Por Sonya Dowsett | MURCIA |Reuters.-
España se enfrenta a niveles crecientes de pobreza infantil mientras su recuperación económica no consigue reducir una brecha cada vez más grande entre ricos y pobres, acumulando problemas para una seguridad social ya presionada.
Aunque el país ha emergido de la recesión y se ha convertido en una de las economías de más rápido crecimiento en Europa, más de uno de cada tres niños – ó 2,6 millones – están en riesgo de pobreza o exclusión social, según cifras de la UE.
Los altos niveles de paro de larga duración junto a los recortes en sanidad y educación han situado a más familias y menores por debajo del umbral de pobreza incluso aunque la economía se recupere.
La desigualdad será uno de los temas claves de cara a las elecciones del 20 de diciembre, para las que el gobernante Partido Popular de centroderecha está llevando a cabo una campaña centrada en cómo apartó a España del borde del precipicio del rescate internacional, para convertirse en representante de una cuidadosa gestión de la deuda a través de medidas de austeridad en la eurozona.
Desde la oposición, el Partido Socialista y la formación emergente Podemos, sin embargo, sostienen que las tasas crecientes de pobreza son un signo de que la recuperación económica no ha alcanzado a muchos hogares.
En la región de Murcia, que tiene una de las tasas más altas de pobreza de España, Victoria Belmonte, una madre divorciada, lleva años buscando trabajo en fábricas y supermercados.
Desde que su ayuda estatal se agotó en junio, esta mujer de 42 años que se dedicaba a la estética ha tenido que depender de organizaciones benéficas y de la pensión de su madre para alimentar y vestir a sus cuatro hijos.
«Ahora mismo estoy cobrando cero euros», dijo en un edificio que es propiedad de la iglesia en Puente Tocinos, una pedanía de clase obrera de Murcia, donde voluntarios ayudan a los niños con sus deberes.
«Lo más duro son los hijos porque ellos quieren hacer cosas y no pueden», agregó. «Estoy aprendiendo a vivir al día, pero me preocupa su futuro y el mío también. ¿Qué va a pasar, por ejemplo, si un hijo mío quiere ir a la universidad?».
CIRCULO VICIOSO
La cifra creciente de pobreza infantil pone más presión sobre un sistema de seguridad social que se enfrenta a una de las poblaciones de más rápido envejecimiento del mundo.
Los niños atrapados en la pobreza y a los que se les niegan oportunidades podrían terminar dependiendo de las ayudas del Estado en lugar de convertirse en los trabajadores contribuyentes que el sistema necesita desesperadamente, según activistas y economistas.
«Va a ser siempre un adulto menoscabado en su potencial. Va a ser probablemente un adulto dependiente de la Seguridad Social», dijo Andrés Conde, director de Save the Children en España.
La proporción de menores de 16 años clasificados como en riesgo de pobreza o exclusión social en España alcanzó el 35,4 por ciento el año pasado, la mayor en la eurozona excepto por Grecia, donde los disturbios y las huelgas contra las medidas de austeridad en los últimos días han traído a la memoria los peores días de la crisis de deuda de la eurozona.
La cifra, que está 10 puntos porcentuales por encima de la media de la zona euro, ha crecido abruptamente desde un 31,9 por ciento en 2013, cuando la economía emergió tras cinco años de recesión.
El indicador de la UE, conocido como AROPE, se calcula teniendo en cuenta factores como ingresos relativos de los hogares comparados con la media nacional y la capacidad de permitirse artículos básicos como una calefacción adecuada o una lavadora.
Uno de los motivos clave de la pobreza infantil es la alta cifra de parados de larga duración, que se ha multiplicado por nueve respecto a los niveles de 2008, en un país donde la prestación por desempleo dura como máximo dos años.
«La pérdida de trabajo y la reducción de los salarios reales se concentra sobre todo en esos adultos que viven con niños. Los niños corren mayor riesgo de ser pobres que otros sectores de la población», dijo Salvador Pérez-Moreno, profesor del departamento de economía aplicada de la Universidad de Málaga.
La tasa de paro en España ha caído hasta alrededor del 21 por ciento desde el 26 por ciento desde que la recesión terminó en 2013, pero la proporción de parados que llevan desempleados dos años o más ha subido alrededor de 10 puntos porcentuales.
MENOS HORAS, MENOS SALARIO
Murcia, conocida por sus resorts de golf, se vio inmersa en una fiebre constructora durante los años del boom y desde 2008 muchos se quedaron sin trabajo ni cualificación, dijo Víctor Martínez, portavoz del Partido Popular murciano.
«La recuperación es una recuperación real, nuestro país esta saliendo de la crisis», dijo a Reuters. «Pero es verdad que para la microeconomía esa recuperación está llegando muy despacio».
El exmarido de Belmonte, por ejemplo, era fontanero antes de la recesión, y ganaba lo suficiente para mantenerla mientras ella se quedaba en casa cuidando a sus hijos, que ahora tienen entre 6 y 16 años. Pero su negocio quebró y ahora no tiene ingresos.
Aunque el paro está bajando, la mayor parte del trabajo disponible es de baja calidad, con salarios bajos y pocas horas, lo que implica que incluso los que tienen empleo tienen dificultades para llegar a fin de mes.
Los salarios más bajos en España ha caído en los últimos siete años. Desde el inicio de la crisis, el número de personas que viven en hogares donde los adultos trabajan menos de una quinta parte de las horas habituales en el último año se ha duplicado con creces en España, el aumento más pronunciado en la UE.
En Puente Tocinos, la ONG católica Cáritas ha creado uno de los muchos programas repartidos por el país para dar apoyo académico y psicológico a niños con la esperanza de mejorar sus posibilidades en la vida.
Alrededor de 35 niños de entre seis y 12 años hacen los deberes antes de tomarse un descanso y merendar un bocadillo de atún y zumo de frutas en la plaza donde se ubica Cáritas.
El sacerdote José Antonio Cano dijo que la mayoría de los niños procedían de familias normales que se habían visto muy golpeadas por la recesión.
«Veíamos que si no se atendía el tema educativo es que se iban a repetir los procesos».