Rafael Mathus Ruiz | WASHINGTON | lanacion.com.-
La Argentina ofreció la asistencia de Cascos Blancos a Venezuela para ayudar al gobierno interino de Juan Guaidó en el esfuerzo para contener la crisis humanitaria, y puso a trabajar a una unidad especial dentro de la Cancillería para coordinar además «el proceso de reconstrucción» del país luego de una eventual transición política.
Ambas medidas fueron anunciadas por el embajador argentino ante Estados Unidos, Fernando Oris de Roa, en una conferencia global sobre la crisis humanitaria en Venezuela que se realizó en la Organización de Estados Americanos (OEA), y a la cual asistieron, entre otros, diplomáticos, analistas, v funcionarios del gobierno interino de Juan Guaidó y del gobierno de Donald Trump .
«La Argentina está dispuesto a continuar brindando asistencia al pueblo venezolano a través de sus Cascos Blancos, tal como lo ha venido haciendo en diversas misiones humanitarias», dijo Oris de Roa, principal representante argentino en el encuentro.
A la par de la presión internacional para forzar la salida de Maduro, la comunidad internacional también avanza en la coordinación para lograr llevar la ayuda humanitaria a los venezolanos y en los planes para una futura reconstrucción del país. La Argentina forma parte de los tres esfuerzos. Al poner la atención en el futuro de Venezuela tras una eventual transición política, Oris de Roa señaló que Venezuela deberá contar con un «cuidadoso plan» para garantizar la seguridad, la logística, la salud, las finanzas, y realizar grandes inversiones en infraestructura.
«Es importante contar con los organismos internacionales, como el BID, el FMI y el Banco Mundial, y con todos sus donantes», indicó Oris de Roa. «Para acompañar este proceso, en el ámbito de la Cancillería argentina se ha decidido la creación de una unidad específica para coordinar el proceso de reconstrucción de Venezuela», agregó.
Fuentes del Palacio San Martín indicaron que el objetivo de ese grupo de trabajo es asistir en el despliegue de la ayuda humanitaria -que aguarda en Colombia, en la frontera con Venezuela-, la labor de los Cascos Bancos y la posibilidad de que que empresas argentinas participen de la reconstrucción una vez que esté encaminada esa hercúlea tarea.
La conferencia sobre la crisis humanitaria se realizó en la Sala de las Américas, el principal recinto de la OEA. El salón estaba colmado, una muestra el interés y el pleno respaldo que existe en Washington a una transición política en Venezuela liderada por el interinato de Guaidó. Alemania anunció US$ 20 millones adicionales en ayuda humanitaria Venezuela. David Smolansky, coordinador ante la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, dijo que la asistencia humanitaria total ya anunciada por países hasta el momento ronda los US$ 100 millones.
«Hoy tenemos algo nuevo, tenemos la oportunidad, tenemos el deber de ingresar esta ayuda humanitaria a Venezuela», dijo el secretario General de la OEA, Luis Almagro. «Ahí tenemos que estar todos, la comunidad internacional y venezolanos», abogó.
Almagro cerró su mensaje con una frase que puso al público a aplaudir de pie: «La salida de la dictadura usurpadora es la principal ayuda humanitaria que podemos darle a Venezuela», afirmó.