deben prestar atención a los biocombustibles renovables”, afirmó.
El productor lácteo de Estados Unidos Michael Crinion, presidente de la organización US Farmers and Ranchers in Action (USFRA), señaló que él y otros productores han sido especialmente activos en la reducción de la huella de carbono de su actividad.
“En nuestra granja láctea hemos bajado nuestras emisiones y nuestro uso de recursos en un 19% con respecto al promedio -reveló- a través de diferentes prácticas”.
Gail Dennison, científica del Instituto Hormel, que funciona en la Universidad de Minnesota, dio detalles de las investigaciones que esa institución académica viene realizando con distintos socios en los Estados Unidos en los últimos dos años. Dennison reveló que los combustibles fósiles tienen un impacto en la progresión y los tratamientos del cáncer, de acuerdo a datos que serán publicados próximamente.