Washington, DC, (OPS).-
Si la región de las Américas desea revertir el impacto de la pandemia de COVID-19, los países deben desarrollar e implementar urgentemente sistemas basados en la atención primaria de salud que consideren los contextos epidemiológicos en constante cambio y las necesidades de la población en el siglo XXI, afirmó hoy el Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctor Jarbas Barbosa.
«Acabamos de enfrentar uno de los acontecimientos más devastadores en materia de salud pública global del último siglo. La pandemia de COVID-19 tuvo un profundo impacto en la salud y el desarrollo socioeconómico a nivel mundial, provocando una enorme pérdida de vidas en la región de las Américas», señaló durante su intervención en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria, en Washington, D.C.
«No encuentro un momento más adecuado para que tomemos acción conjunta sobre este tema», añadió.
Durante su intervención, el doctor Barbosa resaltó los desafíos que la región ha enfrentado desde que la atención primaria de salud fuera reconocida como la principal estrategia para abordar los problemas de salud en la Declaración de Alma-Ata de 1978. Esto incluye décadas de escasa prioridad en las políticas de salud, una insuficiente asignación de recursos en las comunidades y desarrollo de modelos de atención centrados en hospitales. Todo esto “ha contribuido a la concentración de los servicios de atención médica lejos de las comunidades y de las personas que más lo necesitaban”.
«Nuestros sistemas de salud simplemente no estaban preparados para la pandemia», afirmó el doctor Barbosa.
El Director de la OPS destacó que la atención primaria de salud es clave para la recuperación de la pandemia, la preparación ante futuras emergencias sanitarias y para revertir las tendencias en las tasas de mortalidad materna e infantil, al mismo tiempo que se aumenta la cobertura de vacunación, se acelera la eliminación de enfermedades transmisibles como el VIH, la tuberculosis y la malaria, y se expande el acceso a los servicios de salud para el control y prevención de enfermedades crónicas no transmisibles y de salud mental.
Asimismo, enfatizó la importancia de dar prioridad a un «enfoque localizado» de la atención primaria de salud, desarrollando modelos de atención adaptados a las condiciones de salud locales y al contexto local para llegar a las poblaciones más vulnerables y abordar las brechas en salud.
«La salud no tiene su punto de partida en hospitales o clínicas», agregó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), «sino en los hogares, las escuelas, las calles y los lugares de trabajo». «Una atención primaria de salud sólida desempeña un papel esencial y doble, siendo los ojos y oídos del sistema de salud, al proteger a las comunidades tanto contra pandemias como contra amenazas de salud cotidianas».
«Debemos seguir intercambiando experiencias y aprendiendo de buenas prácticas en atención primaria de salud tanto a nivel global como regional», dijo el doctor Barbosa. “Nuestro mundo está hoy más interconectado que nunca. La propagación de la COVID-19 y la amenaza existencial del cambio climático ponen de manifiesto que las emergencias sanitarias y catástrofes no tienen fronteras», remarcó.
Para acelerar esta acción, el Director de la OPS instó a los tomadores de decisiones a «invertir, innovar e implementar».
Además de invertir el mínimo recomendado del 6% del PIB en salud a través de un enfoque de asignación de recursos al primer nivel de atención, los países deben asegurarse de que los fondos lleguen a las poblaciones más necesitadas, subrayó el doctor Barbosa.
También hizo hincapié en que los países deben encontrar «formas innovadoras de garantizar el derecho a la salud para todos», no solo a través de la tecnología y la salud digital, sino repensando los modelos de atención, las innovaciones en la gobernanza y la colaboración intersectorial con socios multilaterales y bilaterales.
Finalmente, resaltó la necesidad de una acción decidida. «Ha llegado el momento de ir más allá de las declaraciones políticas y las aspiraciones, y pasar de la teoría a la práctica», afirmó.
«Juntos podemos construir sistemas de salud resilientes que protejan, promuevan y garanticen el derecho a la salud. Mediante la inversión, la innovación y la implementación podemos aprender de la historia, superar desafíos pasados, acelerar los logros en materia de salud y crear un futuro más próspero para todos», destacó.
La Conferencia Internacional de Atención Primaria, que se lleva a cabo en la Academia Nacional de Ciencias, de los Estados Unidos, del 19 al 20 de julio, reúne a destacados expertos en atención médica de alto nivel de gobiernos, sociedad civil y la academia para debatir sobre el papel esencial de la atención primaria para la seguridad sanitaria y la garantía de la salud.