Por Davide Barbuscia | DUBÁI | Reuters.-
El histórico desplome de los precios del crudo, junto al brote de coronavirus, ha dejado a Oriente Medio y norte de África más expuestos que otras regiones a los efectos de una posible recesión global, dijo el Banco Mundial.
Los precios del crudo sufrieron su mayor declive diario en casi 30 años el lunes, después de que el inesperado colapso del acuerdo de reducción de bombeo entre Arabia Saudita, Rusia y otros grandes productores provocó una guerra de precios.
Por su parte, los casos del nuevo coronavirus, el COVID-19, están aumentando en las dos regiones. Irán es uno de los epicentros mundiales del brote, con más de 8.000 casos y casi 300 muertos, dijo el Ministerio de Salud el martes.
«Mientras el mundo lidia con el temor a una recesión, Oriente Medio y el norte de África podrían ser los más afectados por la que podría considerarse como una tormenta perfecta: el coronavirus se propaga por la región y los precios del crudo colapsan», dijo el Banco Mundial en una nota de Rabah Arezki, economista jefe para la zona, y la economista Rachel Fang.
Todos los estados del Golfo Pérsico, cuyas economías dependen bastante de los ingresos petroleros, han registrado casos del COVID-19.
«Si el declive de los precios del crudo persiste, erosionará la frágil estabilidad macroeconómica y social de los países, sobre todo en Oriente Medio y norte de África, que se han visto afectados por el nuevo coronavirus», señaló la nota.
Los precios del crudo repuntaban un 10% el martes, recuperando parte del desplome del lunes, pero siguen con una baja cercana al 40% desde el comienzo del año, mientras la epidemia complica la actividad económica a nivel mundial.