Washington | EFE.-
Los representantes en Washington del líder opositor Juan Guaidó, quien se adjudicó las competencias del Ejecutivo de Venezuela, informaron este jueves del desmantelamiento del servicio consular de su país en EE.UU. y la deserción de 11 de los 56 funcionarios acreditados por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Además, los representantes -encabezados por Carlos Vecchio, delegado de Guaidó ante EE.UU.- dijeron haber asegurado ocho sedes -cinco en Washington y tres en Nueva York- y que han comenzado el proceso para asumir el control efectivo de la Embajada y de los consulados, sin precisar un plazo para que esto se concrete.
«Se ha desmantelado todo el servicio consular», declaró Gustavo Marcano al dar a conocer en una conferencia de prensa un informe del trabajo iniciado el pasado 4 de febrero, cuando el Gobierno de Donald Trump dio el visto bueno a Vecchio como delegado de Venezuela.
Marcano, quien cumple las funciones de ministro consejero, advirtió que la red de ocho consulados de Venezuela en EE.UU. está «abandonada» y sin prestar ningún tipo de servicio.
Denunció también que los representantes de Maduro se llevaron el dinero obtenido con los servicios consulares y alrededor de 3.500 pasaportes y sellos, al tiempo que desmantelaron los enlaces con los sistemas de información y el registro electoral de su país.
De los 56 funcionarios acreditados ante Washington, 11 expresaron su respaldo a Guaidó, agregó Marcano, quien aseguró que siete funcionarios consulares están bajo las órdenes de Vecchio, otros tres en la Embajada y uno más en la misión permanente ante las Naciones Unidas.
Según el delegado, una de las primeras acciones que les fue encomendada fue la de proteger los activos, en específico de las sedes propias y las cuentas bancarias, cuyos dineros están congelados y bajo tutela de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).
«Logramos proteger esos activos para que sigan siendo propiedad de la República Bolivariana de Venezuela», destacó Marcano, quien denunció que se había intentado vender el consulado de la ciudad de Nueva York y una sede de la agregaduría militar en Washington.
«Estamos elaborando un plan de reapertura de la función consular en Estados Unidos», complementó.
Marcano detalló que en una siguiente etapa designarán los nuevos equipos consulares y elaborarán un diagnóstico de las necesidades de los venezolanos en el país, cuya población se estima en 350.000, y posteriormente definirán un programa especial migratorio y el «control efectivo» de las sedes diplomáticas.
«Estamos haciendo todo el marco de la legalidad, estamos haciendo todo con la coordinación del Gobierno de EE.UU. (…) y vamos a cumplir todos los aspectos legales hasta lograr el control efectivo de los activos», añadió Marcano, quien destacó que las propiedades «están protegidas».
Durante la conferencia, activistas de Code Pink acusaron a los delegados de Guaidó de «no representar al pueblo de Venezuela», así como de orquestar junto a EE.UU. un golpe de Estado y crear una situación de crisis en las fronteras para justificar una intervención militar en ese país.
La tensión en Venezuela se incrementó desde que el pasado 23 de enero el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, se adjudicara las competencias del Ejecutivo como presidente encargado del país por considerar ilegítimo a Nicolás Maduro tras ser reelegido en unos comicios que la oposición tacha de «fraudulentos».
Esta acción aceleró la crisis política en Venezuela, debido a que, además, buena parte de la comunidad internacional, como Estados Unidos y varios países europeos y latinoamericanos, han dado su respaldo a Guaidó y presiona para que se convoque a elecciones.