Por Enrique Pérez Quintana.-
Parecería difícil de explicar cómo es que el hombre más buscado por las autoridades fue capturado y sobre todo cuando sus círculos de seguridad eran extensos. Algunos han dicho que lo venció el ego, la aspiración inconsciente por recibir el reconocimiento social por la “grandeza” de la obra realizada, independientemente de las valoraciones morales.
Para Joaquín el Chapo Guzmán, después de tanto ver televisión, y “disfrutar” de las telenovelas sobre el narcotráfico, en las que se recrean pasajes de la vida de algunos narcotraficantes como Pablo Escobar Gaviria, de Colombia, sobre quien se produjo la telenovela El Señor del Mal; la Reina del Sur, basada en una novela de Arturo Pérez-Reverte y protagonizada por Kate del Castillo; El señor de los Cielos con pasajes de la vida del líder del Cártel de Juárez y otras más, llegar a la conclusión de que él también tenía algo que compartir pues su vida está llena de episodios y aventuras dignas de ser divulgadas, y por tanto debería ponerse en contacto con los medios de comunicación para alcanzar esta meta.
La captura reciente de El Chapo Guzmán, se dice, fue posible porque se reunió con Kate del Castillo y con Sean Penn, a quien concedió una entrevista, y relajó su cinturón de seguridad lo que lo llevó, a fin de año, a abandonar sus dominios en la sierra, en el llamado “Triángulo de Oro” y trasladarse a la Ciudad de Los Mochis, en Sinaloa. Hoy las autoridades dicen que bajó de la Sierra por el asedio al que estaba sometido. Aunque parece más creíble que deseaba ver a su familia y avanzar en el proyecto de contar sus aventuras.
La entrevista que Sean Penn le hizo a El Chapo se publicó en la revista Rolling Stone y, dijo el actor, fue posible porque los contenidos los supervisó el entrevistado, lo que desde el punto de vista de un periodista profesional como Gerardo Reyes, de la cadena de televisión Univisión, es inaceptable.
Recientemente, a través de una columna en The Washington Post, Gerardo Reyes, afirmó que por años buscó entrevistar en exclusiva a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y casi lo logró, paro se vio obligado a rechazar la entrevista porque no podría acceder a las condiciones que le imponía.
Relata el periodista que en marzo de 2013 trabajaba en un perfil del narcotraficante mexicano para un especial de televisión y buscando información en el pueblo natal de ‘El Chapo’ encontró una persona que podía llevar un mensaje al fugitivo.
A través del intermediario, Gerardo Reyes pidió una entrevista con Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. La respuesta tardó mucho y cuando llegó lo hizo con una condición. Aceptaba conceder la primera entrevista de su vida siempre y cuando el contenido fuera aprobado previamente por él.
Gerardo Reyes, dice ahora, que la respuesta que le envió al narcotraficante fue la siguiente: “Es política de Univisión que una vez que se ha terminado una entrevista, el entrevistado no puede hacer cambios al contenido de la misma ni definir lo que se debe o no usar de sus declaraciones. La selección de sus intervenciones para el producto final es responsabilidad de Univisión y esa selección se hace siguiendo los más estrictos criterios periodísticos profesionales tales como el equilibrio, la relevancia y el respeto del sentido de dichas declaraciones”.
